La mujer fue ingresada a la clínica 1 del IMSS el pasado domingo por quemaduras en su cuerpo, murió por choque séptico; su hijo provocó el siniestro mientras estaba drogado
“Haz de cuenta que estoy muerto; es un anestesiante muy fuerte”, es una de las primeras frases que externa Óscar Chairez Quintana, de 40 años de edad, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, pero radicado desde hace 20 años en Mexicali, donde se refugió tras tener una serie de problemas en aquel municipio -precisamente- por el consumo de enervantes.