Un evento violento ocurrió dentro de las instalaciones del estadio Águilas de Mexicali, luego de que un vendedor y un asistente protagonizaran una riña que culminó con una persona inconsciente y su posterior traslado al Hospital General de Mexicali la noche del domingo 9 de noviembre.
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Apenas hace unos días, el director de la Policía Municipal de Mexicali, Luis Felipe Chan, señaló que la directiva del equipo de béisbol había ignorado las peticiones de brindar mayor seguridad dentro y fuera del estadio, debido a que solo contaban con la vigilancia de una empresa de seguridad. Por la magnitud de los eventos, también se requiere la logística y el apoyo de la Policía Municipal. Sin embargo, los funcionarios del club, propiedad de Dio Murillo, ni siquiera respondieron los oficios emitidos para coordinar dicho apoyo.
Eran alrededor de las siete de la noche cuando se emitió el llamado de emergencia por parte de trabajadores de la empresa Bravo 10, quienes solicitaron una ambulancia para el traslado de un hombre identificado como Jorge Plascencia, quien fue golpeado hasta quedar inconsciente.
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El hombre, de complexión robusta y vestido de negro, recibió una golpiza que le provocó una contusión con herida expuesta, ante la mirada de fanáticos y trabajadores.
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De manera preliminar se informó que un vendedor y la víctima protagonizaron un enfrentamiento que llegó a los golpes. Aún no se ha determinado si más personas participaron en el hecho, pero asistentes observaron el bullicio y el movimiento ocurrido en el área de generales del estadio.
La víctima perdió el conocimiento y quedó tendida en el suelo hasta que recibió atención médica, para luego ser trasladada al Hospital General de Mexicali.
Respecto al presunto agresor, se informó que responde al nombre de Marco Antonio Quevedo —inocente en tanto no se determine su responsabilidad mediante sentencia de un juez, conforme al artículo 13 del CNPP—, y que se retiró del lugar. Nadie fue capaz de detenerlo, dada la escasa vigilancia existente en el estadio, limitada a la empresa Bravo 10, que si bien realiza una labor importante, resulta insuficiente para atender las necesidades dentro del inmueble.
Durante toda la temporada, el equipo de Águilas de Mexicali no ha contado con vigilancia suficiente. Aunque la Policía Municipal ha emitido varios oficios para apoyar en las diligencias, el equipo de Dio Murillo no ha aceptado cumplir con esta medida mínima para garantizar la seguridad de los asistentes.
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