Hirayama es un hombre maduro que tiene una rutina inquebrantable. Todos los días se levanta temprano y se prepara para salir a trabajar en su bicicleta. Como empleado de mantenimiento de sanitarios en el lujoso barrio de Shibuya en Tokio, este hombre considera que hace una aportación valiosa a la comunidad manteniendo estos sitios impecables.