Si alguien compara la médula del programa político de la candidata del partido Morena, Claudia Sheinbaum y el programa de la panista Xóchitl Gálvez, se dará cuenta que no existe diferencia alguna. Son, uno y otro, como dos gotas de agua. Entreguistas y vendepatrias.
Que la noticia sea la cultura y no los muertos. México tiene un enorme acervo cultural: arquitectura, gastronomía, paisajes naturales, riquezas biológicas por su gran biodiversidad, literatura, muralismo. De eso deberíamos hablar más.
Modifican citas de manera unilateral y en interés de la patronal; así como imponen reducciones significativas de los montos de indemnización, bajo el mendaz motivo de que tal decisión “es benéfica por igual a ambas partes del conflicto”.
Nomás no llega a Baja California la tan publicitada Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador. Se prometió una dignificación de la carrera de Maestros y Maestras, pero esto en la práctica no se ha dado.
Los mexicanos hemos sido obligados a radicar en una burbuja aterrorizada de violencia. Sin embargo, nosotros la alimentamos a través de las diferentes manifestaciones culturales en las que se expone y manifiesta el narcotráfico: cine, música, literatura, etc.
Si bien han sido los inmigrantes chinos los primeros en sentar los pilares del comercio de la droga en México, a partir de los años treinta las bandas criminales mexicanas comenzaron a tener un rol fundamental en dicha nueva actividad económica, aprovechándose de la ley seca impuesta por Estados Unidos y de sus relaciones con las autoridades locales.
Pocos recuerdan las placas rurales que otorgó el gobierno estatal allá por los 80s. Tales placas eran exclusivas para zonas rurales y rancherías, expedidas por dichas autoridades; pero la ciudadanía abusó y empezaron a circular tales matrículas en la ciudad. Eso no fue bien visto.
La actitud, el liderazgo y motivación que ha demostrado Checo Pérez (CHP), así como el modelo de ganar-ganar, es la ideal y anhelada por todo empleador que busca al integrante mejor capacitado.