Este fin de semana, José Madero desató la euforia en Tijuana con un show cargado de emoción como parte de su “Sarajevo Tour”, una gira que ha recorrido distintas ciudades de la República Mexicana y que reunió a cientos de fans en una noche de música y catarsis colectiva en El Foro del antiguo Palacio Jai Alai.
El concierto inició bajo un juego de luces moradas y una escenografía dominada por flores púrpuras que decoraban los instrumentos, desde la batería hasta los micrófonos. La intro se acompañó de una pieza de tintes casi solemnes, cercana a lo evangélico, que preparó el ambiente antes de la aparición de los músicos.
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Primero salió el baterista, seguido del corista, y un par de minutos después apareció José Madero en el escenario para abrir la noche con “Hablemos del campo”, tema principal del álbum Sarajevo (2024) y eje central de esta gira. Sin dirigir palabras al público, el repertorio continuó con “Lamentablemente”, un repaso a su etapa de Psalmos (2019), mientras el público coreaba el estribillo al unísono.
La estética del escenario cambió entonces a tonos rojos, acompañados por una cinemática de luna llena y destellos de luces blancas. El momento marcó el paso hacia un sonido más rock con “¿A poco no?”, tercera canción de la noche, que fue cantada y bailada por el público de la zona de pista. Le siguió “Suspira sobre mí”, acompañada de imágenes de nubes y una iluminación más tenue.
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Entre luces rojas y visuales en constante movimiento, sonó “Teoremas, etc.”, sencillo de su EP de 2021. Madero se mantuvo concentrado en la interpretación enlazando una canción tras otra. Sonaron entonces temas como “Gardenias ‘87”, “Cum Laude”, “Día de Mayo”, “Dafne” y “Rey Ahogado”, todos de su álbum homónimo.
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El recorrido musical también incluyó piezas como “Violencia”, “Imposible”, “Cerraron Chipinque”, “Abril” y “Mercedes”. Hacia la parte final del concierto, el público reaccionó con especial intensidad ante la interpretación de dos canciones de su etapa con PXNDX: “Narcisista por excelencia” y “Nuestra aflicción”.
Tras cerca de una hora y media de música, el concierto cerró entre aplausos, gritos y un público que pedía otra canción. Algunos asistentes lanzaron flores al escenario como despedida para el cantante, cerrando así una noche marcada por la carga emocional del repertorio y la conexión constante entre escenario y audiencia.
