Hace un par de semanas nos llegó un correo con petición extraña... inquietante. A tono con lo que se está lanzando desde Palacio Nacional. Tras consultarlo con personas amigas, aceptamos la pregunta y petición: reunirnos con la remitente, quien dijo ser una señora de 62 años, vivir en Tijuana y tener un hijo que debería ser encarcelado