Luego de una alfombra roja y ceremonia inaugural en la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana, el Festival de Cine de Tijuana celebra su segunda jornada, iniciando actividades con los cinefotógrafos Ximena Amann y el tijuanense Adrián Durazo, bajo la moderación de Aleck Guzmán, quienes ofrecieron el conversatorio “Cinefotografía” la mañana de este 7 de noviembre en el Salón Los Arcos, del inmueble cultural, un espacio que reunió a entusiastas del cine, estudiantes universitarios y público aficionado.
Con una asistencia cercana al 70 % del aforo, la charla giró en torno a los retos, aprendizajes y satisfacciones de dedicarse a la imagen cinematográfica. Los directores de fotografía compartieron experiencias personales y reflexiones sobre cómo las nuevas tecnologías están transformando la manera de hacer cine.
Adrián Durazo, director de F1: The Movie (2025), habló sobre el desafío de crear en una época dominada por la inteligencia artificial y las imágenes generadas digitalmente.
“El mundo está lleno de imágenes bonitas hechas con IA; todo parece perfecto e increíble. La imagen bella está bastante devaluada, hablo de una belleza superficial, no profunda. Creo que debe existir una contracorriente que reivindique la imagen real, bien iluminada, que toque al espectador”, comentó.

Durazo también reflexionó sobre el proceso creativo en el cine, al que calificó como “un milagro” cuando logra concretarse con éxito. En su intervención, subrayó que la originalidad absoluta es una ilusión:
Publicidad
“En el cine hay muchas falacias, una de ellas es la originalidad. Todos somos inspiración de alguien más; el detalle está en el toque que cada uno aporta”, agregó.
Por su parte, Ximena Amann, directora de fotografía de títulos como Sujo y En El camino, compartió que sus primeras exploraciones detrás del lente comenzaron precisamente en Tijuana, ciudad que —dijo— le permitió experimentar, equivocarse y encontrar su propio lenguaje visual.
“La primera película que hice, y una de las razones por las que estoy aquí, fue en Tijuana. Me enfrenté a muchos retos técnicos que nunca había vivido, pero esa experiencia fue decisiva”, recordó. “Hablando de la relación entre fotógrafa, directora y productora, me parece importante reconocer la visión de quienes decidieron decir: ‘vamos a hacer nuestra propia reivindicación’. No queremos depender de un gran productor o productora que nos diga cómo hacerlo, sino aprender por nosotras mismas en el proceso. Lo importante es empezar”.

Amann también abordó las dificultades de comenzar siendo joven en el cine:
“En ese momento nos cuestionaban mucho: ‘¿por qué estas chavas están haciendo todo esto y sin pedir ayuda a alguien con más experiencia?’ La película fue muy cuestionada en su momento, pero con el tiempo encontramos un público que realmente la recibió y valoró nuestro trabajo”, alentó a los jóvenes a adentrarse en el medio, destacando que, aunque los retos son numerosos, la experimentación y el aprendizaje propio son invaluables.
Entre aplausos del público, el conversatorio de más de una hora no solo mostró la técnica detrás del cine, sino también la pasión, la creatividad y la determinación que dan vida a cada imagen, dejando una sensación de inspiración para quienes sueñan con contar historias a través del lente.







