Sucede que, ni tan sigilosamente, pero emisarios de los sindicatos de trabajadores del Congreso del Estado, el Ayuntamiento de Mexicali y el gobierno Estatal, acudieron con cada uno de los trabajadores para hacerles firmar un documento en el que se comprometían “voluntariamente” a acudir a aplaudir al desfile del 1 de mayo ante la mandataria estatal.