Hace alrededor de un mes que Claudia Sheinbaum anunció con bombo y platillos que Lázaro Cárdenas Batel será el Jefe de la Oficina de la Presidencia, a saber, la mano derecha de Sheinbaum. Cárdenas Batel es un enorgullecido integrante de una de las más rancias y reaccionarias dinastías burguesa priistas.
Sería hasta enero de 1824 cuando se establecería una “República representativa popular federal”, mediante el Acta Constitutiva de la Federación. Tal disposición se ratificaría meses más tarde con la promulgación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, dividiendo así al Supremo Poder de la Federación en tres órganos: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
El pasado 23 de junio durante un acto de inauguración de un nuevo cuartel de la Guardia Nacional (GN), en el estado de Oaxaca, la próxima cabecilla del régimen absolutista de la “4T”, Claudia Sheinbaum, exaltada, ante decenas de militares vociferó: “¡Larga vida a la Guardia Nacional!”.
¿Existe, en lo medular, diferencia alguna entre Nicolás Maduro y Corina Machado? No. Ninguna en absoluto. Ambos son fantoches del imperialismo. Maduro del imperialismo ruso y chino y Corina Machado del imperialismo norteamericano.
¿Dónde están los “combativos” dirigentes del Maclovio Rojas? ¿Dónde se han metido que ni resuellan? ¿Acaso el Estado burgués ya cumplió a cabalidad con las promesas que les hizo a los pobladores?
No hay gobierno. La Procuraduría de Justicia, dormida. La nueva era feminista de autoridad y gobierno no dan una. No ha beneficiado mucho ese trance del hombre a mujer como autoridad en cualquier modalidad. Por ello digo “la clara” gobernadora.
En otras palabras, Ávila Olmeda, le espetó al multimillonario Jaime Bonilla: “Te voy a sentar en el banquillo de los acusados para que respondas por todas las atrocidades que has cometido, así como por el crimen de Lourdes Maldonado”.