Durante septiembre y octubre de 2025, Tijuana registró un total de 19 suicidios, de los cuales 15 correspondieron a hombres y 4 a mujeres, según la Fiscalía General del Estado (FGE). En lo que va de octubre se contabilizaron 3 hombres y 2 mujeres, lo que representa el 86 % de las víctimas.
El médico Psiquiatra Rafael Negrete, del Hospital de Salud Mental de Tijuana, explicó que el suicidio debe entenderse como un proceso complejo y detalló que uno de los factores que detiene a los afectados a buscar apoyo es la estigmatización de la problemática y los roles de género.
“Es importante verlo como un proceso, no es una acción que ocurre de la noche a la mañana. El suicidio no es un evento que empieza cuando la persona presenta un intento, sino que es algo que se va desarrollando en el transcurso de meses, probablemente semanas o años, dependiendo de cada caso, porque cada persona es particular y depende mucho del entorno psicosocial”, describió el médico.
“Hay mucho tabú, pero creo que, como en el resto del mundo, se están rompiendo bastantes estigmas. Por otro lado, creo que es importante que se siga mencionando y detallando qué es lo que está pasando. No solo en Tijuana, sino en todo el país vemos que hay una gran idiosincrasia alrededor del machismo. Esto mismo puede generar un mayor aislamiento, conductas violentas más normalizadas, más aceptadas, cuando la realidad es que solo nos llevan a situaciones de problemas de salud mental como este”, detalló el especialista.
Araceli Anónima, ex paciente de Neuróticos Anónimos de Baja California, declaró que alrededor del 60 % de las personas que acuden a sus espacios son mujeres, y que la edad promedio de quienes buscan apoyo oscila entre los 35 y 50 años.
“Mayormente somos mujeres y son pocos los jóvenes que vienen. La mayoría de la gente busca ayuda para otras personas. Desde mi experiencia, los jóvenes piensan que la enfermedad se puede soportar hasta cierto tiempo. Entonces, esas personas piensan que todavía pueden, mientras que los adultos ya llegan con experiencias que los sobrepasan”, explicó la paciente dada de alta.
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El especialista en psiquiatría Negrete señaló que la ubicación fronteriza de Tijuana abre la conversación sobre salud mental, en temas de migración, acceso a medicamentos estadounidenses y adicciones.
“Ser vecinos de Estados Unidos, pues sí nos pone en un mayor riesgo de que incremente el consumo de opioides. Y no solo fentanilo, sino también medicamentos que pueden llegar a ser manejados más a nivel médico, que en otros lugares puede ser más normalizado, pero que aquí no se suelen utilizar por el riesgo de desarrollar dependencia”, detalló el médico y añadió que una red de apoyo de familiares y amigos es fundamental para la prevención del suicidio.
El Instituto de Psiquiatría del Estado de Baja California cuenta con una línea de intervención en crisis, disponible a través del número 075.