El conflicto legal por la posesión del Hotel Old Mill y el restaurante Eucalipto, ubicados en la zona turística del Muelle Viejo, en San Quintín, escaló y nuevamente fue escenario de una violenta intervención mediante un desalojo forzado.
Semanas antes de este evento, la Policía Municipal fue captada en distintas videograbaciones realizando rondines constantes, escoltando a un excompañero que se identificaba como representante legal del negocio e incluso solicitando documentación del juzgado para desalojar el restaurante.
Personas vinculadas al complejo hotelero acusaron la falta de reacción de la Policía Municipal y la ausencia de medidas preventivas por parte del Juzgado Civil de San Quintín, así como de la Fiscalía General del Estado (FGE), que son las principales autoridades que —afirman— han contribuido al ambiente de inseguridad.
El 2 de diciembre, Semanario ZETA solicitó a la presidenta municipal de San Quintín información sobre el seguimiento a este conflicto, a lo que respondió: “Yo no me voy a meter”, al tratarse de un asunto que deben resolver otras instancias de gobierno.
De acuerdo con testimonios de personal de seguridad y del representante legal, Jaime Palafox Granados, un hombre identificado como Javier, exempleado y exsocio del negocio, llegó la noche del miércoles 3 de diciembre acompañado por aproximadamente 25 sujetos.
Usando la fuerza, derribaron el cerco metálico que delimita la Zona Marítimo Federal para ingresar al inmueble y tomar control de las instalaciones, ordenando desalojar al personal que se encontraba laborando. El incidente quedó registrado en videograbaciones.
Publicidad
Los posesionarios señalan que, durante el ingreso, algunos de los involucrados afirmaron que “la policía no va a llegar”, lo que —según los guardias— se confirmó cuando hicieron llamadas al número de emergencia, pero la Policía Municipal tardó alrededor de dos horas en acudir para elaborar un reporte, cuando los hechos ya habían concluido.
Los propietarios del inmueble, Nancy Grace y James Louis Harer, ambos de 81 años, quienes adquirieron la propiedad mediante la empresa Viento y Mar S.A. de C.V., están integrando otra denuncia penal por despojo en contra de Javier. Esta carpeta se suma a otra existente por el delito de fraude en contra del mismo ex trabajador.
Según su versión, el señalado fue inicialmente empleado del hotel y posteriormente accionista con el 40 por ciento de las acciones, pero le retiraron el poder tras detectar “irregularidades en el uso de las cuentas bancarias”.
El equipo de los propietarios agregó que el 2 de diciembre, un día antes del desalojo, tuvieron acceso a toda la documentación financiera del hotel y el restaurante, y encontraron que en 2025 se dejaron de reportar aproximadamente 390 mil pesos en ingresos.
![]()






