“Sólo Dios me quitará la vida”.
-Jesús Blancornelas, periodista.
“Lo tengo bien claro, toda la vida voy a ser reportero”. Sergio Haro Cordero estudió Ciencias de la Educación en la UABC. Por más de 30 años fotorreportero, murió en su casa un 30 de mayo de 2017. Día del memorial de don Manuel Buendía Tellezguirón, periodista de Excélsior ejecutado en 1984.

“El buey cansado hunde más fuertemente el pie”. Esta frase citada por Virgilio (Eneida) y carteada por San Jerónimo el año 402 desde Belén a África para San Agustín, es algo que don Jesús Blancornelas retoma con tristeza e impotencia al ocurrir los atentados a la libertad de prensa, contra Héctor Félix Miranda, Francisco Ortíz Franco y el mismo escolta (Valero), que abrazó y salvó al fundador del Semanario ZETA en el atentado de 1997.
En el film Reportero, exhibido en la Casa de la Cultura de Mexicali, el documental es prácticamente la historia del Semanario ZETA de Tijuana, y es parte de una semana de homenaje que todas las generaciones, en especial los nuevos periodistas regionales, ofrecen a la memoria de Haro, alumno aventajado de don Jesús Blancornelas, del Gato Félix, Francisco Ortiz Franco (este último ejecutado en presencia de sus hijos menores y a un costado de los juzgados o ministerios públicos en Tijuana). El licenciado Ortiz habría logrado a través de su ingenio y con apoyo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), reabrir el caso -impune hasta hoy- del autor intelectual del crimen del codirector del Semanario en 1988.
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“Ahora que tú corres y ganas mucho terreno, tenemos que descansar nosotros”. En Reportero, Adela Navarro Bello y César René Blanco (codirectores), ante la desilusión y tristeza de Blancornelas por los impunes atentados a sus compañeros del Semanario, y vislumbrando el fundador cerrar ZETA, es convencido por su Consejo Editorial y amigos, de continuar no sólo imprimiendo, sino digitalizando el trabajo informativo e investigaciones que cada viernes esperan miles de lectores en la Península de Baja California, Sonora, y California. Y en muchos lugares de México y el mundo.
“Cuento inoportuno es música en un entierro (Eccli 22,6)”. Si algo distinguía a Sergio Haro Cordero, era la rectitud y amistad; en su velorio rodeado de trotskistas y amigos de izquierda, nada como citar a Ryszard Kapuscinski sobre el Buen Periodismo. Los cobardes no sirven para esto. ¡Y sí! El buen Haro en eso seguía al memorable bielorruso: una mala persona no puede ser periodista; para ser buen periodista se necesita ser buena persona.
Reportero, dedicado al fotorreportero Sergio Haro y al Semanario ZETA, recuerda cómo don Manuel Buendía, Blancornelas y Kapuscinski aconsejan a los periodistas ser voz de los sin voz.
Antes de fallecer (2017), además de sus trabajos como investigador periodista y Editor de la sección “Mexicali”, Haro publicó uno de sus libros: La Vida en Rosa… Las muertas en Mexicali. 16 feminicidios cometidos en la Capital de Baja California.
No pocas veces Sergio Haro recibió amenazas y atentados a su vida por ser un periodista honesto; los asesinos de su amigo Benjamín Flores González (15-VII-1997), le hablaron para amenazarlo. Hace unos años el crimen organizado ejecutó a dos de los González, que impunemente habían sido liberados de cargos y delitos. Pero como canta Serrat en “Una de Piratas”: “No hay historia de piratas que tenga un final feliz. Ni ellos ni la censura lo podían permitir. Por la espalda, en una esquina gente a sueldo los asesina”.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: [email protected]