Vaya, qué película tan entretenida donde entre más mal le va a los personajes mejor se pone la cosa. Escrita y dirigida por Francis Galluppi, la cinta tiene como lugar una gasolinera y una cafetería adyacente, en un rincón de Arizona hace unos 50 años.
Lo que se recaba en entradas, comidas y souvenirs se convierte en recursos para mantener los esfuerzos de conservación de la San Diego Zoo Wildlife Alliance
Qué película tan divertida, la verdad, con Ryan Gosling en el estelar como un doble de películas de acción llamado Colt Seavers, a quien conocemos soportando al actor estrella de una película de nombre Tom Ryder (Aaron Taylor-Johnson), un divo insoportable, pero muy taquillero, que no reconoce el trabajo de su colega.
La historia gira en torno a Lou (Kristen Stewart), una taciturna gerente de un gimnasio, enamorada de Jackie (Katy O’Brien), una fisicoculturista que quiere probar suerte en Las Vegas, pero primero había estado enredada con varios de los familiares de Lou, vaya clan.