Los dos municipios que a capricho fueron creados por Morena, son los que peores resultados electorales han ofertado para el partido, y que potencialmente ponen en riesgo el carro completo
Mientras que los especialistas del país cuestionan la forma de ejercer el federalismo en México, y analizan las consecuencias de segmentar las comunidades para volverlas ciudades autónomas, en Baja California los gobiernos de Morena fueron totalmente al lado opuesto de las tendencias, y por un ejercicio meramente electoral, prometieron la municipalización de dos comunidades, como lo son San Felipe y San Quintín.
Grupos reducidos lo solicitaban en las demarcaciones correspondientes, pero políticos morenistas aprovecharon el descontento social para vender la promesa de independencia como la mejor solución para combatir la precarización que padecen desde hace muchos años (y que prevalece).
Del 2020 a la fecha, los gobiernos morenistas apostaron todo a la municipalización de San Quintín y de San Felipe, hoy convertidos en municipios que pretendían volver botines políticos. En ambos hubo consultas y un ejercicio tendencioso a movilizar la votación en favor de la independencia de ambos.
Interesantes vueltas que da la vida, pues tanto San Felipe como San Quintín son los municipios que peores resultados electorales le han dado a Morena, al grado que sus hoy alcaldes, Mirian Cano Núñez y José Luis Dagnino, estuvieron a punto de perder las elecciones en 2024.
Ni todo el poder del Estado, ni la intervención activa del diputado Juan Manuel Molina, al menos en San Felipe, fueron fuerza suficiente para avasallar, y tuvieron que ganarlo todo en tribunales ante lo que evidentemente es un repudio de un gran sector de la población.
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Y es que el empresario radicado en San Quintín, Alfredo Aviña Galván, es muy querido en el sexto municipio; mientras que Adriana López Quintero, una férrea opositora al gobierno de Dagnino López, se quedó a escasos votos de darle la vuelta a la elección.
Se pensaría que ambas comunidades tendrían un agradecimiento garantizado para el partido vinotinto, por ser quienes los llevaron a la independencia administrativa hace apenas unos años, pero la realidad es que el descontento es evidente.
San Quintín, de alrededor de 90 mil habitantes, y San Felipe, que apenas ronda los 24 mil, que electoralmente deberían representar un trámite para la poderosa estructura gubernamental, apretadamente -y en los Tribunales- lograron los triunfos. Sumado a ello, las desastrosas administraciones de López y Cano (al primero de hecho Estados Unidos le retiró la visa de turista para entrar a aquel país; y la segunda es constantemente criticada por los excesos, los abusos y la corrupción) representan ahora un riesgo para el morenismo local.
Al complejo escenario en los dos nuevos municipios, debido a la mala administración pública, se suma que la incidencia de homicidios ha crecido un 35 y un 129 por ciento, en San Quintín y San Felipe, respectivamente, al documentar 50 y 32 asesinatos, lo que las convierte en las únicas dos comunidades con incrementos en el rubro. Además que sólo San Felipe y San Quintín han sufrido ataques armados hacia sus directores de policía, Ramón Valdez y Mario Martínez Martínez, respectivamente, de los cuales el segundo murió, mientras que el primero salió ileso físicamente, pero en el atentado abatieron al subdirector y comandante de la corporación.
Diputados y funcionarios interesados en ambos municipios sólo tenían que diseñar y construir un gobierno, con toda la tolerancia y apoyo, pero ambos municipios han sido un desastre electoral y político.
Desde actos de corrupción evidenciados en San Quintín, así como el repudio y abucheos a Miriam Cano; como la incapacidad del Cabildo de San Felipe de crear un marco legal y reglamentos para el funcionamiento del Ayuntamiento; sin mencionar la deuda que tenía con Mexicali por el pago de policías y la reciente revocación de la visa de turista del alcalde, demuestran que los impulsores de ambos proyectos son un fracaso político que debería tener consecuencias. Pero como en Morena se premia la obediencia inmoral por encima de la capacidad, nadie ha sido responsable de las desastrosas consecuencias provocadas… hasta ahora. Ya en el 2027, otro tema será.






