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viernes, diciembre 5, 2025
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“Mi trabajo intenta reunir culturas muy diferentes”: Amin Maalouf, Premio FIL

“Siempre me ha preocupado que cada acontecimiento se perciba de forma completamente distinta, según el bando al que pertenezca”, expresó a ZETA el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2025

 

Guadalajara, Jalisco. La figura estelar de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2025, Amin Maalouf, llegó puntual para recibir su Premio FIL de Literatura Lenguas Romances 2025, el sábado 28 de noviembre, en la apertura del acontecimiento literario más importante de Iberoamérica.

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En un abarrotado Auditorio Juan Rulfo, el escritor franco-libanés fue distinguido ante autoridades de la FIL, con la presencia de políticos y funcionarios, pero sobre todo frente a un público que lo esperaba para, a partir de ese día, ser testigo de las actividades que realizaría en el marco de FIL Guadalajara.

Candidato en los últimos años al Premio Nobel de Literatura, sobre todo desde 2010, en que ganó el Premio Príncipe de Asturias, y que reafirma ahora con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, Amin Maalouf es “una de las voces más importantes de nuestro tiempo” y su obra literaria “explora con lucidez las fracturas y mestizajes del mundo moderno”, de acuerdo con el Jurado que estuvo integrado por Alain Mabanckou, de República del Congo; Carmen Alemany, de España; Francisco Noa, de Mozambique; Jerónimo Pizarro, de Colombia; Lucía Melgar, de México; Massimo Rizzante, de Italia, y Xavi Ayén, de España.

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Sus novelas y en ensayos “exploran la memoria y el exilio, a la vez que rechazan la cerrazón nacionalista o religiosa. Maalouf da voz a los desarraigados y viajeros de distintas épocas y muestra que nuestras identidades múltiples están constituidas de estratos, de cruces y pasajes, más que de muros. Su pensamiento humanista, crítico y generoso, ilumina nuestra época atravesada por conflictos entre culturas y memorias y nos recuerda que la esperanza reside en el reconocimiento de nuestras herencias compartidas”, se lee en el acta del Jurado que lo eligió triunfador de entre 63 candidaturas y 48 escritores de 18 países que hablan alguna lengua romance.

En medio del reconocimiento, además de recibir el Premio FIL, Maalouf también concedió un número reducido de entrevistas a diversos medios de comunicación, entre ellos ZETA.

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DEL PERIODISMO A LA LITERATURA

Amin Maalouf (Beirut, 1949) se exilió en Francia desde 1976. Es autor de títulos como “León el Africano” (1986), “Samarcanda” (Premio Maison de la Presse, 1988), “Los jardines de la luz” (1990), “El primer siglo después de Beatriz” (1992), “Las escalas de Levante” (1996), “Identidades asesinas” (1999).

Entre sus obras también se encuentran “El viaje de Baldassare” (2000), “Orígenes” (2004), “El desajuste del mundo” (2009), “Los desorientados” (2012), “El naufragio de las civilizaciones” (2019) y, la más reciente, “El laberinto de los extraviados”; su obra ha sido traída al español por Alianza Editorial.

Ha recibido, entre otros galardones, el Premio Goncourt por “La roca de Tanios” (1993), el Prix Mediterranée, la Medalla de Oro de Andalucía, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010 y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2025.

Tanto usted como su padre fueron periodistas. ¿Qué fue determinante para que usted eligiera ser escritor? ¿Fue antes de 1975 durante la Guerra Civil Libanesa o después?

“Desde pequeño, siempre he sentido una gran pasión por cómo va el mundo y siempre quise ser periodista. Justamente, cuando tuve que mudarme del Líbano a Francia, pues continué este trabajo de periodista que ya tenía antes en Líbano. Pero bueno, lo que fue realmente determinante para decidirme por completo a la escritura fue que cuando estaba escribiendo mi primera novela ‘León el Africano’, digamos, cuando llevaba el 20 por ciento del inicio de la novela sentí que debía escoger, que para terminar mi novela debía detener por completo mi trabajo en ese momento, mi trabajo como periodista; en ese momento era redactor en jefe de una revista importante, y eso me llevaba muchísimo tiempo. Así es que alrededor del 84, 85, decidí que me iba a dedicar por completo a la literatura”, contestó a ZETA Amin Maalouf, con la traducción del francés al español de la escritora Melina Balcázar.

— Al exiliarse en Francia, ¿por qué decidió escribir su obra en francés y no en su lengua materna, el árabe?

“En Líbano trabajaba en un periódico de lengua árabe y en Francia sentí la necesidad de escribir en la lengua de la gente que me rodeaba. Se me hacía muy extraño escribir en una lengua que la gente que con la que convivía a diario no entendía. Así es que opté por el francés. Debo decir que yo estudié en Líbano en ambas lenguas, en árabe y en francés, simultáneamente; entonces, la transición de un idioma al otro no fue muy complicada, se dio de forma bastante natural”.

“También se trata de una actitud de reconocimiento y de agradecimiento con respecto a este país; es decir, si hubiera llegado a un país cuya lengua no hablaba, yo hubiera hecho el esfuerzo para para aprenderla y escribir en esa lengua. Así que creo que también es una actitud hacia la sociedad que has elegido como sociedad de adopción”.

— ¿Qué tanto influyó el periodismo en su obra literaria? ¿O por qué dio el salto del periodismo a la ficción?

“Creo que todo lo que he hecho en mi vida desde el principio habla de una pasión, que es la pasión de contemplar el mundo, de observar la forma en que se mueve el mundo; ésa siempre ha sido mi pasión como novelista, periodista y ensayista. De hecho, es lo primero que hice desde que abrí los ojos al mundo, es decir, hace casi 70 años. Observo el mundo y es una pasión que nunca ha decaído. El espectáculo del mundo me fascina”.

 

ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE

Desde su obra maestra o su obra más famosa y citada tanto en Occidente como en Oriente, “Las Cruzadas vistas por los árabes” (1983), pasando por “León el Africano” (1986), hasta llegar a “El naufragio de las civilizaciones” (2019) y su ensayo más reciente “El laberinto de los extraviados”, la obra de Maalouf refleja los conflictos entre Occidente y Oriente y las civilizaciones a lo largo de la historia.

— ¿De dónde viene su pasión y preocupación por narrar las diferencias ancestrales entre Occidente y Oriente? Es decir, ¿esta visión dual surgió a partir de su exilio en Francia o es lo que le permitió mirar la historia de esta manera, o es la historia misma la que le impulsa a hacerlo?

“De hecho, son las dos cosas a la vez. Si pienso en mi libro sobre las cruzadas (‘Las Cruzadas vistas por los árabes’), justamente tiene que ver con este paso mío, de una sociedad a otra, de una región a otra, y sí, eso hizo que yo me diera cuenta de que la historia se percibe de manera diferente según en la región o la sociedad en la que uno se encuentra”.

“Y bueno, a través de ‘Las Cruzadas vistas por los árabes’ quise justamente evidenciar esta diferencia de percepción entre dos mundos. Pero también añadiría que el hecho de haber nacido en el Líbano me hizo consciente de estas diferencias; es decir, en el Líbano estamos en contacto todo el tiempo con el mundo árabe y al mismo tiempo con Occidente. Siempre me ha preocupado que cada acontecimiento se perciba de forma completamente distinta, según el bando al que pertenezca”.

— A propósito de “Las Cruzadas vistas por los árabes”, ¿por qué era importante para Usted mostrar la versión o visión del mundo árabe sobre las Cruzadas?

“Las Cruzadas desde luego son el acontecimiento, digamos, más emblemático entre estos dos mundos. Ahora, hay que pensar que fue algo que se extendió durante dos siglos e incluso hoy tiene todavía un valor simbólico; incluso hoy, a pesar del paso de tantos siglos, aún existen referencias a las Cruzadas. Diría que la diferencia de perspectiva respecto a las Cruzadas se mantiene igual que en su momento”.

 

DE LA FICCIÓN Y LA HISTORIA

Las obras de Maalouf, novelas y ensayos, mezclan realidad y ficción, por ejemplo, en “León el Africano” recrea con datos históricos la historia homónima en el Siglo XVI; e incluso en “Las Cruzadas vistas por los árabes” cita al historiador Ibn al-Atir y al cronista Ibn al-Qalanisi con sus datos históricos sobre las Cruzadas desde el Siglo XI.

— ¿Qué papel juega la ficción que cita a historiadores y cronistas para contar la historia?

“Realmente comienzo con la lectura de muchos otros libros, en particular libros históricos. Para escribir ‘León el Africano’, leí mucho sobre su época, el fin del siglo XV y el siglo XVI, A mí me parece que la parte más apasionante de la escritura es justamente cuando uno está en la investigación, en la búsqueda de información y porque uno descubre una época, un país”.

“La ficción es un elemento importante, aunque en un libro como ‘León el Africano’ la parte puramente histórica es bastante limitada. Es decir, es esencialmente un libro de imaginación. Pero en todo lo relacionado con la historia de la época, me preocupa la precisión histórica. Bueno, la historia es mi pasión, es el tema principal de mi escritura”.

 

“MI TRABAJO INTENTA REUNIR CULTURAS MUY DIFERENTES”

El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances ha sido obtenido por autores de Latinoamérica como Nicanor Parra, Juan José Arreola, Ida Vitale, Sergio Pitol, Diamela Eltit y del otro lado del Atlántico por autores como António Lobo Antunes, Yves
Bonnefoy, Norman Manea, Emmanuel Carrère, Mircea Cărtărescu y el año pasado Mia Couto.

— ¿Cómo se siente Usted y cómo se ve entre el selecto elenco de ganadores del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y qué valor le da en su trayectoria?

“En principio, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances me parece muy interesante y creo que debería generalizarse a nivel mundial. La idea de recompensar a autores que han escrito en diferentes idiomas me parece muy justa; y también tiene que ver con mi trabajo, que justamente intenta reunir culturas muy diferentes, aunque con cierto parentesco. Es lo que ocurre con las lenguas romances que tienen estructuras, vocabularios comunes; y bueno, de hecho, me sorprende que no haya más eventos literarios justamente que trabajen con este parentesco entre las lenguas”.

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Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Enrique Mendoza Hernández estudió Comunicación en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en la categoría de Periodismo Cultural, otorgado por la Secretaría de Cultura de Baja California; Premio Nacional de Periodismo Cultural FILEY 2025, otorgado por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), a través de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, y Manos Libres Periodistas. Ha sido incluido en diversas antologías, entre otras, en “Relatos de frontera y otras costumbres. Crónica joven de Tijuana”, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Centro Cultural Tijuana (CECUT) en 2013. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”, publicado por la Secretaría de Cultura de Baja California en 2024. Es periodista cultural en Semanario ZETA, en Tijuana
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