Esta semana, el municipio de Los Cabos ha registrado una constante actividad sísmica luego de que se reportara un temblor de magnitud 4.8 en escala de Richter que sacudió a las y los habitantes del principal destino turístico de Baja California Sur.
El epicentro se localizó a 10 kilómetros del sureste de San José del Cabo, esto según el reporte del Sistema Sismológico Nacional (SSN).
En sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, el investigador titular del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) en La Paz, Roberto Ortega, informó que se habían contabilizado hasta 470 réplicas posterior al sismo de 4.8.
En este escenario, el investigador recordó una situación que se registró en 2007 cuando el huracán Henriette afectó a Baja California sur con lluvias torrenciales, evento climatológico en el que también se reportaron numerosas réplicas tras un sismo.
“Tenemos un año haciendo una revisión y siempre tiembla de la misma manera, pero nunca había temblado en una zona poblada, turística; siempre tiembla de la misma manera, pero la gente no se da cuenta porque nuestro estado no es tan poblado”, recordó.
“Aquí el asunto es que para el día acabo de contar 470 réplicas, el sismo mayor fue de 4.8, hubo algunos detalles técnicos para hacer un análisis. Pero hay un asunto muy interesante, el problema realmente son las lluvias; la conexión de las lluvias con sismos”, explicó.
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Roberto Ortega aseguró que hay una figura que si la encontramos demuestra que, en el tiempo de lluvias se multiplican en un orden de magnitud el número de réplicas tras un sismo.
“Hay algunos mapas de intensidad sísmica, ¿cómo lo están sintiendo? Estamos sintiendo cada hora unos 10 sismos; la gente lo está sintiendo. Lo que vamos a empezar a tener son magnitudes aproximadamente de 1.5 y 2, que los vamos a tener mucho más grandes en tiempos de lluvias”, comentó.
El especialista precisó que lo que debe mantenerse como prioridad son los cuidados y precauciones ante las lluvias por el huracán “Lorena”, más de los sismos pequeños que se han estado reportando.
“La lluvia es lo más importante, los sismos pueden provocar deslaves debido a que sube la presión de poro; puede haber socavones, algunos tipos de inestabilidad de laderas, mucho más, porque nos encontramos en este momento que estamos más atacados por la parte de la base”, finalizó.