De obtener el triunfo, Claudia Shenbaum, prevalecería “una actitud peligrosamente antidemocrática y de sometimiento a las decisiones de quien hoy gobierna”, estimo el ex gobernador de Morelos
Don Manuel Pérez Gil González, primer obispo de Mexicali (1966-84), siendo secretario de la CEM, en la toma de posesión 1988 del presidente Carlos Salinas, invitados, expresó a los comunicadores que “Los obispos no venimos a legitimar ningún gobierno, un gobierno se legitima por su obras”.
Viaja y viaja por destinos internacionales y nacionales, en especial a CDMX para dejarse ver con AMLO y los jerarcas de Morena; no duda ni tantito para firmar desplegados de “apoyo” o “respaldo” a cuanta medida tome el Presidente López Obrador, aunque se trate de otra ocurrencia o vaya en contra de las leyes o los ciudadanos.
Por segunda ocasión tuve el interés de ver el debate que estos tres personajes del vituperio público y en redes, nos quieren gobernar. Por desgracia, uno o una llevará las riendas de este país bronco.
La clase obrera pronunciará su dictamen de manera contundente: ¡Abajo con el reaccionario circo electorero! Y lo hará a través del abstencionismo. Boicot espontáneo que será mayúsculo. Como lo ha sido en la mayoría de las ocasiones en que la burguesía ha levantado su carpa circense.
En esta encarnizada lucha por ocupar uno de los veinte mil y pico de puestos de elección por voto, para la presidencia hay dos mujeres que la disputan.