Atacar en una plaza comercial ante la firma de autógrafos de un grupo que no es del agrado de un cártel, pero sí de otro, es un acto de soberbia criminal que sólo es posible en un clima de impunidad
Esto es una confusión divertida, reflexiva, inquietante y estupendamente bien actuada por Michelle Yeoh. No hay mejor manera de resumir este filme de Dan Kwan y Daniel Scheinert, vaya pareja de director y guionista.