Jaime González Luna en ese accidente nos deja con un hueco en el alma y un vacío de su amistad. Es una estrella fugaz, alegre, traviesa, que cruza con velocidad el firmamento y desaparece.
Su mamá es su gran amiga,
por la edad, casi su hermana;
conversan muy divertidos,
la quiere con toda el alma.
Los libros ambos comparten
y él le recita...