Tal parece que los dos años de Jaime Bonilla Valdez fueron los únicos que intentaron -al menos- mantener una distancia política de Francisco Vega de Lamadrid y de todos sus megaproyectos empañados en corrupción
El Gobierno de México y el Estatal, habrían negociado con la empresa contratada durante la administración de Francisco Vega de Lamadrid, para instalar una costosa desaladora en el municipio de Playas de Rosarito, la cual fue señalada como corrupción.