Desde hace meses, en el refugio Embajadores de Jesús en la “Pequeña Haití” en Tijuana y en el campamento El Chaparral en la Garita de San Ysidro, viven decenas de familias procedentes de Michoacán, Guerrero, Jalisco y Colima, a quienes les han asesinado a dos a seis miembros de su progenie.