Cinco años de prisión es la condena que recibió Christian Iván “N”, el adolescente de 16 años responsable del feminicidio agravado de Keyla Nicole Duarte Acevedo, de 13 años, sentenciado este viernes 7 de noviembre.
La condena representa la pena máxima de internamiento que la legislación mexicana actual permite aplicar a una persona menor de edad por delitos graves. El crimen, que conmocionó a la comunidad de El Rosario de Abajo, en San Quintín, Baja California, se perpetró el pasado 1 de julio de 2025.
El proceso legal se resolvió a través de un juicio abreviado, un mecanismo mediante el cual el adolescente de 16 años reconoció su participación en los hechos. De acuerdo con la investigación, Keyla fue vista por última vez junto a Cristian cuando se dirigían a una zona conocida como “la cueva”. La vinculación a proceso se había obtenido previamente por la Agencia Estatal de Investigación y la Fiscalía Especializada en Adolescentes de la Fiscalía General del Estado (FGE).
La sentencia de cinco años se debe estrictamente al marco normativo vigente, según explicó Álvaro Castilla Gracia, magistrado de la Sala Especializada en Justicia para Adolescentes del Tribunal Superior de Justicia del Estado. El magistrado precisó que el caso se condujo conforme a la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes. Dentro de este marco legal, y de acuerdo con el artículo 201 del Código Penal, la pena más alta aplicable para un menor de 16 años es de cinco años de internamiento en un centro especializado, incluso en procedimientos abreviados donde el imputado acepta su culpabilidad y las medidas sancionatorias.

Los hechos periciales revelaron la extrema brutalidad del feminicidio. El dictamen forense del Servicio Médico Forense (Seemefo) determinó que la causa de muerte de Keyla Nicole fue un traumatismo craneoencefálico, resultado de un golpe severo en la cabeza provocado por un objeto contuso, es decir, un objeto duro y sin filo.
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El cuerpo de Keyla presentaba lesiones post mortem, incluyendo decapitación y cortes en las extremidades, causados por un objeto cortante y pesado aplicado con fuerza, indicando el uso de un instrumento con filo. Respecto a la inspiración del crimen, la Fiscalía General de Baja California (FGE) informó que Cristian “N” confesó haberse basado en la serie de televisión Dexter, que trata sobre un asesino en serie. En el cateo de su domicilio se encontraron dibujos detallados del crimen, descritos por la FGE como “planos o guía para no equivocarse”, incluyendo imágenes de un cuerpo con manchas de sangre apuñalado, desmembramiento desde la base del cuello, y un tercer dibujo que mostraba una cabeza, torso, brazos y piernas mutilados, reflejando lo que le hizo a la víctima.
Se presume que el joven habría planeado el asesinato con alevosía y ventaja. Antes de su desaparición, Keyla logró enviar un mensaje de auxilio a una amiga, expresando sentirse insegura porque Cristian “traía un palo”, un objeto que fue posteriormente localizado y estaba siendo analizado como posible arma. Testimonios de conocidos señalaron que Cristian estaba obsesionado con la Santa Muerte y gustaba de hacer comentarios sobre su deseo de “destazar” a una persona.
A pesar de que la Fiscal General, María Elena Andrade Ramírez, había manifestado que buscarían alcanzar la pena máxima para Cristian “N”, también refirió la necesidad de un análisis minucioso de la legislación. La Fiscal señaló que cada vez se observan asuntos muy graves y atroces en los que intervienen adolescentes, a veces con un “alcance negativo mucho mayor que otro grupo -delictivo-“, destacando la limitación de cinco años impuesta por la ley.

La madre de Keyla Nicole, de 13 años, reportó su desaparición el 2 de julio. Trágicamente, la búsqueda inicial se vio obstaculizada por la omisión de la Policía Municipal de San Quintín, que habría negado la atención inmediata, indicando a los menores que debían esperar 72 horas para activar el protocolo de búsqueda, un hecho que fue asentado en la investigación. Lamentablemente, el cadáver de Keyla fue localizado descuartizado ese mismo día, 2 de julio, en un terreno deshabitado. Incluso durante el operativo de búsqueda, se reportó que un perro traía en el hocico una de las piernas de la menor.







