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lunes, noviembre 17, 2025
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Van 308 policías asesinados en México; 13 en BC

Después de varios años de ocupar el deshonroso primer lugar en el rubro de homicidio de policías, el estado de Guanajuato fue desplazado por Sinaloa, territorio que no ha encontrado la paz desde que el 9 de septiembre de 2024 inició una guerra intestina en el Cártel de Sinaloa entre las facciones de Los Chapitos y Los Mayos. La entidad de El Bajío fue desplazada al segundo sitio, mientras que Chiapas, Nuevo León y Tamaulipas salieron del llamado “Top ten” de este tipo de crímenes, para incorporar a Oaxaca y Puebla.

Uno de los casos que más conmovió a la sociedad en el Occidente del país fue la reciente doble ejecución de dos policías viales en el municipio de El Salto, donde fueron sorprendidas la mañana del 11 de noviembre por sujetos armados, quienes las desapoderaron de sus armas de fuego de cargo, las subieron a la caja de su propia patrulla pick-up y las trasladaron a otro sitio para asesinarlas a mansalva, sin que hasta el cierre de esta edición sus homicidas fuesen detenidos, pese al anuncio gubernamental de que ya tenían ubicados a los agresores.

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De acuerdo con cifras de la asociación civil Causa en Común, que desde 2018 lleva estadísticas recabadas de fuentes abiertas, principalmente periodísticas, sobre asesinatos de policías, en lo que va de 2025, hasta el 12 de noviembre, un total de 308 servidores públicos de los sectores de la seguridad pública y procuración de justicia (en activo o ya retirados) fueron privados de la vida en el país. En este recuento hay desde agentes municipales y estatales, viales, ministeriales, federales de investigación.

En 2018 se registraron al menos 452 crímenes que concluyeron con la muerte de policías. En 2019, la cifra disminuyó a 446 homicidios. En 2020, se tuvo un alza hasta los 524 asesinatos de gendarmes e investigadores, siendo el récord hasta el momento en México. En 2021, se reportaron 401 casos de elementos operativos abatidos. En 2022, fueron 403. Para 2023, la cantidad fue de 412 víctimas. Mientras que en 2024, se tuvo un decremento en este indicador con 320 policías muertos a manos de delincuentes. Ahora, 2025, van 308.

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Muchos de los servidores y exservidores públicos fueron “cazados” por sus depredadores cuando llegaban o salían de su domicilio y otros más en enfrentamientos callejeros o carreteros. La mayoría de esos homicidios son consideradas muertes en cumplimiento del deber, otros por oponerse a prácticas ilegales, algunos –los menos- por conflictos personales y algunos más por haberse vinculado o proteger a un bando delictivo del crimen organizado.

 

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BAJA CALIFORNIA

Desde 2018 hasta el 12 de noviembre de 2025, en Baja California fueron asesinados 118 policías. Tan sólo en lo que va del año, se reportan 13 homicidios, uno menos que en 2024 a estas fechas; desde uniformados de los municipios, estatales y ministeriales. Los crímenes contra servidores públicos del sector seguridad comenzaron a contar desde la noche del 5 de enero, cuando el policía municipal de San Felipe, Germán Rubio Gaxiola, fue ultimado a balazos a las afueras de su domicilio ubicado en la colonia Los Gavilanes. A la fecha las investigaciones no han prosperado, como en la mayoría de los casos.

La tarde del 14 de febrero, el policía municipal de Tijuana, Jesús Armando González Gutiérrez, fue asesinado en el cumplimiento de su deber al acudir a un llamado de emergencia por ataque armado que se registraba al interior del Motel La Gloria, sobre el bulevar Cuauhtémoc Sur de la colonia La Gloria, en la delegación de Santa Fe. El presunto homicida, Joaquín Castro Cruz, fue detenido. El 9 de abril, durante un operativo para detener a un prófugo de la justicia de Estados Unidos, fue victimada de un balazo en el cuello la oficial de la Fuerza Especial de Seguridad Ciudadana, Abigail Esparza Reyes.

Abigail, de 33 años, era una destacada jefa de grupo de Enlace Internacional en Tijuana, reconocida por el gobierno estadounidense por sus buenos servicios, que fue asesinada por Moisés Hernández, al que se pretendía capturar en la fatídica fecha y quien finalmente fue detenido días después. También en abril, pero el día 23 por la noche, fue privado de la vida a tiros el guardia de la Policía Auxiliar, Luis Fernando Márquez Durón, en las inmediaciones del residencial San Marino, ubicado sobre la carretera escénica Ensenada – Tijuana. Tenía 18 años como efectivo de la corporación.

La tarde del 28 de abril, cuando circulaba en una camioneta pick up gris sobre la avenida Aeropuerto, en la delegación Otay, en Tijuana, fue acribillado con armas de alto poder el exagente de la Policía Federal, Leonel Almazán Clemente, alias El Puma, y su esposa María del Rosario Arredondo, dueños de las Grúas Arredondo de Tecate. Sicarios les dispararon desde dos automotores. La noche del 2 de julio, sujetos que arribaron en vehículo pick-up Chevrolet Colorado color blanco, mataron a balazos al policía municipal de Tijuana, incapacitado, Juan Manuel Ocampos Cervantes, en el interior de su casa en la Privada de las Macadamias, en Residencial del Bosque.

En Mexicali, la muerte se hizo presente la noche del 14 de julio en el cruce de las avenidas Hermani y Mirabueno, en el fraccionamiento Lomas Altas, donde fue masacrado el subcomandante de la Policía Municipal, Roberto Méndez Arreola, el Barney, de 45 años de edad. Según testimonio de su esposa, el veterano -con 23 años de servicio- se hallaba de franquicia cuando salió a la esquina de su casa, y mientras revisaba el celular arribaron dos sujetos, quienes le dispararon con armas de fuego calibre .223, quedando 88 casquillos esparcidos en el lugar. La principal línea de investigación apunta a la célula de Los Rusos como los autores del crimen.

La madrugada del 22 de agosto fue asesinado en las inmediaciones de la colonia El Refugio, el policía municipal de Tijuana, Isidro Karim Ocampo García, vinculado al secuestro de un comerciante maderero. Fue localizado a bordo de un sedán Chevrolet Cruze, 2016, color gris, que se impactó contra un sedán Honda Accord, 2005, estacionado. La noche del 23 de septiembre, dentro de un carro abandonado en la colonia San Bernardo y envuelto en una cobija, hallaron el cadáver del policía auxiliar de Tijuana, Martín Emmanuel Flores Rodríguez. El 1 de octubre fue asesinado a balazos en un auto Hyundai Grand, el policía municipal Jorge Robledo Hernández, en la colonia Paseos del Vergel.

El subcomandante de la Fiscalía General del Estado en Playas de Rosarito, Humberto Antonio Martínez Corrales, fue asesinado de 76 disparos de arma de fuego la mañana del 10 de octubre en la calle Ensenada, de la colonia Buenos Aires, en Tijuana; los asesinos huyeron en varios vehículos. La noche del 30 de ese mes, acabaron con la vida a tiros del exagente de la extinta Policía Estatal Preventiva, Fernando Eleazar Cervantes, quien atendía un puesto de comida rápida en la Calle Paseo Canadá, en la Tercera Etapa del Río Tijuana. Y finalmente, el 6 de noviembre fue ejecutado con disparos en el cráneo el agente de la FESC, Eduardo García López, cuando descendía de su vehículo en la calle Idesia, en la colonia Florido II Sección, en Tijuana.

A NIVEL NACIONAL

En el resto del país, destacan asesinatos múltiples de policías, desde dos hasta cinco en un solo evento. Así inició el conteo el 3 de enero de 2025 con el doble homicidio de dos policías municipales de San Vicente Chicoloapan, Estado de México. Después, el día 12 de ese mes, en la carretera federal 200, en Santiago Tetepec, en Oaxaca, fueron asesinados el comandante de la Policía Municipal y un oficial de la Policía Auxiliar. Cuatro días después, en Jiutepec, Morelos, mataron a balazos a dos mujeres policías y a la hija de una de ellas. El 23, sicarios acabaron con la vida de dos policías municipales de Culiacán e hirieron a otros cuatro.

El 28 de enero mataron a cuatro policías de San Juan Bautista Tuxtepec, en Oaxaca, entre ellos el subdirector de la Municipal, y tres presuntos agresores fueron abatidos. El mes cerró el día 29 con un enfrentamiento en Malinalco, Estado de México, donde fallecieron baleados tres policías municipales. El 2 de febrero, en Guadalupe, Nuevo León, dos policías del municipio murieron y otros dos quedaron heridos tras una emboscada. El día seis de ese mes, en Villahermosa, Tabasco, desconocidos asesinaron a dos policías que custodiaban un predio asegurado. En esa misma fecha, en Queréndaro, Michoacán, delincuentes que viajaban en un vehículo de los llamados “monstruos”, mataron a balazos a tres policías municipales y lesionaron a otros. El día 17, fueron localizados los cadáveres torturados de dos agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) en la carretera Apatzingán-Buenavista, en Michoacán.

El 18 de febrero, ocho policías municipales de Teocaltiche, Jalisco, desaparecieron cuando viajaban a Guadalajara a realizar las pruebas de control de confianza. Cuatro de ellos aparecieron desmembrados al día siguiente en bolsas de plástico, los otros nunca fueron localizados. El día 27 asesinaron a dos policías en Apaseo el Alto, Guanajuato, en un centro deportivo; y en Celaya, fue ultimada la encargada de la Policía de Género. El 1 de marzo dos policías municipales de Puebla fueron victimados en un ataque armado en la colonia Del Valle. Al día siguiente, en Culiacán, encontraron sin vida en una carretera rural a tres policías que fueron levantados por criminales el 27 de febrero.

El 6 de marzo asesinaron al exdirector de la Policía Municipal de Celaya, Carlos Miguel Reyes Ortega, y en otro hecho, mataron a un agente municipal en su domicilio. Nuevamente en Chicoloapan, Edomex, el día 14, se registraron los homicidios de dos uniformados en un camino de terracería. El 16 de marzo, tras una serie de narcobloqueos en los límites de Michoacán y Jalisco, en La Barca, tres soldados y dos elementos de la Guardia Nacional murieron. Esa misma fecha, dos policías de Valle de Santiago, Guanajuato, fueron asesinados a balazos cuando iban a ingresar a su turno laboral; y en la comunidad de El Saucillo, en Abasolo, Un policía estatal y su esposa fueron ultimados en su casa.

En Paraíso, Tabasco, el 21 de marzo, mataron a dos policías municipales que viajaban en una motocicleta. Dos días después, una pareja de policías estatales de Veracruz murió en una emboscada en la autopista Cardel – Nautla. El 23 de abril durante un enfrentamiento en una carretera de Tingambato, Michoacán, fallecieron un guardia Civil y un policía comunal. El 7 de mayo, dos policías de Mazatlán y uno de Culiacán fueron acribillados. El 13, dos agentes de la Policía Federal Ministerial, de la FGR, fueron victimados en Boca del Río, Veracruz. Dos días más tarde, fue asesinado en una emboscada el alcalde de Santiago Amoltepec, Oaxaca, Mario Hernández, junto con dos policías municipales. El 17 de mayo, en Tlaquepaque, Jalisco, dos instructores policiales internacionales fueron abatidos a balazos cuando cenaban tacos tras una capacitación a policías estatales.

El 18 de mayo dos policías estatales fueron asesinados en Amozoc de Mota, Puebla, cuando custodiaban un inmueble cateado. El 24 de ese mes, en Tingüindín, Michoacán, murieron en enfrentamiento dos policías. El 3 de junio, en Frontera Comalapa, Chiapas, un ataque con granadas de narcotraficantes dejó a cinco policías sin vida. El día 27, en una balacera en Igualapa, cuatro policías municipales fueron asesinados. El 31, un grupo armado atacó a la Policía de Apatzingán, con saldos de dos agentes muertos. El 3 de julio, en una fatal emboscada en Zamora, Michoacán, fallecieron el subdirector y dos agentes de la Municipal. Al día siguiente, dos policías de Atotonilco de Tula, Hidalgo, fueron victimados por miembros de una secta en la capilla Angelito negro 666, en Pachuca. Cinco días después, en Acapulco, en dos ataques, mataron a dos policías municipales. El día 20, una mujer policía municipal y su pareja, policía estatal, fueron asesinados en Copala, Guerrero. El 24, dos policías municipales de Madera, Chihuahua, fueron ejecutados.

En agosto, el día 11, ocurrió el homicidio de un líder criminal de La Línea, en Ciudad Juárez, junto con dos policías municipales que eran sus escoltas.  El 30, en Mixquiahuala de Juárez, Hidalgo, dos policías murieron tras una persecución armada. El 7 de octubre, tres policías estatales de Chihuahua, murieron tras enfrentamiento en Moris. El 2 de noviembre, dos policías hombres y una mujer comandante, fueron asesinados en San Salvador Huixcolotla, Puebla. Y el día 11, dos mujeres de la Policía Vial de Jalisco murieron en el municipio El Salto, sobre la caja de su patrulla, baleadas por sujetos presuntamente identificados, pero no detenidos.

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Autor(a)

Luis Carlos Sáinz
Luis Carlos Sáinz
Reportero desde 1989 en W Radio, Promomedios Radio, TV Azteca, Canal Ocho, Grupo ACIR, Ocho Columnas, Associated Press y ZETA; Consejero Editorial en Mural 2010-2011. Autor del libro Rejas Rotas.
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