La policía tendrá tolerancia en los espacios donde haya festividades, pero solo arrestarán a quienes traten de aprovecharse del anonimato para provocar desmanes en la Noche de Brujas.
El INE-gobierno quiere darles autoridad de elegir desde el botellón o penal, dígase El Hongo, La Mesa y demás cárceles (hasta extranjeras). Además, quiere liberar cientos de reos peligrosos, con el riesgo de duplicar los delitos en las calles.
Renunciaron dos subdirectores que son investigados por la Función Pública ante la liberación irregular de la pareja de la víctima, implicada en el asesinato de Jonathan Palma
El sistema de justicia penal mexicano, no sólo la prisión preventiva oficiosa o justificada, es una pésima decisión; sino quizá la más grave, inoportuna e ineficaz que se dicta en las salas penales del sistema de justicia acusatorio en México, en donde fuimos educados tradicionalmente al absurdo argumento de que se hacía justicia cuando el delincuente se encontraba tras las rejas.
En el podcast hablamos sobre el caso de robo de droga por agentes policíacos en Tijuana; del santuario de la marihuana en Mexicali y del proceso contra choferes que protestaron violentamente en la ruta Agua Caliente.
En la práctica, la prisión va acompañada de la restricción de muchos derechos, que en la vida carcelaria se convierte en beneficio que discrecionalmente se otorgan o se niegan; y en el mejor de los casos, son utilizados como moneda de cambio para promover un “comportamiento disciplinado”.
En el podcast hablamos del caso del homicidio del jefe policíaco Mario Martínez; de las condiciones de trabajo de la Ministerial en Ensenada; de la sobrepoblación en prisiones en Baja California y la condonación de agua de Marina.
Podemos afirmar que la prisión es un reflejo de la sociedad que está en libertad, lo que revela la existencia de una crisis de la ideología del tratamiento penitenciario en el que la huella del derecho penal del enemigo muestra su presencia y su dominio