No necesariamente la erudición nos hace vivir en la verdad o con sabiduría. Se confunde el que sabe mucho o tiene conocimientos, con la persona sabia. Que bien puede ser un campesino, una persona de limpieza que por vivir ordenadamente tiene un pensamiento claro y recto.
Al pueblo se le puede manipular o controlar a través de la economía, alimentos, retórica-diplomacia, o a través de la guerra y el miedo. Son viejas técnicas de persuasión humana.