Cuando se habla de punk rock mexicano es inevitable mencionar a Allison, grupo que desde 2002 resaltó por su energía, crudeza e intensidad lírica, creciendo a la par de una generación ávida de expresarse.
Ahora, Erik Canales, Fear Jarquín, Alfie Percástegui y Diego Stommel continúan viviendo el gran sueño de hacer música y compartirla con esa misma carga emotiva, en su gira “Euphoria”.
“Estamos muy contentos, es un show con un compilado de canciones que conllevan todo el montaje que trabajamos con mucha interconectividad entre ellas, y eso crea una atmósfera diferente”, relató Erik, voz de la banda oriunda de la Ciudad de México, cuyo impacto ha alcanzado América, Europa y Asia a través de “Allison” (2006), “Memorama” (2008), “120Km/Hr” (2012) y “Todo está encendido” (2016), además de dos producciones en vivo, y una placa discográfica próxima a estrenarse.
“Estamos terminando de testear algunos tracks que tenemos en la bóveda y se vienen estos proyectos de lanzamiento”, detalló al Semanario sobre el álbum del que han compartido “Siempre vuelve” y “Orfeo”.
Y es que el punk es la conexión que mueve al cuarteto, sobre todo siendo un género alternativo. “A pesar de que en el mundo y en Estados Unidos fue un género completamente masivo que cambió la industria musical, en otros países sigue siendo underground”, por lo que, en especial con el éxito que debutaron y la audiencia que mantienen, procuran compartir con bandas emergentes.
En medio de la nostalgia por agrupaciones de principio de milenio, para Erik ese factor no implica un cambio, sino continuar con su responsabilidad artística, misma con la que atenderán la frontera hoy viernes 26 de septiembre en Black Box (Tijuana).
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La perseverancia de Allison se gesta al “encontrar ese punto medio entre hacer lo que nos gusta, la banda, y cosas que te apasionan, como una medicina para el cuerpo. La vida del artista es ajetreada, y hay que drenarlo”, y dejando que el formato creativo fluya conforme a las circunstancias:
“Hay veces que nos metemos al estudio, que llego con una idea terminada; pero va cambiando: es la dinámica que más ha prevalecido en la manera que hacemos música. En estos últimos tiempos, más conectados con hacer música directamente en la guitarra”, añadió gustoso sobre “la manera en la que empecé a hacer canciones: completamente con una guitarra, sentado en la orilla de mi cama, con un sentimiento que no logro aterrizar y que de alguna manera la guitarra se vuelve una válvula de escape”.