El presidente Donald Trump anunció, el 25 de octubre de 2025, la imposición de un arancel del 25 por ciento a todos los camiones pesados fabricados fuera de Estados Unidos, medida que entraría en vigor el 1 de octubre del mismo año.
El magnate neoyorquino justificó la medida como una respuesta a lo que calificó como “competencia externa desleal” contra los productores estadounidenses de camiones pesados. Argumentó que la política arancelaria protegería a empresas estadounidenses como Peterbilt, Kenworth, Freightliner y Mack Trucks.
La Administración encabezada por Trump caracterizó la medida como necesaria para evitar lo que describió como una “avalancha de interrupciones externas” en el sector. Trump vinculó la decisión con consideraciones de seguridad nacional, señalando la importancia de mantener la salud financiera de los transportistas estadounidenses.
El Gobierno de EE. UU. especificó que el arancel aplicaría a todos los camiones pesados de fabricación extranjera, sin excepciones geográficas mencionadas. La fecha de implementación establecida para octubre de 2025 otorgaría un período de transición a importadores y fabricantes extranjeros. No obstante, no se proporcionaron detalles respecto al impacto económico esperado o estimaciones de recaudación fiscal.
El sector de camiones pesados incluiría vehículos comerciales utilizados para transporte de mercancías a gran escala. Mientras que las empresas mencionadas como beneficiarias eran productores tradicionales con sede en Estados Unidos.
Además, la Administración encabezada por Trump amplió el alcance de su política arancelaria para incluir productos de mobiliario doméstico, estableciendo un arancel del 50 por ciento para gabinetes de cocina, tocadores de baño y productos asociados, así como un arancel del 30 por ciento para muebles tapizados, ambos con la misma fecha de implementación, del 1 de octubre de 2025.