Emocionada de retornar a su tierra natal para compartir historias e ideas, la cantante y actriz Fátima Molina presentará el filme “Allá, cartas al corazón”, en el marco del Festival Internacional de Cine de Ensenada (FICENS), a realizarse del 20 al 23 de noviembre, donde aterrizará con una historia de relaciones humanas que explora temas de identidad, migración, y comunidad. Con relación a su oficio, la ensenadense se inclina por la calidad del guion sobre los números de popularidad con que la industria localiza sus protagonistas
Calificando de significativa la oportunidad de celebrar el cine mexicano en su tierra natal, la actriz y cantante Fátima Molina avivará la edición 2025 del Festival Internacional de Cine de Ensenada (ficens.com.mx), donde este fin de semana encabezará la presentación del filme “Allá, cartas al corazón”, de Montserrat Larqué, la cual se sumará a una programación engalanada por Adriana Paz (“Arillo de hombre muerto”) y Alejandro Camacho (“Amores incompletos”), además de actividades formativas en sedes como Caracol Museo de Ciencias, Sala Francisco Zarco, Foro Experimental y Cinépolis Plaza Marina, pretexto para dialogar con ZETA sobre su visita, oficio, industria del entretenimiento, y la película filmada en Tequila, Jalisco.
“Estoy muy orgullosa, es un sueño y muy importante que se celebre el FICENS en el lugar en que nací, donde vive mi familia materna, y de donde traigo en mi ADN el sabor de las almejas, los taquitos de pescado, ceviche, el agua salada fría, y toda una historia de cine hecha en Baja California que recorre mis venas. Estos días Ensenada será foco de historias, conferencias, y plataforma de una industria que brilla fuera del centro”, expresó.

En entrevista con el Semanario, Molina compartió que el filme de Montserrat Larqué “tiene mucho que ver con los migrantes, pero no de los que se van sino de los que deciden quedarse. Y para mí tiene mucho que ver también con esta industria, no nada más con lo que a mí me ha tocado ver… Tiene como muchas referencias personales, con esta idea de si no salgo de donde nací, o si no salgo de donde vivo, entonces no soy exitosa o no soy importante. Y dejamos de darle el valor a la gente que decide quedarse; incluso deberíamos debatir qué es el éxito verdaderamente”.
Con relación a su papel en “Allá, cartas al corazón”, la actriz y cantante de 39 años, interpreta a Martha, una mujer cuyo esposo migró para trabajar en Estados Unidos, pero nunca más volvió a saber de él:
“En algún momento le enviaba cartas. Ella vive en un pueblo en el que no llegó el internet, y pareciera que están un poquito alejados en el tiempo, una población mayormente femenina donde el correo postal aún rige. Es una película de relaciones humanas, migrantes, de las mujeres que les toca quedarse, y los hombres que se van a buscar el trabajo y de esta sororidad también que generan estas mujeres siendo amigas en un pueblo donde también rige el qué dirán”.
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“Lo interesante también es la parte social, la crítica hacia las mujeres, sobre todo en los pueblos que están a años luz de avanzar, y se tiene que seguir defendiendo esa dignidad, ese valor como mujer, guardándole un luto y un respeto a alguien del que ya no se sabe nada”, relató Molina quien se autodefine como “una mujer que vive su sueño de niña por la actuación, inicié haciendo teatro musical, y la música hoy la uso como herramienta para mis personajes. Recuerdo con mucho cariño y ternura a esa niña que soñó lo que hago hoy: una persona que disfruta de su familia, el hogar, de sus amigos, del Sol, de dar un paseo, de cocinar y ver películas, que es afortunada de trabajar en lo que más ama”, subrayó la ex participante del reality “La Academia”, de TV Azteca.
Respecto a su doble oficio, señaló: “Hoy utilizo mi cantar como herramienta para mis personajes, y lo disfruto muchísimo. Hace un año filmé en España la historia de Julia Pastrana, una mujer de 1800 con una condición de hipertricosis. Fue la primera cantante mexicana, literal, en cruzar el charco y en llenar teatros. Es una historia sumamente trágica, verdaderamente dolorosa, pero para mí es un orgullo haberla podido interpretar, y cantar sus temas”.

Sobre la relevancia de los números en redes sociales para ser seleccionado en producciones y la inmediatez de demanda de contenido, apuntó:
“Muchas veces la industria se rige por los números en redes sociales. Ese es un tema sumamente riesgoso y doloroso, porque hace cuestionarme dónde quedaron las buenas historias e interpretaciones. Nos hemos dejado apantallar por las redes sociales y los números, lamentablemente es el reflejo de nuestra sociedad. Nos estamos dejando engañar por lo que muestra una pantalla editada, con filtros, con mentiras. Redes sociales vemos, vidas no sabemos. Creo fiel y románticamente que esto tiene que volver a dar un giro; no sé si la industria del entretenimiento vaya a ser la misma de antes, pero tendría que dar un giro si queremos sostenernos como tal”, refirió la bajacaliforniana, a quien le inquieta poder afrontar la desigualdad histórica y mundial, y cree en la necesidad de reestructurar desde la raíz.







