Aunque llegó a Baja California en octubre de 2024, siendo una persona acostumbrada a laborar en el ámbito nacional, y además de alta jerarquía, es seguro que el general Javier Juvencio Hernández Fernández no es ajeno a los temas de criminalidad en la historia de esta entidad federativa. Como comandante de la II Zona Militar, con sede en Tijuana, es muy probable que también esté al tanto que fue precisamente esa base militar operativa la que, en junio de 2011, detuvo por acopio de armas a Jorge Hank Rhon, y que, por esa labor del Ejército Mexicano, el casinero pasó más de diez días en prisión en el penal de El Hongo, en Baja California. Por aquellos años, la II Zona Militar la encabezaba el general Gilberto Landeros, y la II Región, el comandante General Alfonso Duarte. Ambos, con la colaboración de la FGR, de la SIEDO, trabajaron para mantener a Hank Rhon en la cárcel, luego que información de un testigo protegido les alertó no sólo de las armas ocultas en las inmediaciones de la residencia de Hank, sino de homicidios que se habían cometido con algunas de ellas. Sin embargo, por errores en el debido proceso al momento de la aprehensión, los carísimos abogados de Jorge Hank Rhon lograron sacarlo en libertad. De los por lo menos cuatro asesinatos cometidos con armas ahí localizadas, ya nada se supo, y los casos continúan en la impunidad. En estas condiciones, extraña sobremanera que el general comandante de la II Zona Militar, Javier Juvencio Hernández Fernández, se haya sentado a la mesa no sólo a compartir alimentos, sino a departir y celebrar, nada menos que con el exreo del Hongo, detenido por el Ejército, Jorge Hank Rhon. Sucedió hace unos días con motivo del festejo de cumpleaños del publirrelacionista de Jorge Hank y de la gobernadora Marina Ávila, Miguel Badiola. En videos colgados en las redes sociales, se aprecia al general Juvencio Hernández departiendo con tales personajes, y además en conversación con Hank Rhon. Ahora sí que la impunidad del sospechoso de la autoría intelectual del asesinato del periodista Héctor Félix Miranda, también alcanza a las Fuerzas Armadas; por lo menos a las actuales, porque las del pasado no departieron con Hank, lo detuvieron. Otra muestra de la cacareada transformación que en seguridad va de mal en peor.







