La segunda fuente de ingresos son las maquiladoras, que tienen que pagar sueldos competitivos para retener a un obrero que sabe que su mano de obra es solicitada y puede acudir a otras fuentes de trabajo si no está satisfecho, y donde deberá encontrar condiciones de confort y sueldos decorosos.
En los años de la pandemia, las tiendas de alimentos y muchas otras más se fortalecieron, crecieron y empezaron a dar la calidad solicitada por un público conocedor.