El slogan de la política criminal del actual gobierno persiste: “Abrazos, no balazos”. En cada oportunidad, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y los titulares de las dependencias que integran el Gabinete de Seguridad lo reiteran.
A menos de 30 horas de haber sido capturado en un impresionante operativo desplegado en Nuevo Laredo y después de una reacción violenta por parte de la organización criminal a la que pertenece, fue deportado a Estados Unidos por autoridades mexicanas, el presunto narcotraficante Juan Gerardo Treviño, alias “El Huevo”, líder del Cártel del Noreste y de Las Tropas del Infierno, que opera en Tamaulipas, Coahuila, San Luis Potosí, Zacatecas y Veracruz.
La disputa entre los cárteles de la droga en Zacatecas mantiene en zozobra a una población que vive con miedo y atestigua expectante los 30 a 40 homicidios semanales que se registran en algunos de los 58 municipios de la entidad, sobre todo en aquellos con mayor densidad poblacional como Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas Capital.