Autoridades no combaten peligroso aumento de trasiego y consumo de fentanilo en Baja California. Pueden continuar su pleito mediático con medias verdades; pero negar que la crisis de fentanilo que azota Estado Unidos está permeando por las fronteras, es irresponsable e ilusorio
“Haz de cuenta que estoy muerto; es un anestesiante muy fuerte”, es una de las primeras frases que externa Óscar Chairez Quintana, de 40 años de edad, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, pero radicado desde hace 20 años en Mexicali, donde se refugió tras tener una serie de problemas en aquel municipio -precisamente- por el consumo de enervantes.