Las brujas, las primeras feministas.
ellas dieron poder, voz y pistas;
hoy vuelan alto. Quieren ser listas;
llegan al poder, morenistas, panistas, priistas.
Parteras de la época de la inquisición,
Publicidad
videntes, adivinas; su misión:
piden milagros, sentencian en su bola
cartas, cazos humo y escoba.
La brujas siempre perseguidas,
señaladas, vistas y escurridizas,
pero por muchos consultadas;
ellas saben, por ello muy buscadas.
Se llegó el 31 de octubre,
día de ellas, antiguas; de siempre,
no se celebraba Halloween en el pasado.
Las brujas existen, necesarias pal mudo.
Indiciadas, rechazadas por el eclesiástico,
has sido parte de este mundo drástico.
Bruja blanca, bruja prieta, las hay;
alguno que otro dice: “¡Ay! ¡Ay!”.
Día de brujas, legado de ley feminista;
velos blancos, uñas picudas a la vista.
Risa y risa y la escoba lista;
luna llena, tiempo de visita.
¡Ah! también suenan los brujos.
¿Recuerdan al brujo mayor?
Adivino al mejor postor,
hecha las cartas a indecisos.
Pasan los días, llegan las brujas;
poseen poder para meternos en burbujas.
Por esos personajes
está vigente la pelea feminista de mujeres.
Se murmura de embrujos,
de polo a polo y de costa a costa;
quizá sean ciertos,
pero ellas dominan el planeta.
Tan antiguas estas brujitas:
son astutas y listas;
tienen su día en almanaque,
legendarias, poderosas y con suerte.
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.







