Y como las pérdidas en dinero efectivo y de tiempos-laborables no los paga el señor Presidente, pues éste sigue jugando con el patrimonio nacional, que cada día empobrece más. ¿Cómo? Haciendo lo que más le gusta: permanente campaña política.
Se desconoce la estructura y control de la propiedad y la organización del transporte público en Baja California. El Gobierno Estatal en un marco de no-transparencia; no dispone de un padrón de los propietarios personas físicas y morales.