Julio Antonio Berdegué Sacristán, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), informó, el 29 de octubre de 2025, que no existían condiciones para anunciar una fecha de reapertura de la frontera de Estados Unidos al ganado mexicano, ante la prevalencia del gusano barrenador.
Por causa de la larva de mosca de la familia Caliphoridae -un parásito de los vertebrados de sangre caliente, de nombre científico Cochliomyia hominivorax-, el Gobierno de EE. UU. había bloqueado a las reses mexicanas en tres ocasiones: del 22 de noviembre del 2024 al 31 de enero de 2025, del 11 de mayo al 7 de julio de 2025 y del 9 de julio de ese mismo año a la fecha.
“Estuve en Estados Unidos el día viernes que pasó y además el día de ayer volví a platicar con la secretaria Brooke Rollins. Hemos avanzado bastante. Yo estoy muy optimista, pero todavía no estamos en condiciones de hacer un anuncio de la fecha en que se reabrirá la exportación, pero realmente hay un avance significativo”, declaró el funcionario federal.
Durante la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, el titular de la SADER explicó que la reapertura de la frontera dependía de los avances en el control de la plaga, que afectaba principalmente a los estados del sur del país.
“Llevamos 11 meses con esta plaga en el territorio nacional. El 99.9 por ciento de los casos que hemos tenido los hemos mantenido en los estados del sur, del Istmo de Tehuantepec hacia el sur, que es donde siempre nos propusimos hacerlo. Erradicarlo, realmente sacarlo del país, lo vamos a poder hacer cuando ya tengamos los 100 millones de moscas adicionales”, dijo Berdegué Sacristán, quien también anunció que México y EE. UU. acordaron probar un sistema innovador de producción de mosca estéril, para acelerar la erradicación de la plaga.
“Hemos acordado con nuestros socios estadounidenses que vamos a probar unas plantas modulares pequeñas, móviles. Nunca se han usado en el mundo y hemos acordado que las vamos a probar en México a ver cómo funcionan, pero eso nos daría hasta 20 millones de moscas adicionales cada semana. Eso sí nos funciona bien, porque es una innovación, no existe, nunca existió en ningún lugar del planeta”, explicó el funcionario federal.
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El titular de la SADER detalló, además, que la nueva planta productora de mosca estéril, ubicada al sur de Tapachula, Chiapas, registraba un avance de casi 30 por ciento y que su operación plena sería clave para cumplir con las exigencias sanitarias del mercado estadounidense.
“Arrancamos en el mes de julio, a principios del mes de julio. Ya íbamos en 28 por ciento hace unos 80 o 90 días, debemos andar ya cerquita del 30 por ciento de avance. Eso está en pleno proceso en la etapa al sur de Tapachula”, enfatizó Berdegué Sacristán, quien también subrayó que la cooperación técnica con Estados Unidos continuaría hasta lograr el levantamiento de las restricciones.
El 20 de octubre de 2025, la titular del Departamento de Agricultura de Estados Unidos reportó estar monitoreando 350 sitios en las zonas en México afectadas por el gusano barrenador del ganado, confirmando que desde principios del mismo mes no se había detectado dicha plaga en los estados de la frontera con territorio mexicano.
Al dar un informe respecto a los esfuerzos de control para evitar que la plaga llegara a EE. UU., Rollins aseguró que el total de animales infectados gusano barrenador en territorio mexicano sumaba, hasta ese momento, un total de 7 mil 885 principalmente en las zonas del sur de México.
“Ahora mismo empleados del Departamento de Agricultura de Estados Unidos se encuentran en México monitoreando 350 sitios de recolección en las zonas afectadas por el gusano barrenador”, comentó la funcionaria federal estadounidense.
“Trabajamos con México en el trampeo y la vigilancia. El personal del Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha confirmado un total de 7 mil 885 casos de gusano barrenador en el Sur de México, un aumento de 838 casos desde el 2 de octubre. No se han detectado casos en los estados fronterizos desde el 5 de octubre”, destacó la titular del USDA.
El 15 de octubre de 2025, Sheinbaum Pardo dijo que se avanzaba en el proyecto de apoyo a los ganaderos de Sonora, Durango y Coahuila, para la engorda del ganado para el mercado en México.
Sin abundar mucho sobre el tema, dijo que en su momento, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informaría sobre cuándo se tenía estimado que se recuperaría la exportación de ganado mexicano a Estados Unidos.
El 21 de octubre de 2025, la organización ambientalista Re:wild publicó un reporte en el cual denunció que la negligencia y corrupción en Nicaragua estaban incentivando la comercialización y movilización ilegal de reses, principalmente hacia México, lo que amenazaba a toda la industria ganadera de Norteamérica, ante la plaga del gusano barrenador.
Los expertos de la ONG señalaron que el ganado de Nicaragua era criado ilegalmente en territorios indígenas y áreas protegidas, para luego ser incorporado, prácticamente sin obstáculos, a la cadena de suministro formal internacional, contribuyendo a la propagación de la plaga en toda América.
Según el informe de Re:wild, ganaderos, intermediarios, mataderos y compradores internacionales serían cómplices de una “red bien estructurada” de ganadería ilegal en dicho país centroamericano.
La ONG apuntó a las empresas Nuevo Carnic, Novaterra y SuKarne como adquirientes de animales procedentes de zonas donde se prohibía la ganadería, aunque esta última lo negó “categóricamente” en el mismo reporte.
Acopiadores de bovinos del sur de México señalaron que una vez que las reses nicaragüenses llegaran al país a pie o en balsas, con la ayuda de “coyotes”, éstas eran “legalizadas” por los comercializadores mexicanos, mediante la obtención de documentos y aretes oficiales del SINIIGA.
Re:wild hizo un llamado a los consumidores estadounidenses a no comprar carne de res proveniente de Nicaragua y recomendó al Gobierno de dicho país restablecer el etiquetado de origen obligatorio a la carne bovina.
“Los hallazgos de esta investigación revelan la existencia de una red bien estructurada, sostenida por intermediarios; una débil supervisión regulatoria, y corrupción sistémica”, agregó la ONG.
“Los intermediarios cumplen un rol central en la obtención de la documentación necesaria para legalizar el ganado, mientras que las autoridades locales omiten verificarla información presentada y no investigan el origen de los animales, esta falta de control facilita que las transacciones se lleven a cabo sin ningún tipo de escrutinio”, abundó Re:wild.







