El poeta tijuanense Roberto Castillo presentó su más reciente antología de colección, “Dentro de mí algo está roto” editada por Pinos Alados, el pasado jueves 9 de octubre en la Galería de Arte POP de Tijuana, ante medio centenar de asistentes.
Cabe destacar que la obra incluye una selección -hecha por el propio autor- de poemas de 11 poemarios a lo largo de su trayectoria, desde “Blues cola de lagarto” (1985), “Cartografía del alma” (1987), “Nuestras vidas son otras” (1994) y “La pasión de Angélica según el Johnny Tecate” (1996), pasando por poemarios del nuevo milenio como “El amoroso guaguaguá” (2002), “Cuervo de luz” (2005), “Cuaderno septentrional” (2011), “B l u e: cantos como tatuajes” (2012), “Canciones que no son” (2014), hasta llegar a “Cuerpos de agua” (2020) y “Dispersalia” (1978- 2023).
Durante la presentación editorial de octubre, Víctor Magdaleno reseñó la obra:
“‘Dentro de mí algo está roto’ es el título de esta antología que reúne, en 400 páginas, una selección de la extensa obra publicada a lo largo del último medio siglo por Roberto Castillo Udiarte, nuestro escritor nortense, para decirlo en lenguaje roberiano. Es decir: del Norte, y por precisión geográfica; tecatense, si atendemos al lugar donde nació; y tijuanense, por el sitio donde vive desde hace mucho, ‘muy cerca del mar Pacífico’, dice el propio Roberto, y de cara a las islas Coronado, cuya imagen, obra de Daniela Castillo, orna con elegancia la portada del libro. Si bien los registros son muy diversos -como cabe esperar en una colección de textos publicados entre 1985 y 2023-, lo que predomina en este volumen es un conjunto de escritos lúcidos, ingeniosos, algunos mordaces, otros profundos y agudos; también los hay socarrones y ligeros. En suma: textos plenos de imaginación literaria y, subrayo, de amplia variedad de temas, tonos y formas. La selección, hecha por el propio Castillo -personalísima, como él mismo explica-, abarca escritos de una docena de sus más de veinte libros publicados a la fecha, junto con traducciones, crónicas e innumerables textos diversos”.
Asimismo, en la introducción de la obra, la editora Rosa Espinoza apunta: “Castillo Udiarte es un poeta vital. Su trabajo, siempre vigente, es transparente, comprometido y no esconde su preocupación por lo vivo. Su mirada puede parecer sencilla o hasta simple, pero es incisiva, mordaz, siempre tierna y honesta”.
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La directora de la editorial Pinos Alados, también propone: “Estos poemas deben leerse con los poros abiertos, con el alma en vilo, con el corazón latiendo. En cada verso, en cada palabra escogida hay una búsqueda, un desconcierto por la condición humana. Revela su bella capacidad para el asombro, su reclamo a lo adverso, a lo terrible, pero también a lo bello, al gozo de la vida, al vino, al placer de una buena mesa, al vuelo del cuervo, a la aparente pasividad del lagarto, a la cachondería apasionada de un tal Johnny Tecate, a los rostros de su pueblo y a la belleza del paisaje que lo conmueve sin remedio”.
Al final de la presentación editorial en la Galería de Arte POP, localizada en pleno Centro de Tijuana, Roberto Castillo leyó algunos fragmentos de su obra, mientras que sus lectores escuchaban atentamente, quienes finalmente hicieron una fila para la firma de la antología que, dicho sea de paso, sólo se imprimieron 100 ejemplares de colección.
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