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lunes, octubre 14, 2024
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Impuestos y Empleos

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Con los cambios de presidentes en las cúpulas empresariales de Baja California, los recién llegados han tenido mostrar de qué están hechos y, al empezar a justificar su presencia, todos han abordado el tema del Impuesto Sobre Remuneraciones al Trabajo Personal (ISRTP) y su impacto negativo en la pretendida generación de empleos. Unos más aguerridos, otros más laxos y complacientes ante el gobierno. Mario García Franco, al frente del Consejo Coordinador Empresarial de Mexicali, de plano avisó que será una de sus misiones en la vida luchar para que el impuesto sobre nómina sea cancelado, ya que no permite generar empleos. De igual manera, aseguró que el 5 por ciento (entre 53 y 55 millones de pesos) de ese impuesto que el gobierno entrega a las cúpulas empresariales a través del Fideicomiso Empresarial (FIDEM) es una “mochada” que sirve para controlar y manipular a los inversionistas bajacalifornianos, lo cual significa otra razón para que sea eliminado.      Mientras desde el CCE Tijuana, Humberto Jaramillo se declaró en unidad con el “Señor Gobernador”, refiriendo que si el Estado consideraba eliminar o disminuir el impuesto sobre nómina se lo aplaudirían, como si fuera un favor de parte del Ejecutivo estatal. Pero evidenciando que no tiene pensado pugnar por la eliminación del gravamen, agregó que desea que el sector empresarial reciba más del 5% que se les entrega vía FIDEM y que el porcentaje restante se utilice enteramente para la atracción inversiones. “No estamos dispuestos a permitir que ese recurso se destine a propósitos diferentes”, dijo con tajante intención. Algunos empresarios tijuanenses se manifestaron confundidos ante la postura de su líder: con más impuestos a pagar, los inversionistas tiene menos ingresos disponibles, y por lo tanto, menos posibilidades de generar empleos. Por lo tanto, la lógica indica que la eliminación del ISRTP les permitiría contratar más trabajadores, lo que llevaría al crecimiento de la economía regional. En este punto vale recordar que el gobernador Francisco Vega de Lamadrid no cumplió con la creación de 50 mil empleos que prometió para 2014. Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a diciembre del año pasado, solo logró crear 21 mil 039 empleos más en comparación con diciembre de 2013. Y no es la primera vez que el gobierno kikista escucha de la necesidad de modificar dicho tributo. En agosto de 2014, desde el Congreso del Estado, los priistas encabezados por el diputado René Mendívil plantearon modificar la Ley para exentar en algunos casos específicos el impuesto sobre nómina, pero fueron ignorados. Ya en noviembre de 2014, los tricolores solicitaron pública y formalmente al gobernador que, previo a la elaboración del Presupuesto de Ingresos 2015, el impuesto de 1.8% se redujera al 1%. Entonces, Mendívil  justificó que si bien, este impuesto es oficialmente de 1.8, del cual entregan el 5% al FIDEM y 30% a los ayuntamientos, para asegurar altos ingresos estatales, agregan un sobreimpuesto del .25% no participable -este porcentaje no lo comparten con nadie-, entonces el impuesto real es de 2.05%. Y a esa tributación se le agrega otro sobreimpuesto del 35% para Educación Superior. El 27 de noviembre de 2014, el gobernador de Baja California se manifestó abierto a la discusión, pero declaró que el ISN representaba ingreso aproximado de mil 248 millones de pesos, y la reducción del 0.8% significaría 555 millones menos del presupuesto, por lo que era un planteamiento que debía analizarse con detenimiento. Cuatro meses han pasado desde que el mandatario estatal aseguró lo que no ha cumplido, y nadie ha hecho nada. Así que la bola está en la cancha de los empresarios, quienes ahora deberán definir si pugnarán por la búsqueda de condiciones y reducción de cargas fiscales que les permitan generar el desarrollo que requiere Baja California; o darán continuidad al actual esquema de coordinación condicionada a la recepción de parte del empresariado, de un fondo económico de más de 50 millones de pesos. Esto último, sin importar que el mencionado acuerdo no haya impedido que  Baja California haya pasado de ocupar el lugar número 3 en competitividad en 2010, al espacio número 12 de los 32 estado en 2014. Habrá que esperar para que ver si se evidencia qué tan mezclados están los interés de la iniciativa privada bajacaliforniana con los del gobierno estatal.

Normalista tijuanense revive Ayotzinapa

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Ayotzinapa, Guerrero.- Francisco Chalma abrió la puerta de la Clínica Cristina en Iguala cuando el Ejército llegó la noche del 26 de septiembre de 2014. “¿Son los ‘Ayotzinapos’?”, preguntaron los militares. Los estudiantes les pidieron una ambulancia para Édgar, su compañero con la boca destruida por una de las balas disparadas en su contra, horas antes, por la Policía Municipal de Iguala. La hemorragia producida por la herida, escurría hasta el piso de la clínica.   “Así como hicieron su desmadre, tengan los huevos para irse a enfrentar con esas personas”, les respondieron, recuerda Francisco. Mientras un grupo de soldados recorría la clínica, otro ordenaba a los estudiantes colocar sus pertenencias sobre una mesa y levantar sus camisetas para revisar si estaban armados.   Formados en una fila, fueron contabilizados hasta el número 25. Los normalistas les explicaron que la Policía Municipal les había disparado sobre la carretera Iguala-Chilpancingo y se había llevado a un grupo de sus compañeros. Antes de retirarse, los soldados les advirtieron: “Nos vamos a ir y no queremos encontrarlos aquí, porque si no, nos los vamos a llevar”. Uno de los normalistas permaneció al lado de Édgar, en espera de recibir atención médica. La mañana siguiente, Francisco Chalma rindió su testimonio ante la Procuraduría Estatal de Guerrero. Su declaración ministerial dejó constancia de la intervención del Ejército y es una de las más detalladas en cuanto a los sucesos de Iguala. Escudos, caricaturas y naves espaciales Meses después, en su dormitorio en la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Francisco narra aquella noche lluviosa, cuando murieron tres de sus compañeros y desaparecieron 43 más. De fondo, se escucha un episodio de la serie “Los Cuentos de la Calle Broca”. Ver las historias animadas del francés Pierre Gripari, así como conquistar planetas y galaxias a través de un videojuego en internet, es a lo que “El Güero” dedica su tiempo libre. Uno encima de otro, dos escudos de granaderos descansan sobre la pared. Debajo de la insignia de “policía”, la palabra “corrupta” escrita con aerosol negro. Son trofeos de sus enfrentamientos recientes con la Policía Municipal de Acapulco, en específico durante el bloqueo al aeropuerto.  Aunque en 1994, cuando Francisco Chalma tenía dos años de edad, fue registrado como nacido en Atoyac de Álvarez, Guerrero, años después descubrió que es originario de Tijuana, Baja California. Sus tíos le mostraron un registro de nacimiento con su nombre y el de un hospital en la ciudad fronteriza. “Yo allá nací, pero no supe qué tiempo estuve”. De sus padres biológicos, prefiere no hablar. Criado por sus abuelos y lejos del Norte, “El Güero” se siente de la Costa Grande, Guerrero. La región se encuentra a dos horas de Acapulco y está formada por ocho municipios, entre ellos su hogar, Atoyac de Álvarez. En este pequeño municipio, hoy de poco más de 61 mil habitantes, inició la “Guerra Sucia” en mayo de 1967 y fue el refugio del guerrillero Lucio Cabañas, a quien una estatua le rinde homenaje.  “El Güero” estudiaba la carrera técnica de Informática en Chilpancingo, Guerrero, cuando decidió cambiar de profesión. Conoció la Normal de Ayotzinapa y en julio de 2012, ingresó a la semana de inducción. Desde su primer año de estudios, Francisco sufrió la represión policial en actividades de boteo que realizaba junto a sus compañeros para obtener recursos para viajar a eventos culturales o deportivos. “Nos detenían y ya, pero no sabíamos que nos iban a desaparecer”, reflexiona sobre lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014. “Pude haber sido el 44” Como miembros del Comité Estudiantil, el órgano de control de la base estudiantil en Ayotzinapa, Francisco y seis estudiantes más de segundo y tercer año, eran los responsables de supervisar las tareas de boteo de los 100 alumnos de primer año. Hubo dos ataques esa noche. En el primero, iniciado a las 8:00 pm, Francisco viajaba en el tercer autobús de la caravana que había salido de Iguala, pero descendió para repeler con piedras a los policías que les cerraron el paso y les dispararon. A los minutos, policías municipales ingresaron al autobús del que Francisco había descendido, encañonaron a los 43 estudiantes y se los llevaron. Él se encontraba en el segundo camión. El joven de 22 años sabe que cambiar de camión -sin intención- fue la diferencia entre convertirse en el desaparecido número 44 y que este sábado, fume un cigarro mientras cuenta su historia. Francisco guarda bien los recuerdos de esa noche. Desde el momento en que la Policía disparó a los rines, cristales y llantas, hasta los trozos de cráneo que encontró en los pasillos del camión. “Yo reconocí a varios compañeros de ese autobús que se llevaron. Ese día íbamos echando desmadre, hasta les invité cigarros a los chavos para pasar el rato”, recuerda con la mirada abajo y los brazos inquietos. Entre el final del primer ataque y el inicio del segundo, los normalistas hicieron un rápido conteo de los estudiantes para identificar a los desaparecidos. Aunque algunos policías recogieron sus propios casquillos, los restos que ahí continuaban fueron señalados con piedras y ramas por los normalistas, en un afán por dejar evidencia de lo ocurrido.  “En eso, pasan patrullas y de repente se corta la circulación. Al poco rato, escuchamos las detonaciones”, era el inicio del segundo ataque.   En ese momento, Aldo Gutiérrez cayó tras recibir una bala en la cabeza. “Hice tres intentos para acercarme a Aldo, pero las balas no me dejaban. En el tercero, le puse mi playera en su cabeza para la herida. Nos gritaron que nos tiráramos al piso. Salimos corriendo de ahí”, recuerda. Llegó un segundo cuerpo de policías, encapuchado y mejor equipado que los primeros. “Se estaban burlando de nosotros. En eso, se suben a las patrullas y se retiran”. De ahí, los sobrevivientes del ataque de Iguala acudieron a la clínica, donde el Ejército los encontró. Alrededor de las 2:00 am encontraron alojo en una casa de la ciudad, donde esperaron a un grupo de profesores, al secretario general de la Normal y a la Policía Ministerial para que los trasladaran a rendir su declaración. Eran las 5:00 am y la lluvia no se detenía. En su camino a la Procuraduría Estatal, en Chilpancingo, Francisco recuerda haber visto dos cuerpos tendidos en el pavimento, mojados por la lluvia. “Estaban cubiertos con la sábana, nos agüitamos, pensamos quiénes son y ahí estaba el Ejército resguardando la zona”. En el informe que los ministeriales rindieron sobre esa madrugada y anexo a la denuncia realizada por los normalistas, Francisco Chalma aparece como el estudiante número 13. “Yo tengo entendido que después de que se calme esto, va a empezar la cacería. A varios de nosotros nos van a desaparecer, matar. Van a decir que fue el crimen organizado, pero va a ser por parte del gobierno”, dice en un tono casi indiferente. Desde el 26 de septiembre del año pasado, “El Güero” ha sufrido varias lesiones por parte de la Policía. El 14 de diciembre, en Chilpancingo, mientras colocaba vallas para la realización de un concierto con motivo de la desaparición de los normalistas, fue golpeado por un grupo de agentes federales. Después de la entrevista que sostuvo con ZETA, Francisco Chalma resultó herido, el 25 de febrero, en el violento desalojo de maestros de Acapulco a cargo de la Policía. El golpe que recibió en el ojo, redujo su visión. Sin embargo, continúa en la Normal de Ayotzinapa, participando en actividades como protestas y marchas para exigir la aparición con vida de sus 43 compañeros. Desde que la PGR dio por resuelto el caso, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Comisiones Especiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones internacionales, han exigido una mejor investigación de los hechos.  “Han llegado ocasiones en que (pienso) si los habrán asesinado, pero sé que siguen vivos y no vamos a descansar”, finaliza Francisco.  Complicidad entre Estado y militares: padres de normalistas Desde el domingo 22 de marzo se encuentran en Baja California, y hoy viernes 27 tienen planeado reunirse con los jornaleros del Valle de Mexicali para retribuir el apoyo que les han ofrecido. A seis meses de la desaparición forzada de los 43  jóvenes normalistas, sus hermanos, padres, madres, compañeros, piden boicotear las elecciones del próximo 7 de junio, ya que para ellos, “es nada más escoger la cara del verdugo”.  Según Gabriel Acevedo Coronado, estudiante normalista del cuarto año de la carrera en Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, la agresión a sus compañeros tiene un antecedente de violencia histórico, por ello sostiene que tanto el gobierno del Estado como el Federal, están involucrados en la desaparición forzada de 43 estudiantes del 26 de septiembre de 2014. “A raíz de que la escuela se ha mantenido en la lucha por el internado, por la gratuidad de la educación, las manifestaciones que hemos hechos impulsan reformas que afectan la educación, producto de eso es que en Ayotzinapa, el 12 de diciembre de 2011, nos asesinaron a dos compañeros: Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, del que acusamos de autor intelectual al gobernador Ángel Aguirre”. — ¿Ya se ha podido comprobar  la participación del ejército en la agresión?  “Es una información real, no solo se ha comprobado con los sobrevivientes, sino en los medios de comunicación, donde se revelan fotografías que tomó el Ejército, donde ellos tenían a grupos de estudiantes que se habían escapado de la balacera”. — A seis meses de la tragedia, ¿qué creen que fue lo que ocurrió? “A partir de que es una escuela que se ha involucrado en los asuntos públicos con la sociedad, es lo que ha causado que el gobierno tenga una impresión de que la escuela no debe existir”. Carmen Cruz, madre de Jorge Aníbal Cruz, estudiante de 19 años de edad  y uno de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, no puede dejar de llorar al recordar los hechos del viernes 26 de septiembre.  Dijo que su hijo le mandó un mensaje de texto a la una de la mañana que decía que ocupaba una recarga de urgencia, pero en ese momento no entendió la gravedad de lo que pasaba, por lo que esperó hasta las ocho de la mañana, pero él jamás contestó de nuevo. — ¿Qué opina de la versión oficial del Gobierno Federal en cuanto a lo que pasó con los cuerpos? “El gobierno está mintiendo, le tiramos la mentira, esa noche, toda la noche estuvo lloviendo, la lluvia se quitó hasta las cinco o seis de la mañana, también dicen que los habían quemado con todo y pertenencias y eso es mentira, porque uno de los papás, el teléfono de su hijo dio señal en el 27 Batallón de Infantería de Iguala; entonces, por ese lado creemos que los militares tuvieron participación de manera directa”, afirma Carmen Cruz. “Esas personas que se quedan calladas, que vieron que mataron a alguien y no hablan o no dicen, son cómplices, y ahorita estamos luchando no nada más por los 43 hijos nuestros, sino también porque no vuelva a ocurrir, porque otras familias no vuelvan a sentir este dolor tan grande que sentimos nosotros”. — ¿Hubo negativa de dejarlos entrar al cuartel? “No nos dejaron entrar a ningún cuartel, no han querido hasta ahorita, pero yo lo vuelvo a repetir: el que nada debe, nada teme, si ellos en realidad no tuvieran culpa alguna o no tuvieran nada que esconder, ¿por qué no nos han dejado entrar a revisar y ver qué hay?”. Cristiana Bautista Salvador es madre de Benjamín Ascencio Bautista, de 19 años, el segundo de tres hijos. Es madre soltera y tiene seis meses sin regresar a su casa. Desde que se enteró de la desaparición, se fue a la Normal de Ayotzinapa. Ahora vive en la escuela para estar al pendiente de la nueva información que surja. “No quiero regresar a mi pueblo, mi hijo no está, pero vamos a seguir luchando hasta encontrar a nuestros hijos y castigo a los culpables, nuestros hijos no estaban haciendo nada malo, él quiere ser maestro, pasó el examen, tenía dos meses ahí”.  Joel Ortega Valerio comenta que su hermano mayor es Mauricio Ortega Valerio, de 18 años, se fue de la casa familiar desde los 11 años porque quería conocer otros lugares, a esa edad empezó a trabajar de carpintero y luego entró a la Normal de Ayotzinapa. Desapareció junto con otros 42 jóvenes y hasta el momento lo sigue buscando. “Un chavo de la Costa me dijo que venía con mi carnal cuando los agredieron, vio cómo mi hermano se iba a escapar, pero al momento de bajar lo agarraron unos policías y lo tumbaron, ya en ese momento me sentí mal, ya no tenía ganas de comer, casi no nos hemos visto. Nos distanciamos desde los seis años, cada quien por su parte”, finaliza Joel. (Cristian Torres/ZETA)

Se rompe alianza electoral para salvar a alcaldes

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El pleno del Congreso del Estado desechó el 25 de marzo de 2015 –once días antes del inicio de las campañas– la demanda de juicios políticos en contra de los ex alcaldes priistas  de Ensenada Enrique Pelayo Torres y de Mexicali Francisco Pérez Tejada Padilla. Además de los ex funcionarios del XX Ayuntamiento de Mexicali Alfredo Ascolani y Jorge Fernando Martín del Campo Quirarte. Pese a que los legisladores del  PAN manifestaron públicamente su intención de proceder con los juicios, no alcanzaron los votos necesarios porque no tuvieron el apoyo de los legisladores con los que hizo alianza electoral en el 2013 para llegar al Congreso, los del  Partido Estatal, Encuentro Social y Panal, quienes votaron en contra. A la sesión no acudieron Felipe Mayoral del PEBC ni Rodolfo Olimpo Hernández, quienes en su momento pudieron cambiar la balanza de la decisión del pleno. Con las tribunas legislativas tomadas por los miembros de la burocracia mexicalense que promovieron los juicios, los diputados tuvieron que votar bajo presión, al final los trabajadores del gobierno se fueron con un amargo sabor de boca y al finalizar la votación gritaron consignas de “ni un voto al PRI” además de que su dirigente estatal Victoria Bentley pidió a voz en cuello que ningún burócrata votara por ese partido. El dictamen 09 de la Comisión Jurisdiccional que se presentó ante el pleno, indicaba que de acuerdo al análisis técnico, “ha lugar” al juicio en contra de Enrique Pelayo, “por 4 votos a favor y 2 en contra” de los integrantes de la comisión. Pero finalmente en el pleno por mayoría se rechazó. La solicitud de juicio político fue solicitada por el síndico social del XXI Ayuntamiento de Ensenada Félix Ojeda Ortega y tiene que ver con abuso de autoridad, tráfico de influencias, coalición de funcionarios y negociaciones ilícitas. El ex alcalde había logrado evadir el Juicio Político en una primera instancia luego de que se había negado aceptar el procedimiento de Ojeda Ortega por ser funcionario, sin embargo luego de que abogados externos analizaran el caso se consideró que el síndico social contaba con facultades para interponer el procedimiento.  La defensa de Pelayo En la exposición de motivos la diputada del PRI Nereida Fuentes se pronunció en contra del dictamen debido a que a su consideración se encontraba fuera del plazo para interponerlo además de que no cumplió con los requisitos técnicos y jurídicos. Se fueron por temas de procedimiento, nunca entraron al fondo. Fuentes señaló que el artículo 15 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos señala que el inicio del juicio político se inicia cuando el Congreso aprueba el dictamen que determine iniciarlo, siendo entonces el 24 de marzo del 2015, por lo que afirmó que se encontraba fuera de tiempo, ya que el plazo finalizaba el 30 de noviembre del 2014 al cumplirse un año de dejar su cargo. La diputada también manifestó que no se presentaron las pruebas de actos sancionados, por lo que afirmó que la denuncia fue mal realizada, además de que en su momento la fracción parlamentaria del PAN en la pasada legislatura rechazó el procedimiento de Juicio Político en contra del ex alcalde Jorge Ramos por los mismos motivos. Por su parte el diputado de Movimiento Ciudadano Juan Manuel Molina, discrepó de los argumentos de la priista en cuanto a los tiempos pero coincidió en el tema de que la denuncia fue mal integrada por lo que afirmó que no por hacer justicia se puede pasar por encima de la ley. “Desgraciadamente la denuncia que presentaron en contra del ex alcalde de Ensenada, no se aportó una sola prueba de nada, no se acompañó ni un solo documento de transmisión de dominio con parentesco con presuntos compradores”, afirmó el diputado. Por su parte el diputado del PRD, Roberto Dávalos afirmó que la comisión señaló que era procedente en cuanto a los tiempos y formas en que se había presentado el dictamen, el perredista también acusó al Orfis de ser omiso de manera dolosa  al presentar las cuentas públicas el 23 de diciembre, lo que imposibilitó su revisión. También el diputado Cuauhtémoc Cardona Benavides afirmó que sí se aportó un documento “simple y sencillo” en la denuncia presentada por el Síndico social del cual se desprenden daños al Ayuntamiento de Ensenada. Sin embargo Molina reviró afirmando que el documento que se presentó fue una copia de la denuncia penal que se hizo en contra de Pelayo y que solo es prueba de que se realizó la denuncia y no imputaciones. El presidente de la mesa directiva, Alcibíades García Lizardi señaló que el punto había estado suficientemente discutido, por lo que pidió que se realizara la votación, quedando con 13 votos en contra del dictamen de los diputados del PRI, Panal, Verde Ecologista, Francisco Barraza Chiquete del PEBC, los 2 diputados de Movimiento Ciudadano. Los que votaron a favor de iniciar el juicio político fueron los legisladores del PAN, PT y PRD por lo que solo alcanzaron 10 votos. Pérez Tejada protegido También fue rechazado por el pleno del Congreso, el dictamen 11 de la Comisión Jurisdiccional, también aprobado por 4 votos a favor y 2 en contra, en donde se instruía para que se iniciara procedimiento en contra de Francisco Pérez Tejada y al ex síndico César Alfredo Ascolani, y Jorge Fernando Martín del Campo en su carácter de Tesorero La denuncia fue presentada por la dirigente de la burocracia, Victoria Bentley Duarte, quien acudió a la sesión junto con decenas de agremiados para exigir procediera el juicio político. Antes de eso el coordinador de la bancada del PRI, René Mendívil señaló que se encontraban a favor de la legalidad, por ello afirmó que la PGJE tiene una denuncia en contra de Pérez Tejada, por lo que respetarían la decisión de esa instancia. Afirmó que en congruencia con la discusión del documento 11 no se cumplió con los requisitos de procedencia, ya que fue ratificada el primero de diciembre del 2014, un día después de que el ex alcalde de Mexicali cumpliera un año como ex servidor público, por lo que rechazó que se encontrara en tiempo. El primero que tomó la palabra fue Juan Manuel Molina, que presentó un video en donde se entrevistaba al ex alcalde de Mexicali Francisco Pérez Tejada, donde reconoció que retuvo las cuotas a Issstecali, lo cual consideró prueba suficiente para iniciar el juicio político. En el mismo sentido de su primera participación Rene Mendívil señaló que sería la autoridad correspondiente (PGJE) la encargada de investigar y deslindar responsabilidades y pidió congruencia de los diputados ya que la denuncia a su parecer se encontraba extemporánea. El presidente de la mesa directiva, García Lizardi, tuvo que pedir a los asistentes que guardaran silencio o de lo contrario se tomarían acciones “no satisfactorias para los asistentes”. Por su parte el diputado Gustavo Sánchez del PAN afirmó que se perdió de vista el fin de la Comisión Jurisdiccional, dijo que el mismo Alcalde –en el video– realizó una confesión expresa, por lo que pidió a los legisladores votar a favor de la procedencia del dictamen. La diputada Carmen Frías afirmó que al ser regidora pidió al ex alcalde que entregara las cuentas a Issstecali, pero al final votó en contra del dictamen, por lo que los burócratas la acusaron de traidora. Burócratas “Nosotros necesitamos de ti Carmen, tú también eres burócrata”, le gritó desde su curul la dirigente de los burócratas. Los diputados que votaron en contra del dictamen fueron del PRI, Verde, PT y Panal y PEBC, mientras que a favor fueron PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, quedando 13 a 10, con lo que quedó descartado el dictamen. Al finalizar la votación los miembros de la burocracia salieron del recinto parlamentario, ahí Victoria Bentley afirmó que buscarán el amparo federal para proseguir con los juicios porque los diputados no hicieron justicia. Señaló que luego de escuchar los argumentos del diputado René Mendívil, se prepara un juicio político contra el actual alcalde de Ensenada Gilberto Hirata, que tiene un año sin pagar las cuotas de Issstecali, y otro contra César Moreno de Tecate. “En tiempo y forma los voy a empapelar, a ver qué justificación tienen, tienen al Issstecali quebrado, Tecate 4 años que no paga, no hay jubilados en Tecate y Ensenada tiene un año que no paga, debe 170 millones”, afirmó la dirigente de la burocracia. Acusó a los diputados de delincuentes de cuello blanco, además afirmó que van a presionar a la PGJE para que avance en las investigaciones, ya que se deben 950 millones de pesos en el caso de Francisco Pérez Tejada. “Carmen Frías queda como expulsada, como Alicia Martínez, en las filas de la burocracia no la reconocemos, es una traidora…En el Congreso no hay justicia, pero va a ver justicia el 7 de junio, invito a los burócratas a ni un voto al PRI por cobardes y rateros”, dijo Bentley quien acusó a los diputados de ser una caricatura. La actitud combativa de la lideresa continuó el miércoles 25 de marzo, cuando recibió del Instituto Nacional Electoral en Baja California, la instrucción de retirar del frente y los costados del edificio del Sindicato de Burócratas en Mexicali, las lonas con mensajes en contra del ex alcalde de Mexicali, Francisco Pérez Tejada Padilla. Pérez había presentado una denuncia en su contra por “actos anticipados de campaña y propaganda negativa calumniosa”, la cual fue votada a su favor la noche del martes del 24 de marzo. Le dieron a Bentley hasta hoy, viernes 27 de marzo, para retirar las mantas, pero públicamente la burócrata advirtió que no lo haría, y no le importaba si la llevaban detenida porque sería presa política.   Al respecto, un abogado consultado por ZETA explicó: “La resolución del INE es de carácter obligatorio, sin embargo, queda sujeta a la interpretación que en materia penal se realice de la conducta, en este caso, el contenido de la manta puede ser calumnioso a criterio del INE, pero -para llegar a un tipo de sanción privativa de la libertad- falta la valoración de la manta por una autoridad penal en el supuesto de que el INE o el afectado interpongan la denuncia correspondiente”.

Apelan auto de formal prisión contra Trejo

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Con los mismos argumentos utilizados hace 14 meses para girarle la orden de aprehensión al ex secretario de gobierno, Guillermo Trejo Dozal, la tarde del martes 24 de marzo el Juez Sexto de Distrito, Pedro Jara Venegas, dictó el auto de formal prisión, lo que significa que el ex funcionario deberá permanecer en el Cereso local, aunque extraoficialmente se adelantó que sus abogados presentaron una apelación contra esta decisión ante un Tribunal Unitario en Mexicali. Esto significa que el medico oftalmólogo acusado de delitos financieros deberá permanecer preso por lo menos dos o tres meses en tanto se resuelve la apelación –por ser delito grave no alcanza fianza. Además, con el auto de formal prisión inicia formalmente el juicio en su contra, por lo que técnicamente es considerado como presunto responsable. “No creo que las autoridades se estén ensañando, lo que pasa es que la conducta que se le atribuye está señalada como grave por el Código Federal de Procedimientos Penales”, comenta Herman López Frank, Presidente del Colegio de Abogados de Mexicali, señalando que en el articulado del 141 al 147 se establecen las sanciones de esos delitos, con una pena de entre 3 a 15 años de cárcel. La acusación de que si Trejo o los otros involucrados vendían seguros médicos o atención de salud pre-pagados la deberá resolver el juez en su sentencia definitiva. López Frank comenta que el delito de que se le acusa es grave, por lo que no tiene derecho a caución y el proceso penal lo tendrá que llevar en condición de interno. En cuanto a las opciones, el abogado menciona que una es la apelación ante el Tribunal Unitario contra el Auto de Formal Prisión, procedimiento que lleva un promedio de entre de tres, cuatro o cinco meses. La otra es interponer un amparo Indirecto contra el auto de formal prisión y una tercera opción sería llevar el proceso y esperar que se dicte la sentencia, pero eso significaría un espacio de casi año y medio. De ser así Trejo Dozal aceptaría haber tenido participación en los hechos que se le imputan –es decir, confesar el delito– e irse a un proceso sumario (similar al abreviado) y directamente a la sentencia, que va entre 3 y 15 años de prisión. Por eso podría lograr la pena mínima de tres años y conmutarla por una multa previa al pago del daño patrimonial causado, el cual se calcula en cerca de cuatro millones de pesos. “Es lo más rápido que habría para resolver su situación jurídica”, considera López Frank. Trejo cuenta con un grupo de al menos tres abogados encabezados por Armando Osorio; hasta el momento ha sido nula la información aportada a la prensa.  El médico oftalmólogo y ex Secretario de Gobierno del Estado en Baja California fue detenido la tarde del miércoles 18 de marzo por autoridades norteamericanas al intentar cruzar por la Garita Centro hacia Caléxico, por la línea Sentri. Cerca de las 11:30 de la noche fue entregado por autoridades norteamericanos a agentes federales en Mexicali comisionados a la Interpol en Tijuana. El profesionista y ex funcionario de gobierno de Francisco Vega cruzó por la misma puerta por donde deportan la Border Patrol a los indocumentados mexicanos, fue entregado los agentes de la PGR y trasladado a las oficinas locales de la PGR en Mexicali, de donde lo llevaron hasta el Cereso de Mexicali. Al momento permanece en un área especial. En enero del 2014 –cuando Trejo aún era funcionario– trascendió que el Juzgado Sexto de Distrito le había girado una orden de aprehensión, al ser acusado de haber violado la Ley General de Seguros y Fianzas a través de la empresa conformada por Trejo y otros cuatro especialistas de la salud. El expediente se generó a través de una larga investigación de agentes federales ordenada desde la Unidad especial del Sistema de Admiración Tributaria que a su vez depende de Hacienda y Crédito Público. El gobierno federal lo acusó de la venta ilegal de seguros de gastos médicos a empleados de compañías de ambos lados de la frontera, incluso representantes de este listado de clientes tuvieron que comparecer ante los investigadores federales. La lista incluyó a empresas como Poiriez Properties, Interiores Aéreos, Aisling Industries Corp, Valley Spreader Inc., Internacional Managment Services, Suterm Sección 83, Honeywell Turbo Technologies, Instituto Salvatierra, Furukawa de México S.A. de C.V., Derbis, Grupo García Montaño, Ochoa y Asociados S.C. y Panasonic Electric Works Mexicana S.A. de C.V. De acuerdo a la opinión técnica emitida por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas en torno al tema –documento que se encuentra en el expediente– se acreditó que sí existen elementos para acreditar que Latino Servicios de Salud –empresa donde figuran como socios Trejo, Raúl Granier, Gilberto Singh y Humberto Bonfante, actual Secretario de Desarrollo Económico–, “ha venido ofreciendo operaciones de seguros sin contar con la autorización correspondiente”, lo que desde su óptica encuadra en el tipo penal previsto por la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas. La parte fundamental es la siguiente: “…se considera que se realiza una operación activa de seguros cuando, en caso de que se presente un acontecimiento futuro e incierto, previsto por las partes, una persona, contra el pago de una cantidad de dinero, se obliga a resarcir a otra un daño, de manera directa o indirecta o a pagar una suma de dinero. “No se considerará operación activa de seguros la comercialización a futuro de bienes o servicios, cuando el cumplimiento de la obligación convenida, no obstante que dependa de la realización de un acontecimiento futuro e incierto, se satisfaga con recursos e instalaciones propias de quien ofrece el bien o el servicio y sin que se comprometa a resarcir algún daño o a pagar una prestación en dinero”. Pero la misma legislación establece que “sí se considerará como operación activa de seguros la prestación de servicios dirigidos a prevenir o restaurar la salud a través de acciones que se realicen en beneficio del asegurado, mediante el pago de una cantidad de dinero, conforme a lo establecido en los artículos 7o., fracción II, inciso c), y 8o., fracción V, de esta Ley”.

Sube Silvano, baja César

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Silvano Abarca Macklis, el alcalde de Playas de Rosarito, mejoró la calificación promedio que le dieron los rosaritenses, pero se mantiene en la raya y no ha logrado calar en el ánimo de los habitantes de ese municipio. Mientras que en la evaluación cuatrimestral de Plural.mx de noviembre pasado había obtenido 5.5 de calificación, en este mes de marzo, el presidente municipal de extracción panista alcanzó 5.8 promedio. Hay un 45 por ciento que desaprueba la manera en que Silvano gobierna el municipio, y un 50% votaría en un referéndum para que abandonara el cargo, de existir en Baja California la figura de revocación de mandato. El equipo encuestador de Plural.mx recogió también la opinión de los residentes de la ciudad de Tecate, y el 41% manifestó su decisión porque el presidente municipal, César Moreno González de Castilla, se mantuviera en el cargo si se pidiera votar para que se quedara o se fuera, y un 40% no está de acuerdo en la forma que conduce la administración del Pueblo Mágico. En esta segunda evaluación, el alcalde de extracción priista promedió 5.9 de calificación, cuando en la pasada medición obtuvo 6.7   PLAYAS DE ROSARITO Con un año y tres meses de gobierno, Usted consideraría que el presidente municipal Silvano Abarca Macklis ha hecho: Más de lo que esperaba: 17%      Lo que esperaba: 15% Nada de lo que esperaba: 52%    Menos de lo que esperaba: 12% No sabe/No contestó: 4% En su opinión, hoy se siente Usted: Más seguro: 16% Menos seguro: 55% Igual: 22% No sabe/No contestó: 7% En general, ¿aprueba o desaprueba la manera en que Silvano Abarca Macklis gobierna Playas de Rosarito? Aprueba: 32% Desaprueba: 45% Me es indiferente: 12% No sabe/No contestó: 11% Si en Baja California existiera la figura de revocación de mandato, ¿qué haría Usted con el presidente municipal Silvano Abarca Macklis? Votaría para que continuara: 38% Votaría para que se fuera: 50% Me es indiferente: 10% No sabe/No contestó: 2% Después de un año y tres meses de iniciada la gestión del presidente municipal, Silvano Abarca Macklis, ¿cómo califica su desempeño en la escala del 1 al 10, donde 1 es la mínima y 10 la máxima? Calificación promedio: 5.8 Anterior 5.5 METODOLOGÍA APLICADA: El período de levantamiento fue entre el 1 y 8 de marzo de 2015. Universo de Estudio: Lo conformaron residentes hombres y mujeres mayores de edad  del municipio de Playas de Rosarito, Baja California, con credencial de elector para confirmar domicilio y edad. Objetivo del Estudio: Evaluar la administración del presidente municipal de Playas de Rosarito, Silvano Abarca Macklis. Tamaño de Muestra: 400 entrevistas efectivas cara a cara, descartando como primer filtro a quienes no mostraron credencial para votar. Representatividad: La muestra permite un margen de error de 4.5 por ciento +/- y una probabilidad estadística en el rango del 95 por ciento. Técnica de Muestreo: Aleatorio simple, partiendo de una selección al azar en viviendas del municipio de Playas de Rosarito, donde los encuestadores abordaron a la primera persona que quiso responder, dando un salto de cinco en cinco para aplicar la segunda entrevista. Coordinador: Lauro Ortiz Aguilera. Encuesta auspiciada por Plural.Mx,  Periodismo en Línea & Opinión Pública.   TECATE Con un año y tres meses de gobierno, Usted consideraría que el presidente municipal César Moreno González ha hecho: Más de lo que esperaba: 16%      Lo que esperaba: 30% Nada de lo que esperaba: 25%    Menos de lo que esperaba: 12% No sabe/No contestó: 17% En su opinión, hoy se siente Usted: Más seguro: 22% Menos seguro: 30% Igual: 36% No sabe/No contestó: 12% En general, ¿aprueba o desaprueba la manera en que César Moreno González gobierna Tecate? Aprueba: 40% Desaprueba: 40% Me es indiferente: 13% No sabe/No contestó: 7% Si en Baja California existiera la figura de revocación de mandato, ¿qué haría Usted con el presidente municipal César Moreno González? Votaría para que continuara: 41% Votaría para que se fuera: 39% Me es indiferente: 15% No sabe/No contestó: 5% Después de un  año ytres meses de iniciada la gestión del presidente municipal, César Moreno González, ¿cómo califica su desempeño en la escala del 1 al 10, donde 1 es la mínima y 10 la máxima? Calificación promedio: 5.9 Anterior: 6.7 METODOLOGÍA APLICADA: El período de levantamiento fue entre el 1 y 8 de marzo de 2015. Universo de Estudio: Lo conformaron residentes hombres y mujeres mayores de edad  del municipio de Tecate, Baja California, con credencial de elector para confirmar domicilio y edad. Objetivo del Estudio: Evaluar la administración del presidente municipal de Tecate, César Moreno González de Castila. Tamaño de Muestra: 400 entrevistas efectivas cara a cara, descartando como primer filtro a quienes no mostraron credencial para votar. Representatividad: La muestra permite un margen de error de 4.5 por ciento +/- y una probabilidad estadística en el rango del 95 por ciento. Técnica de Muestreo: Aleatorio simple, partiendo de una selección al azar en viviendas del municipio de Tecate, donde los encuestadores abordaron a la primera persona que quiso responder, dando un salto de cinco en cinco para aplicar la segunda entrevista. Coordinador: Lauro Ortiz Aguilera. Encuesta auspiciada por Plural.Mx, Periodismo en Línea & Opinión Pública.

Denuncian fraude en “Bécate” de la Secretaría del Trabajo

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En julio de 2014, Laura Rodríguez Sánchez reclamó que su madre, Dora Sánchez Lozoya, inscrita en capacitación mixta del Sistema Nacional del Empleo (SNE), no había recibido su apoyo completo del programa “Bécate” en la delegación Ensenada. Molesta, lo llamó “fraude”, pero no hizo denuncia formal, solo verbal. Quien evidenció la irregularidad, es  ex empleada de la Secretaría de Pesca del Estado. Bajo el número de registro 020214040075 en SNE, de Sánchez Lozoya, de 54 años de edad y con una plaza de trabajo asignada para cuidar baños en una empresa local, nunca cubrió su turno o acudió a los cursos de capacitación. La ausencia era parte de un trato con funcionario (s) de la Secretaría del Trabajo; que reclamara la otra mitad del pago, no. “Bécate” es un programa financiado con recursos federales, que administra la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en Baja California. Es dirigido por Juan Ramón López Naranjo desde Mexicali. La modalidad de capacitación mixta ofrece a los becarios apoyo económico de uno a tres salarios mínimos mensuales, pago de materiales e instructores para la capacitación, apoyo para el transporte, seguro contra accidentes y seguro médico básico; además de constancia que acredita la práctica laboral y posibilidad de ocupación. Este programa apoya para la incorporación a un puesto de trabajo vacante, previa acreditación de un curso de capacitación práctico con duración de uno a tres meses. Teóricamente así debería funcionar. La denuncia ciudadana indica que en el programa capacitación mixta que el SNE ofreció en 2014, uno o varios funcionarios aprovecharon para obtener recursos ilícitamente. Explicaron que inscribieron a “amigos y parientes” como beneficiarios y les ofrecieron un trato, les entregarían  solo el importe de la mitad de la beca que les daría el gobierno y ellos se quedarían con la otra mitad; a cambio,  los becados no tendrían que acudir a los cursos de capacitación, y quedaría registrado como si hubieran cumplido el requisito. Copartícipes del “trato”, otros, como Dora Sánchez Lozoya, entregaron su documentación al SNE. López Naranjo niega irregularidades Durante la Feria del Empleo realizada el viernes 20 de marzo de 2015, en la explanada del edificio del Gobierno del Estado en Ensenada, Juan Ramón López Naranjo, delegado del programa en Baja Califorrnia, negó que existan irregularidades y justificó que si hay confusión, es debido al retraso en los pagos. ZETA le planteó la denuncia pública de fraude y cuáles eran los avances al respecto, pero el funcionario reiteró su negativa. “Se le ha estado cumpliendo a toda la gente con los compromisos que son, hay retrasos, es inicio de año y hay un acomodo, quiero decir que este programa (‘Bécate’) es de Gobierno Federal y gobierno estatal; todos sabemos que ha habido un reordenamiento en el presupuesto, pero se ha estado trabajando en todo el Estado”, sostuvo. Hubo despidos Víctor Zúñiga, coordinador de la oficina del Sistema Nacional del Empleo en Ensenada, fue despedido en enero de 2015. Firmó su renuncia y sigue a la espera de que se le dé su liquidación. Hubo la versión de que estaba sujeto a investigación por parte de Contraloría del Estado, pero el gobierno no confirma tal dato. Después, la coordinadora del subprograma en Ensenada, Alejandra Domínguez Romo, informó a los colaboradores externos del SNE que rescindirían de sus servicios. Lo hizo a través de correo electrónico. “En base a una auditoría realizada a finales del mes de enero del año en curso a los expedientes de los cursos realizados durante el periodo enero-diciembre 2014, y en base a los lineamientos de operatividad”, ya no era viable seguir con su contratación, le hizo saber. Fuego amigo A raíz de la inconformidad de Sánchez Lozoya,  que llegó a oídos de Juana Pérez Floriano, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para investigar  qué sucedió con el recurso presuntamente “extraviado”,  envió a Mario Castillo Jiménez, quien desde hace un mes contacta a empresas y becarios involucrados en el programa. Como recompensa, ofrece una beca a cambio de que acudan a denunciar el presunto fraude, según comentó a ZETA, otra de las empresas que participó con SNE en 2014, la cual asegura que su negocio con el subprograma trabajó correctamente; no obstante, Mario Castillo sigue llamando a sus empleados. El “trato” manifestó la fuente consultada por este Semanario, era que los becarios fantasma recibirían mil 500 pesos; llenaron documentos, dieron de alta su registro, pero no tendrían que asistir a capacitación u ocupar la vacante; a cambio de recibir únicamente la mitad. Por obvias razones, fue una sorpresa que la primera y tal vez única inconformidad pública viniera de “amigos y parientes” que conocían las condiciones y accedieron a participar, relató. Contraloría no responde Para conocer de la presunta auditoría y cuáles fueron los resultados, ZETA solicitó una entrevista desde el viernes 20 de marzo, la cual no fue concretada.  “Quedamos a la espera de la respuesta en Mexicali”, justificaron en la oficina de Comunicación Social. BC, segundo lugar en apoyo al empleo El 20 de noviembre de 2014, en Mérida, Yucatán, se anunció y aplaudió que Baja California se colocaba como segundo lugar de las delegaciones del SNE, por sus altos resultados en la aplicación de recursos y programas de vinculación laboral, apoyos económicos a la capacitación para el trabajo, movilidad laboral y fomento al autoempleo durante ese año. Esta presea la recibió Juanita Pérez Floriano, en el marco de la tercera sesión ordinaria de la conferencia nacional de secretarios del trabajo. La secretaria del trabajo de Baja California declaró que no se habría obtenido el segundo lugar, de no ser por el esfuerzo de los colaboradores de la dependencia a su cargo, quienes “han mejorado la posición del esquema nacional, remontando desde el lugar 29 en que se encontraban desde 2010”. Además del reconocimiento, cada empleado de la delegación Baja California recibió una catorcena extra de sueldo, como gratificación a su entrega laboral.

Pierden millones, Gobierno no resuelve

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Al cumplirse diez días del paro laboral en los campos agrícolas de San Quintín, las pérdidas ya son millonarias e incalculables; el saldo colapsa no solamente a los empresarios y trabajadores agrícolas, sino a todos los sectores y estructura económica de la zona, con alcances aún imprevisibles. Tierras destinadas solo para cultivo de la fresa, son un total de 2 mil 500 hectáreas (6 mil 177 acres), de acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). Cada acre produce  mil 200 cajas del fruto, 7 millones 413 mil cajas aproximadamente. Cada caja de fresa tiene un costo de producción de 7.50 dólares. El ciclo de la siembra y cosecha de la fresa es muy breve, si no se pisca de inmediato, se pudre. Al momento se estima que el 50 por ciento de la producción se ha perdido, confió Marco Antonio Estudillo, vocero del Consejo Agrícola de San Quintín. En dinero, esto equivale a 55 millones 597 mil 500 dólares en pérdidas. Además está la frambuesa, el arándano y la zarzamora, cultivables en 800 hectáreas (mil 977 acres). El acre produce 2 mil cajas de estos frutos, 3 millones 954 mil cajas. Igual se ha perdido la mitad, 31 millones 600 mil  de dólares, atendiendo a cifras conservadoras.  Pero la perspectiva es que se pierda la totalidad del cultivo. Estos cálculos fueron hechos en base a datos cruzados obtenidos en exclusiva por ZETA, que no suelen difundirse oficialmente. Mientras el gobernador del Estado habla de pérdidas por 40 millones de pesos en total, que al día siguiente aclara son por cada día, sin precisar en qué rubros y evidentemente alejados de la realidad.       Tomate, pepino y cebolla también se cultivan en grandes cantidades, apenas están en proceso de crecimiento, no peligran por lo pronto. De lo contrario, las empresas agrícolas estarían lamentando millones de dólares que se les fueron de las manos. Son alrededor de 25 firmas agrícolas que operan en la región –cuatro de ellas muy fuertes-, mismas que representan la columna vertebral de la cadena económica en la comunidad, por lo que el consumo en general se ha estrechado, aunado al temor de muchos comerciantes que tras los saqueos que se suscitaron los primeros días de la revuelta, abren parcialmente sus negocios, o de plano los han mantenido cerrados desde el 17 de marzo, como es el caso de las cuatro tiendas de conveniencia Oxxo repartidas en la demarcación. Mientras tanto, los trabajadores agrícolas se mantienen en sus exigencias, ahora replegados ante la presencia del poder del Estado que, por décadas, ha carecido de sensibilidad y voluntad para atender las condiciones de explotación y miseria, denunciadas todavía hasta hace unos meses, y con la advertencia del polvorín que se veía venir. Aun en las mesas de negociación entre los líderes de los jornaleros, los apoderados legales de los agricultores, autoridades de salud y del trabajo, el Gobierno del Estado se ha mantenido tibio para imponer una solución equitativa para las partes. Sin la presencia del gobernador Francisco Vega de la Madrid,  pero sí de  emisarios de medio pelo, la autoridad estatal se ha mostrado vacilante en las mesas de diálogo, pero no a la hora de mandar a sus policías a acallar las protestas en la calle. “Allá que se la rajen ellos” Es la segunda semana del paro laboral agrícola. Los bloqueos en la Carretera Transpeninsular se han levantado. Los palos, piedras y gritos, se han cambiado  por mantas blancas y botes para recolectar algunas monedas que permitan a los jornaleros mantenerse en pie de lucha ahora que no están recibiendo ni los pocos pesos que les deja su trabajo diario. A la entrada de Colonet, a 132 kilómetros de Ensenada, se ubica el primer punto de alerta. De un lado y otro de la carretera, militares detienen y revisan camiones de carga, autobuses de pasajeros, tráileres y todo vehículo que consideren pertinente. A uno cuantos metros se postran trabajadores agrícolas, en la tregua que los vuelve un tanto silenciosos, pero con los ánimos dispuestos a alzarse de nuevo cuando sea el momento. “Si no nos resuelven, no nos vamos a quitar”, dice Hortensia Ruiz. Ante la presencia de algún reportero, las quejas brotan. Contra la compañía Silva, los Martínez o Transportes Núñez, que nomás les pagan 100 o 120 pesos por día. Contra el Rancho Gastón, que les quita 5 pesos para “el diésel”, o “dizque para el Seguro Social”. Señalan a “El Niño” y sus feas cuarterías, a Derechos Humanos, “que vamos y ponemos la queja, pero ellos se ponen de acuerdo con el patrón”. Y el gobernador: “Ese nomás viene a donde está el empresario y se toma la foto”. Relatan de nuevo cómo los policías ministeriales llegaron de madrugada a sacarlos de sus casas, y cómo diez unidades rodearon la vivienda de una de las líderes “y la sacaron a la brava”.  Afirman que los actos violentos los han hecho “Los Triquis”, vecinos de la zona, provenientes de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, “puro machetero”. “Tengan miedo con la gente de Oaxaca… estamos hablando más allá de la violencia”. Ilustran su hambre y necesidad, los zapatos rotos, la elección que deben hacer entre comprar frijol o pollo, las fresas que una de ellas guardó en sus ropas para llevarla a su hija y que el guardia le encontró tras corretearla, “pero ya no nos vamos a dejar abusar por el patrón”. A propósito de la campaña electoral que empezará en unos días, advierten que no van a votar “ni por el PRI, ni el PAN, ni nadie”. ¿Y por MORENA?, pregunta el reportero: “¡Morenos nos quedamos de tanto trabajar bajo el sol!”. Más adelante, en el camino de la Transpeninsular, en el poblado de Camalú, faltando 32 kilómetros para llegar a San Quintín, donde las protestas y disturbios de los jornaleros tomaron tintes de guerrilla con saqueos, golpes, secuestros de camiones y quema de locales, el contingente de manifestantes se mantiene en plan pacífico, porque al lado tienen unidades de las policías Ministerial y Estatal Preventiva, vigilándose unos a otros los movimientos, en un compás de espera que empieza a desesperar a todos, incluyendo a los elementos de seguridad. “Los mandos superiores no están coordinados”, confiesa “Dante Lomas”, agente de la PEP o “Pepos”, como son conocidos coloquialmente. Los agentes han sido desplegados de todos los puntos de Baja California, entre 150 o 200, de acuerdo al dato proporcionado por la fuente. Están hartos los elementos de no poder comunicarse con su familia porque no hay recargas para teléfonos celulares, de no tener dónde lavar sus ropas, de pasar la noche dentro de sus unidades o amontonados, si tienen la fortuna de contar con algún cuarto de hotel. “Ya se alargó esto, nos habían dicho que nada más estaríamos una semana”, refiere enfadado. “Nos están pegando con tantas horas de trabajo”. Su labor ha consistido en hacer rondines por el pueblo, las escuelas, los ranchos, y escoltar camiones de los jornaleros que sí han salido de sus casas a trabajar durante la madrugada, pero son amenazados por los líderes, según dice, y que han intentado atacar los camiones. También ha intervenido cuando han tratado de sacar a los jornaleros de los ranchos, o les han querido quemar las cuarterías.  “Salen porque ya les está pegando el hambre… allá los líderes deberían rajársela entre ellos”, y niega, por lo menos de acuerdo a su experiencia, que hayan llegado camiones de gente proveniente de otros estados a integrarse a la revuelta.        En la revisión que hacen de los vehículos registrando placas, nombre del chofer y  aspectos de los pasajeros, el policía revela que “sí detuvimos dos camiones, pero eran familias provenientes de Guerrero e iban nomás de paso hacia Baja California Sur”. Aunque refiere que hay colonias, como ”La Triqui”, donde hay muchos “revoltosos”, que son los que han provocado los disturbios. “Sí hay mucha gente que trae la onda del secuestro y levantón…”. “Se acaba la agricultura y se acaba San Quintín” “Nos dejaron solos”, lamenta “Jacinto García”, un líder de los comerciantes sanquintenses, en referencia a la apatía e indiferencia de las autoridades estatales que no atendieron la alerta. “El gobierno tenía conocimiento de todo esto desde hace seis meses”. Pero la culpa de la administración estatal data desde siempre, sexenio tras sexenio: “De una vez por todas se debe dar una atención integral que históricamente no se ha dado”. Y hace un llamado al gobernador: “Que traigan al Presidente de la República”. Difícil, pues si el mismo mandatario estatal apenas si se ha echado una “asomadita” a la zona. Durante el primer día de los bloqueos y paro laboral, uno de los episodios que más se difundió fue el saqueo al mercado El Reloj, hasta se rumoró que el propietarios había muerto de un infarto por la impresión de ver el acarreo masivo que hacían hombres, mujeres y niños de su mercancía: “Yo qué tengo qué tengo ver con todo esto, me dejaron sin mi patrimonio”, narra que expresó llorando el hombre ya de edad avanzada.        Por ello, dentro de la aparente tranquilidad después de la situación controlada por las autoridades policíacas, prevalece el temor de los comerciantes, que si bien, comulgan con la protesta de los jornaleros y consideran justos sus reclamos, “pueden cumplir su amenaza”.   Empresarios medianos dedicados al turismo, pero también con negocios para el consumidor local, coinciden en que hay miedo: “Corremos el riesgo que ya no solamente asalten nuestros negocios, sino que entren a nuestras casas, que ataquen a las familias”. Y piden que el Ejército, policías estatales y federales, no se vayan hasta que la situación esté totalmente controlada, repiten el clamor: “Que no nos dejen solos”. No todos pueden oír. Como los empresarios verdaderamente pudientes que, según revelaron, “ya no están aquí, se fueron con sus familias a Ensenada, Tijuana o San Diego”. Pero el restaurantero, el panadero, abarrotero, el de la farmacia, el resto de los comerciantes no tienen esa posibilidad, menos la del acceso directo con el gobernador y los funcionaros federales: “No hay sensibilidad para los empresarios medianos”. Ni sensibilidad, ni voluntad, “las dos cosas han faltado”, insiste Jacinto García. “Ahora quieren tapar el pozo de un día para otro”, opina. Acusa que los grandes empresarios plantean directamente sus problemas con los funcionarios y el gobernador, pero los pequeños no se atreven. “Ellos constantemente tienen reuniones privadas, nosotros no pasamos de mandar un oficio”. Al miedo latente se agrega la crisis que se vislumbra, las mermas que en unos cuantos días de paro les afectó: “En cuatro días no hubo ventas”, comenta un comerciante de hamburguesas: “Vean esto, ya abrí, pero no hay gente, y para más o menos recuperarse de las secuelas serán 15 días o un mes. Gente que normalmente consume aquí, con qué lo van a hacer, si han dejado de trabajar”. Y el líder comerciante lo secunda: “Todos vivimos de los agricultores, se acaba la agricultura y se acaba San Quintín”. Atorados entre las carencias y el temor, no descartan nada. — Por lo menos los jornaleros no tienen armas, ¿no?, se le pregunta a un ex delegado de San Quintín. “No te creas, algunas personas deben tener armas, tal vez no de alto poder, pero sí de fabricación casera. Ya perdieron el control los líderes, son personas que ya traen en el ADN esa violencia, el México bronco”. El paro laboral, dice, es nada más lo que detonó la bomba de tiempo de una zona siempre olvidada, dependiente de un gobierno municipal que opera con un presupuesto de nada más de mil millones de pesos y que se va casi todo al gasto corriente: “Aquí quisiéramos ver patrullas buenas como las que hemos visto esta semana… siempre nos mandan las que ya no sirven”. Los patrones Treinta pesos por la caja de fresa, 17 por la jarra de moras, 8 pesos el bote de tomate, 15 el bote de chile y a 5 pesos la libra de chícharos; es la paga por el trabajo a destajo que solicitan los jornaleros en paro. “Llevo ocho años aquí, y desde entonces nos pagan 2.20 la libra de fresa”, se queja Olga López.  Por el tomate les pagan 50 centavos el bote, 6 pesos por la mora, y por el bote de lechuga bolita les dan 6 peso; piden 12. En resumen, necesitan una paga de 300 pesos diarios, y no los 100 a 120 diarios que apenas les alcanza ni para mal comer. Mientras tanto, sus patrones contabilizan millonadas de dinero por la producción y exportación de la cosecha, “se necesitan nuestras manos para que ellos puedan sacar sus productos”.    Se habla de hasta 200 patrones en los campos agrícolas, pero alrededor de 12 son lo más notorios, unos tres son los más grandes. Pero nunca se sabe a ciencia cierta quienes son los legítimos dueños, pues muchas tierras son rentadas a terceros. Abundan los testimonios que señalan como los peores a los hermanos Rodríguez, Alfonso, Víctor y Antonio, propietarios de la empresa Los Pinos, ligados y protegidos por el gobierno. “Jairo Lares”, ex productor y ex líder comunitario, cuenta que diariamente salen de los campos de Los Pinos de 40 a 60 tráileres con los productos rumbo a la Garita de Otay Mesa y con destino a Estados Unidos. Más o menos se acercan a esa cantidad los García, los González, los Rosales, los Aragón,  Martínez o Conrado, como productores medianos. Hacen circular de 15 a 20 tráileres diariamente. Gasolineros de la zona confiaron a ZETA que solamente para circular dentro de la zona, algunas compañías gastan hasta 130 mil pesos en diésel cada día. Aunque también se maneja que muchos empresarios agricultores enfrentan los altos costos de producción porque los insumos están elevadísimos, tales como fertilizantes, agua, fletes, cajas, empaques, mangueras, vehículos, combustible “y a veces el agricultor ya no puede pagar… para muchos las tierras que poseen, se han ido reducido”. Otros viven onerosamente y hasta llevan un estilo de vida tipo portada de la revista Quién. Residentes en San Quintín cuentan el caso de Librado Heredia, cuya producción fuerte es el tomate y otro de los productores señalados como explotador, quien para sus fiestas particulares trae “de cajón” a la Banda El Recodo o a Julio Preciado, y a veces “a varios grupos en un solo día. Y ya hasta compiten entre varios patrones a ver quién trae al artista más caro”, señalan. Muchos no solamente están ligados al gobierno, como Manuel Valladolid Seamanduras y Antonio Rodríguez, ex secretario de Fomento Agropecuario en el Estado, sino también están los eternos beneficiados de los subsidios y programas gubernamentales del orden estatal y federal. Por lo que hay tendencia al monopolio: “Los pequeños productores no pueden crecer, los pequeños cada vez son más pequeñitos”, sostiene “Jaime Lares”. Argumenta ex productor que los apoyos que por ejemplo entrega la SAGARPA para impulsar a los pequeños agricultores, están amañados y son una burla, hay mucha especulación con ellos, además, “todo lo que declaran los funcionarios en los periódicos es falso. Apoyan a agricultores huevones, que luego venden la maquinaria o insumos que les proveen, y ese dinero que da el gobierno termina en allá en el ‘Bajío (la zona de tolerancia en Ensenada). En medio de este panorama, los logros obtenidos tras la segunda semana de paro laboral de los jornaleros, es el compromiso de afiliar a la totalidad de jornaleros, alrededor de 70 mil, aunque no se ha explicado en qué clínica u hospitales serán atendidos, pues incluso en la cabecera de municipio, en Ensenada, las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no tienen capacidad de atender a la actual cantidad de derechohabientes. Del aumento salarial a 300 pesos, al cierre de esta edición, los líderes de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social, se “han bajado” a 280 pesos. Mientras que los patrones, lo máximo que han ofrecido es un 10% de aumento, algo así como 12 pesos diarios. Empresarios agrícolas: “Ojalá podamos ofrecer el año que entra una fuente de trabajo” Entre las principales agroindustrias asentadas en el Valle de San Quintín, está BerryMex y MoraMex, compañía norteamericana propiedad de la familia Reiter y fundada desde 1868, que se presume como líder de frutas berrys a nivel mundial y que tiene como directivos en México a William Hedrick Villalobos y Héctor Luján. Al cumplirse la primera semana del paro laboral, ZETA tuvo acceso exclusivo en sus campos agrícolas del Rancho Chapala y su Villa de las Fresas en Vicente Guerrero, adonde habían regresado a trabajar 150 jornaleros, de los aproximadamente mil con que cuentan solo en ese campo. En total emplean a 4 mil jornaleros. Sus ingenieros expusieron a este Semanario las pérdidas que habían registrado al momento, hasta el 60 por ciento de la cosecha de fresa -de las que producen mil 200 cajas por acre- y zarzamora, frambuesa y arándano, hasta 2 mil cajas por acre. Sus campos van de los 350 a 700 acres. La pisca diaria es de 18 mil a 20 mil cajas. Así que las pérdidas hasta el momento ascienden a varios millones de dólares. Los técnicos consultados explicaron que la planta de la fresa tiene un período para la poda de apenas dos semanas, “no hay margen de nada, la planta no sabe de paros”.         Dicen que las pérdidas son de gran magnitud, “pero lo perdido, perdido está… esperamos que haya otro ciclo”. Ahora están padeciendo la falta de gente, y tampoco tienen mano de obra nueva a la cuál recurrir: “Dicen que esto es muy pacífico, pero a los jornaleros los están amenazando con quemarles la casa si vienen a trabajar”. Están salvando lo que se puede, pero los frutos rescatados apenas servirán para la elaboración de mermeladas y yogurts, fresa y mora que se vende a la cuarta parte de su costo normal. Pero la mayoría de la cosecha “se está tirando a la basura”. No solamente se pierde la cosecha, sino la planta queda inerme: “Estaremos contratando a la gente por si la planta llega a regresar. Es un volado”. No están dispuestos a perder más dinero: “Mejor cortamos el agua, no tiene caso seguirle echando agua, preferible eliminarla”. Revelaron que sus pérdidas hasta el momento son de 400 mil cajas de frambuesa y 3 millones 200 mil cajas de fresa, de arándanos, 100 mil cajas “tiradas a la basura”, éstas tienen un costo de 18 dólares por caja. Los tres ingenieros consultados por ZETA se muestran afligidos ante la situación. Aseguran que si 2014 fue un año difícil en el que apenas alcanzaron su punto de equilibrio, este paro es el tiro de gracia. Pronostican que para todo el sector el impacto será fuerte, así como grave la situación social: “Se van a empezar a cerrar negocios, o reducirán su tamaño, van a reducirse las superficies de cultivo, la situación laboral se pondrá más difícil y se darán actos de vandalismo, robos”. Mencionada también en la lista de productores que señalan como explotadoras, BerryMex argumenta que “la gente de aquí se mete en el bolsillo hasta 5 mil pesos por semana, y ahorita andan peleando por 300 pesos”. ZETA recibió la copia de recibos y cheques donde se registran pagos semanales que oscilan entre los 2 mil y 3 mil pesos, así como el desglose de horas extra, séptimo día y deducciones por seguro social, “cumplimos con prestaciones, estamos tranquilos en ese aspecto, la gente está trabajando a gusto, mira, hasta andan corriendo”. También se realizó un recorrido por la unidad habitacional Villa de las Fresas, donde albergan a 500 trabajadores por la temporada que va de marzo a junio, en 68 módulos de 90 metros cuadrados, con cuatro cuartos para dos personas cada uno y con dos comidas al día subsidiadas por 17.50 pesos, “cumplimos con la Norma OSHA para jornaleros agrícolas de Estados Unidos, aunque estemos en México”, mencionó el encargado de Recursos Humanos. Pero del medio centenar de jornaleros “golondrinas” que como cada año traen de Puebla, Veracruz y Chiapas, no se ve ninguno, todos corrieron aterrados, sobre todo después que los jornaleros en rebelión llegaron la madrugada del miércoles 18 de marzo armados de machetes y con la amenaza de incendiar la villa, así como las pedradas con las que atacaron los camiones que los trasladaba a los campos. “No los podemos retener a la fuerza”. Además, “somos selectivos con los jornaleros, lo único que se dediquen a trabajar, no a andar de grillos”. — ¿Son factibles las exigencias salariales de los jornaleros en paro?, se le pregunta al ingeniero encargado de productos orgánicos y su respuesta es tajante: “La verdad no. El salario es cuestión de México”. — ¿Cuál es la postura de ustedes? “Esperar que se arreglen, recuperarnos y que tengan ingresos, poderles ofrecer el año que entra una fuente de trabajo, tener contenta a la gente”. — ¿Hay trasfondo en todo esto? “¿Trasfondo? Sí, ni es pacífica, ni tiene un fin, tenemos años… Qué nos va a dejar todo esto, no sabemos. Todos se perjudican, incluyendo al gobierno”.

Urge Gobernador de tiempo completo

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Francisco Vega de Lamadrid, el Gobernador de Baja California, ya debe dejar de viajar. Debe pasar más tiempo en el Estado atendiendo los problemas que poco a poco le van creciendo hasta explotarle en las manos y perjudicar a miles de familias bajacalifornianas. Francisco Vega de Lamadrid ya debe dejar de tener actos púbicos más parecidos a los de un candidato en campaña, que a los de un Gobernador Constitucional en activo, con la seriedad de la investidura y las acciones que requieren los bajacalifornianos. Este año y siete meses de Gobierno Francisco Vega no ha ofrecido a los residentes de este estado los resultados prometidos y esperados. Tampoco ha garantizado la seguridad, ni apoyado el buen desarrollo económico. El Gobernador actúa con una insensibilidad que es de preocupación. La frivolidad de los viajes, y el no escuchar lo que de él se dice y considerarlo para cambiar de estrategia y ponerse a gobernar, no ayuda a nadie, ni a él ni a los gobernados. Aquí en ZETA se publicó la edición anterior una encuesta de Plural.mx de Lauro Ortiz Aguilera, donde en todo el estado, los ciudadanos desaprueban su gobierno, lo calificaron con una nota reprobatoria y una amplia mayoría votaría para que dejara de ser ejecutivo estatal si en el estado la figura de revocación de mandato que tanto prometió Acción Nacional, fuera una realidad. El Gobernador no está, ni por principio, ni por consejos, ni por asesorías, ni por capricho, para poner oídos sordos a lo que piensan y perciben los ciudadanos a los que juró gobernar con trabajo y dedicación. No puede por más que le hablen al oído, creer que está rodeado de laureles y con un nivel de popularidad amplio. No; al Gobernador se le está quemando su milpita. Ahí están las manifestaciones que cada día le crecen. Los jornaleros en San Quintín, parando la producción agrícola por más de 36 horas luego que el gobernador y su secretaria del trabajo y su secretario de fomento agropecuario –por cierto con intereses en el campo al ser él mismo agrícola del valle– no consideraron las solicitudes de atención que los explotados trabajadores les hicieron desde octubre de 2014 aunque el tema del trato inhumano para los jornaleros en San Quintín es histórico. También las manifestaciones de maestros, muchos de ellos ya incapacitados físicamente para levantarse en caminatas o huelgas para exigir lo que por derecho les corresponde desde hace muchos, muchos años, como es su jubilación. El Gobernador, la secretaria primero y el secretario después de Educación, han ignorado el tema, no los escuchan, no los ven y pretenden con reformas a la ley, calmar los ánimos de la injusticia social cuando se han convertido en barricadas de inconformidad. Las manifestaciones diarias de cientos y miles de ciudadanos que padecen la inseguridad en sus casas, sus carros, sus escuelas, sus teléfonos, pero que ni el secretario de seguridad ni el gobernador hacen frente como debe ser, que dejan de implementar políticas integrales de combate a la inseguridad con la falaz premisa que en Baja California los cárteles de la droga están disminuidos o desmantelados, los mismos que en su etapa más ínfima son los productores de asaltantes, rateros, extorsionadores, asesinos. Luego la inconformidad de la gente que no tiene un techo digno, que no cuenta con servicios básicos, que está desempleada, que integran los cinturones de pobreza que el Gobierno no combate con políticas públicas para llevarlos ya no digamos a la bonanza económica, sino a una vida digna. Están también las desafortunadas y obviamente no pensadas declaraciones que hace el Gobernador, como decirles a las mujeres que son buenas para cuidar a sus hijos, o en plena explosión de la manifestación en San Quintín, referir que algo debe tener Ensenada que todos van hacia allá. O faltarle el respeto a los jornaleros cuando por primera vez los tiene enfrente y les dice que le da gusto saludar una mano callosa. Es evidente que el gobernador no repara en sus insensibles declaraciones. Realmente lo que necesitamos es que el gobernador escuche a los bajacalifornianos más y menos a sus serviles funcionarios. Sería ideal que hoy reflexionara, pero como escribe mi compañero Isaí T. Lara Bermúdez en su columna Cuentahíloz de esta edición, hoy viernes 20 de marzo, después de haber atendido tardíamente hasta el jueves a los jornaleros de San Quintín, solo para no resolverles sus añejos problemas, el gobernador se va a Reno, Nevada. Hay por ahí un acto de pretexto oficial en este viaje, lo cual no impide que se lleve a su camarilla de colaboradores, como lo ha hecho en el pasado, sean viajes de placer a cazar o pescar, o de supuesta agenda a la Ciudad de México con sus respectivas escalas para otros temas. Es evidente ante la explosión de las manifestaciones que el gobernador no puede descansar la solución de los problemas políticos del Estado en el Secretario de Gobierno, Francisco Rueda, porque el panista asentado en Mexicali tiene la personalidad gris, no tiene mano derecha y sus ánimos están más concentrados en políticas electorales que en acciones gubernamentales, tanto que, vaya, de ser Paco Rueda ahora lo conocen como Opaco Rueda. Urge a Baja California un Gobernador de tiempo completo. Sin CRITs, sin concursos de pesca, sin conflictos de intereses, con transparencia, con honestidad, con acciones, con colaboradores inteligentes y eficientes, pero sobre todo, presente y consciente de lo que sucede en el Estado para poder contribuir a la solución de los problemas.

Extorsión, camino de dos vías

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Lo primero que se puede decir respecto a las notas que supuestamente provocaron el inédito  enfrentamiento entre Periódicos Healy, con el gobernador de Baja California, Francisco Vega y los alcaldes Jorge Astiazarán de Tijuana, Jaime Díaz de Mexicali, Gilberto Hirata de Ensenada, César Moreno de Tecate y Silvano Abarca en Rosarito, es que no tenían ni novedad, ni oportunidad, ni fueron exclusivas. En ese entorno resulta difícil fundamentar que el anuncio de los gobiernos de retirar su publicidad de esa empresa, sea un ataque a la libertad de escribir, porque los temas de las notas en discusión ya se habían abordado sin que los gobiernos hayan reaccionado, acusando intentos de chantaje a otros medios, como sí lo hicieron el 13 de marzo en el caso de Periódicos Healy. Por ejemplo, de las evidentes deficiencias del sistema financiero del Estado bajacaliforniano reportado por los Healy hasta febrero de 2015, ZETA ha venido dando cuenta desde finales de 2014; lo mismo del tema de crecimiento de los secuestros y robos violentos en Tijuana que este Semanario investigó y reportó en noviembre del año anterior, con agregados en enero de 2015. Igual con la carísima casa que construye Francisco Vega, que Frontera reportó hasta marzo, ocho meses después que ZETA realizara el trabajo de investigación. Una breve revisión de los prontuarios de Frontera permite identificar un cambio en el manejo editorial. Por ejemplo, el 2 de octubre de 2014 publicaron en su portada, sin cuestionar: “En el primer año de Kiko se crean 47 mil empleos, destaca el informe”. Luego, en noviembre y diciembre del mismo año, y en enero de 2015, los periodistas de Frontera y La Crónica continuaron sin ejercer el periodismo crítico que dicen hacer ahora, en cambio  publicaron notas favorecedoras como “Aumentos de secuestros preocupa al estado”, “Anuncian las reformas de ISSSTECALI” o “Nuevo CRIT en el estado”. La información de enfoque crítico empieza aparecer en febrero de 2015. Según los gobiernos -acostumbrados a ser bien tratados-, la razón de ese cambio de línea era una “política de chantaje”, porque la empresa pretendía obtener beneficios económicos desproporcionados. Dinero adicional a los contratos de compra de publicidad, recursos procedentes de los fondos de desarrollo social (el dinero de los pobres), informó extraoficialmente a ZETA uno de los implicados. El medio negó los señalamientos “de extorsión” (aunque el gobierno habló de chantaje, concepto que no está clasificado como delito en las Leyes), y después aseguró de  manera imprecisa, que el gobernador había calificado las notas de “difamatorias y sin sustento”, cuando lo que refirieron en su texto acusatorio los titulares de los poderes ejecutivos bajacalifornianos, fue un “… manejo de información fuera de toda objetividad”, por cierto, un concepto muy subjetivo. Entonces, la veracidad del contenido es un punto en el que el gobierno no se metió abiertamente, al final, lo que dejaron en entredicho no fue el cambio de línea editorial, sino los motivos. Ahora, la pregunta es qué sigue. Por un lado, Periódicos Healy respondió como habría de esperarse, demandando por la vía civil a los gobiernos por difamación y calumnia, con lo cual, si los empresarios pueden probar la existencia de un delito y el dolo, podrían cobrar a los gobiernos un importe económico a manera de “reparación del daño”; dinero que, finalmente, saldría de las arcas públicas, que a su vez se alimentan de los impuestos. Así, de nueva cuenta la que pierde es la sociedad bajacaliforniana. En ese contexto  es pertinente agregar, que la mayoría de estos mandatarios que hoy se manifiestan molestos, siendo candidatos pagaron -además del costo por los anuncios publicados- un precio adicional por cada mención adicional, entrevista, publicación de boletín o cobertura de actividad, y esto sucedió con casi todos los medios de comunicación. Entonces, lo que critican no es novedad para ellos. La corrupción es un camino de dos vías. En todo caso el peligro es que los dimes y diretes entre Periódicos Healy, los cinco alcaldes y el gobernador de Baja California se quedaran en solo eso, derivando de ello una negociación aún más turbia, donde podría comprobarse que el silencio de un medio tiene un precio que el gobierno no debe, pero tal vez esté dispuesto a pagar, siempre y cuando “no se manden”. Esperemos que ese no sea el desenlace de este enfrentamiento mediático, pero en los hechos quedará asentada esta historia.

La mordaza del estado, un atentado contra la sociedad

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Salman Rushdie, Roberto Saviano, Julio Scherer, Jesús Blancornelas, Charlie Hebdo, lamentablemente estos no son los únicos nombres que se vienen a la mente cuando de censura a la libre expresión se trata. Ahora a la lista se suma la periodista mexicana Carmen Aristegui Flores. Si bien es cierto que todos y cada uno de ellos han ejercido su libertad de expresión sea en un libro, un diario, un semanario o una radiodifusora, lo han hecho en momentos clave: cuando la sociedad reclama su derecho a saber, cuando requiere de información certera de lo que sucede a su alrededor, y el estado -aunque a veces son extremistas religiosos y del crimen organizado- al sentirse exhibido ejerce su poder, sea con presiones políticas, comerciales, o con violencia e impunidad, para acallar a quienes, con su oficio, se han ganado la credibilidad de los ciudadanos a quienes les han dado voz cuando la autoridad no los quiere oír. Los casos horrorizan. Salman Rushdie fue amenazado por fundamentalistas islámicos y debe vivir escondido para salvaguardar su integridad física; Roberto Saviano no da un paso sin ser escoltado por policías de su República Italiana luego que en su novela Gomorraexhibió con sumo detalle las operaciones de la Camorra, la mafia napolitana. Julio Scherer vivió con espías primero de la Dirección Federal de Seguridad y luego del CISEN, siguiéndole los pasos en tiempos de Luis Echeverría; Jesús Blancornelas fue despedido de cuatro periódicos en Sonora y Baja California, el gobierno le quitó un diario y pretendió encarcelarlo, mientras el cártel Arellano Félix intentó acabar con su vida cuando en una emboscada le asestaron cuatro balazos a los que sobrevivió en 1997. Ya en fechas recientes la historia más cruenta es la de Charlie Hebdo donde 11 personas fueron ejecutadas por yihadistas, 9 caricaturistas incluido el director del semanario francés, y dos Policías cayeron ante las balas de dos hombres que en nombre de Alá cometieron la masacre. Carmen Aristegui Flores ha sido despedida en dos ocasiones de MVS. La primera cuando reportó, cuestionó y lanzó preguntas al aire sobre el entonces Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, luego que el aguerrido diputado de izquierda Gerardo Fernández Noroña colocó una manta en el recinto legislativo en donde escribió con letras grandes y harto visibles: “¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No, verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir este país?”.   Ahora le han cerrado el micrófono a Aristegui argumentando un abuso de confianza sobre la marca MVS, pero a todas luces como consecuencia del periodismo de investigación que ella y su equipo de reporteros –de hecho fueron los primeros en ser cesados- han realizado sobre los excesos, el tráfico de influencia y la presunta corrupción –que ninguna autoridad oficial investiga de forma y fondo- del círculo de cercanos al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Particularmente Aristegui es quien primero expuso la llamada Casa Blanca que la primera dama Angélica Rivera, compró en más de 5 millones de dólares a una filial de Grupo Higa, la principal constructora en los gobierno que ha encabezado Enrique Peña Nieto, empresa que no solo financió la casa a Rivera, sino la construyó, la decoró y la protegió. Y que además, también financió una residencia al Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, y al propio Presidente de la República, en la etapa de transición.   Es evidente que la pérdida de confianza que alegaron inicialmente en MVS no parece ser un argumento convincente, pues como dijo la propio periodista Aristegui, se nota que la empresa actuó “con anticipación, recursos y poder”, para sacarla del aire. Pero con Carmen Aristegui pasará lo mismo que ha sucedido con los casos de censura aquí expuestos. El suyo será un periodismo que trascienda a este Gobierno y a esa compañía mediática. El apoyo social es el recurso más grande que periodista alguno puede tener. Cerca de la sociedad, lejos del Gobierno, es la premisa que garantiza la libertad de expresión. En todos los casos que he mencionado, el atentado a la libertad de expresión se convirtió en el motor de un arrollador apoyo social que dio pie al desarrollo de los periodistas y escritores libres, y a la creación de espacios independientes para el ejercicio del periodismo que cuando se ejerce anteponiendo un compromiso con la verdad se convierte en un puente para la democracia. Con Salman Rushdie y después de la publicación de Los Versos Satánicos, ciertamente su vida no fue fácil. Una orden para asesinarlo fue pronunciada de Medio Oriente a Occidente, mientras una recompensa de tres millones de dólares para quien lo hiciera también fue emitida. El Gobierno Británico ofreció protección a Rushdie y le ha dado no solo respaldo sino seguridad física. Pero la amenaza islámico tuvo como resultado una venta, tan solo en 1989, de casi cuatro millones de ejemplares de Los Versos Satánicos, el efecto de la censura fue el contrario: la novela se leyó como nunca lo hubiera imaginado el autor. El caso de Roberto Saviano es similar. Él publicó la novela Gomorra, donde recrea los lazos de corrupción e impunidad de los mafiosos de la Camorra en la periferia de Nápoles con la élite política y empresarial de Italia para dar lugar a una actividad criminal perfectamente organizada. Como resultado de esta suerte de denuncia Saviano fue amenazado por los criminales y el Estado Italiano debió asignarle escoltas para su protección física. Cuando el mundo supo de la amenaza hacia el escritor, vaya, el atentado a su libertad de expresión, los lectores le apoyaron. Su libro Gomorra ha sido publicado en 52 países y ha vendido en Italia y el mundo más de 12 millones de ejemplares. Cuando en 1976 el Gobierno de la República, aun en manos de Luis Echeverría, urdió un plan para sacar al periodista más crítico del sistema y de su administración, Julio Scherer García, de la dirección del diario Excélsior, no midió las consecuencias de su acto de censura a la libertad de expresión. La persecución política hacia el periodista y el ataque a la libre expresión y la libre prensa, fueron contraproducentes para el Gobierno Mexicano. José Pages Llergo dio protección y asilo periodístico a Scherer y su grupo de periodistas, de donde Julio Scherer, Vicente Leñero y Enrique Maza, dieron vida a la revista Proceso –también con el respaldo de José Pagés Llergo, quien ya conocía demasiado bien lo que era la censura que trajo como consecuencia la fundación de Siempre!-y donde encontraron espacio otras voces críticas que salieron de Excélsior Octavio Paz, que encabezaba la revista Plural en Excélsior –periódico que dejó a la salida de Scherer- creó la revista Vuelta. Los intelectuales que no comulgaban con la línea de Paz, hicieron la revista Nexos. Otro grupo de periodistas que salieron del diario, crearon y circularon el Unomásuno. El Gobierno de Luis Echeverría había pretendido callar la voz de Julio Scherer, y lo que hizo fue podarla. Además de lograr, como protesta a la represión, la creación de otros medios. Jesús Blancornelas inició en el periodismo deportivo en su natal San Luis Potosí; de ahí saltó al Esto donde su línea editorial no embonó el periodismo acercado al corporativismo deportivo nacional; vendría entonces a Baja California donde transcurrió por varios diarios, de los cuales fue separado de la redacción por su posición de periodista de investigación y crítico del sistema de Gobierno. Primero en El Mexicano, luego en La Voz de la Frontera, hasta caer en el Novedades de dónde salió como Director cuando el gobernador en turno, el priísta Milton Castellanos Everardo pidió su cabeza editorial al Consejo de Administración del diario, integrado por acaudalados empresarios de Mexicali, la capital de Baja California. A Blancornelas no solo lo sacaron de la dirección de El Novedades, sino del Estado de Baja California. Santiago Healy, padre, le daría trabajo como director del periódico El Imparcial en Sonora, pero la línea crítica del periodista solo sería apoyada un año. También de ahí lo corrieron a Blancornelas por su periodismo crítico y de investigación. De ahí migró un tiempo a El Noticias en Tijuana, de donde cansado –obvio- ante tanto despido e incomprensión por parte de los corporativos mediáticos de la época, en 1976 encuentra y consolida un equipo de periodistas independientes y entre todos, poniendo sus dineros –Blancornelas vendió la casa familiar para aventurarse en edificar un periódico propiedad de periodistas- circularon el vespertino ABC. Solo tres años les duraría la empresa. Era 1979 y el Gobernador de Baja California, el priista Roberto de la Madrid Romandía, no soportaba la crítica desde ABC sobre sus excesos con el presupuesto de los bajacalifornianos, las canonjías de su amigo y compadre el Presidente de la República, José López Portillo. El priista optó por desaparecer ABC. Por medio del sindicato que manejaba la prensa de ABC, el Gobernador del Estado estalló primero una huelga y después la persecución judicial de Jesús Blancornelas, quien otra vez tuvo que abandonar el Estado. En esta ocasión Amnistía Internacional le mantuvo asilado en los Estados Unidos, en California, desde donde el periodista, junto a su compañero en ABC, Héctor Félix Miranda, crearían con otro equipo de reporteros de investigación, el semanario ZETA –el próximo 11 de abril cumplirá 35 años de trabajo periodístico-. Ahí no acabaron los problemas de Jesús. Una vez que logró imponerse con el apoyo de la sociedad lectora de Baja California, que ejerció su derecho a saber y apoyó la prensa libre de Blancornelas, éste se enfrentaría a otro enemigo público no menos peligroso. El narcotráfico que con impunidad –ayudado por el Gobierno de Baja California- encabezaban los hermanos Arellano Félix en este estado. En 1997, luego de publicar reportajes exhibiendo la forma de corromper de los hermanos Benjamín y Ramón Arellano, Blancornelas fue emboscado. 10 sicarios intentaron quitarle la vida para callar al periodista. Cuatro disparos impactaron en su cuerpo que convaleció en un hospital de Tijuana hasta recuperar la vida no sin secuelas físicas. Análisis posteriores a la persecución que el Gobierno de la República –Ernesto Zedillo Ponce de León- inició de los hermanos Arellano, consideraron que su impunidad acabó en dos capítulos: por la ejecución del Cardenal Juan Jesús Posadas y Ocampo, por el atentado a Jesús Blancornelas. El periodista sobrevivió, siguió editando su semanario ZETA hasta poco antes de su muerte en 2006, y escribió entre 1997 y 2005, ocho libros. La censura de la cual fue objeto, primero por parte del Gobierno, después por parte del narcotráfico, lo hizo crecer y consolidar su compromiso con en el periodismo de investigación, lejos del gobierno, cerca de la sociedad. La revista satírica francesa, Charlie Hebdo (El Semanario de Carlitos), estaba vendiendo 60 mil ejemplares la semana antes del sangriento atentado por parte de grupos del Estado Islámico quienes ejecutaron al director y a ocho caricaturistas más; después del intento de censura por parte de los radicales, el tiraje del semanario alcanzó los 7 millones de ejemplares. En febrero todavía los lectores respondían obligando a la revista parisina a publicar 2.5 millones de ejemplares por semana. Una vez más, el intento de censura reforzó el interés por la lectura. Carmen Aristegui es de esas periodistas. Como Julio, como Jesús. Libre, crítica, independiente, con la investigación periodística como eje rector de su vida profesional. Con el compromiso férreo hacia los millones de mexicanos que a diario la escuchaban en su matutino MVS. Y al igual que aquellos periodistas y escritores, Carmen Aristegui no cuenta con la venia del grupo en el poder, pero tiene el apoyo, la solidaridad y la audiencia de millones de mexicanos que con este acto de censura impulsarán el crecimiento del periodismo crítico que realiza la conductora mexicana. Cuando el Estado reprime, el narcotráfico ataca, o la religión llama a la tortura y el homicidio para intimidar, los ciudadanos de México y del mundo se alzan ante la opresión y exigen su derecho a saber y a expresarse sin temor a represalias, ni atentados contra su integridad física y, mucho menos, contra su inteligencia. Ahí están los casos recientes y pasados. La vida de Carmen Aristegui en el periodismo mexicano será muy larga. Su público seguramente no la dejará sola y en vez de silencio lo que el gobierno de Peña Nieto logrará en contubernio con MVS será el nacimiento de un espacio que de seguro será más crítico, libre, independiente, verosímil para una sociedad que necesita estar informada y está en su derecho.