La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reveló, el 15 de octubre de 2025, que en México no había alguna investigación respecto a lo denunciado, un día antes, por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés), que aseguró que cárteles del narcotráfico y pandillas ofrecían recompensas de hasta 10 mil dólares, por secuestrar y asesinar a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE, por sus siglas en inglés), así como de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por su siglas en inglés).
Durante su conferencia de prensa matutina -llevada a cabo desde el Salón Tesorería del Palacio Nacional-, la titular del Poder Ejecutivo Federal comentó que su Administración no mantenía ninguna indagatoria al respecto, pero adelantó que solicitaría información al Gobierno de EE. UU.
“De parte del lado mexicano, no hay ninguna investigación que pueda dar indicios sobre eso. Ellos se referían en Estados Unidos, pero no hay una [investigación]. Se está solicitando la información, pero no hay una información. Lo conocimos, igual que ustedes, por la publicación del DHS”, dijo la mandataria nacional, quien también sostuvo que, hasta el momento, el Gobierno mexicano no había recibido datos oficiales relacionados con las amenazas y las presuntas recompensas, hechas por parte del crimen organizado.
“El día de hoy lo pregunté al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana [Omard Hamid García Harfuch] y no hay información que haya dado esta institución del Gobierno de Estados Unidos”, agregó la titular del Poder Ejecutivo Federal.
El DHS afirmó, el 14 de octubre de 2025, que había obtenido información “creíble”, que indicaba que criminales mexicanos, en coordinación con grupos extremistas nacionales, habían ofrecido recompensas específicas contra personal del ICE y del CBP.
“Estas redes criminales han dado instrucciones explícitas a simpatizantes radicados en Estados Unidos, incluidas las pandillas callejeras de Chicago, para que vigilen, acosen y asesinen a agentes federales. Los detalles específicos de las investigaciones en curso incluyen: Redes de Vigilancia: En barrios como Pilsen y La Villita de Chicago, pandilleros afiliados a grupos como los Latin Kings han desplegado “vigilantes” en azoteas, equipados con armas de fuego y radiocomunicaciones”, detalló el DHS.
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“Estos individuos rastrean los movimientos de ICE y CBP en tiempo real, transmitiendo coordenadas. Esta vigilancia ha permitido emboscadas e interrupciones durante acciones rutinarias de control, incluyendo redadas recientes en el marco de la Operación Midway Blitz”, abundó la institución, cuya titular es Kristi Noem.
“Sistema de recompensas escalonado: los cárteles han difundido un programa de recompensas estructurado para incentivar la violencia contra el personal federal, con pagos que aumentan según el rango y las medidas adoptadas: 2.000 dólares por reunir información de inteligencia o revelar información personal a agentes (incluyendo fotografías y detalles familiares). $5,000–$10,000 por secuestro o ataques no letales a oficiales estándar de ICE/CBP. Hasta 50.000 dólares por el asesinato de altos funcionarios”, abundó el DHS.
“En Portland y Chicago, los grupos Antifa han brindado apoyo logístico, como suministros para protestas organizadas con antelación, revelación de la identidad de los agentes e interferencia en el terreno para proteger a individuos vinculados a los cárteles de la deportación”, destacó el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.
“Estas redes criminales no solo se resisten al estado de derecho, sino que libran una campaña organizada de terror contra los valientes hombres y mujeres que protegen nuestras fronteras y comunidades”, declaró Noem, citada en el comunicado.
“Nuestros agentes se enfrentan a emboscadas, vigilancia con drones y amenazas de muerte, todo porque se atreven a aplicar las leyes aprobadas por el Congreso. No cederemos ante estas amenazas, y todo delincuente, terrorista e inmigrante ilegal se enfrentará a la justicia estadounidense”, subrayó la funcionaria federal.
“El DHS no se dejará disuadir por estas amenazas y hace un llamado a los líderes de los estados santuario y locales para que cesen las políticas que envalentonan a los criminales. Se insta al público a reportar actividades sospechosas, como la vigilancia de azoteas o protestas organizadas que obstruyan las operaciones federales, a la Línea de Información del DHS al 1-866-DHS-2-ICE o a través del sitio web del ICE”, finalizó el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.
Noem aseguró, el 5 de octubre de 2025, que cárteles del narcotráfico y pandillas ofrecían recompensas de hasta 10 mil dólares por secuestrar y asesinar a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
“Pandillas, miembros de cárteles y organizaciones terroristas conocidas han puesto recompensas por las cabezas de varios de nuestros agentes del orden. Estos disturbios violentos no se tratan de libertad de expresión. Se trata del estado de derecho contra la anarquía. Ganaremos”, escribió, en su cuenta de la red social X, la funcionaria federal estadounidense.
Noem acompañó esa declaración con un video de parte de la entrevista que tuvo con la cadena Fox News, la tarde del mismo día, en la cual aseguró que los cárteles y pandillas estaban organizados, además de que, según ella, “están reclutando más personas para su equipo con el fin de atacar a oficiales y están planeando en buscarlos y matarlos”.
La titular del DHS detalló que había oficiales y agentes específicos por quienes se ofrecían recompensas de dos mil dólares por secuestrarlos y de diez mil dólares por matarlos. Incluso, según dijo, que había publicado sus fotografías y las habían distribuido entre sus redes criminales.
“Es una situación extremadamente peligrosa y sin precedentes”, afirmó Noem, quien luego informó que ya habían asignado protección a dichos agentes y habían cambiado algunas de sus operaciones, para mantenerlos a salvo.
“No se equivoquen, esto no es solo sobre protestar o que no les guste que se haga cumplir la ley. Están diciendo abiertamente, maten a estas personas y les daremos esta cantidad de dinero por hacerlo”, enfatizó la funcionaria federal estadounidense.