24.2 C
Tijuana
lunes, septiembre 8, 2025
Publicidad

Puras cifras

Está Pepito en la clase de matemáticas.

Maestra: “Pepito, si te diera dos gatos, y otros dos gatos y otros dos, ¿cuántos tendrías en total?”.

Publicidad

Anuncio

Pepito: “Siete”.

Maestra:” No, escucha con atención, Pepito. Si te diera dos gatos, y otros dos gatos y otros dos, ¿cuántos tendrías?”.

Publicidad

Anuncio

Pepito: “Siete”.

Maestra: “Déjame decírtelo de otra manera. Si te diera dos manzanas, y otras dos manzanas y otras dos, ¿cuántas tendrías?”.

Publicidad

Pepito: “Seis”.

Maestra: “Bien, Pepito. Entonces, si te diera dos gatos, y otros dos gatos y otros dos, ¿cuántos tendrías?”.

Pepito: “Siete”.

Maestra: “Pepito, ¿pero de dónde carajos sacas el siete?”.

Pepito: “Sucede que yo ya tengo un gato en casa, maestra”.

Autor: Jaimito.

 

A las puertas de la muerte

Va Jaimito por la calle, cuando, de repente, se encuentra a su amigo. Este le dice:

— ¡Hola, Jaimito! ¿Cómo estás?

— Uff. He estado a las puertas de la muerte.

— ¿¡Pero cómo, Jaimito!? ¡¿Qué te pasó?!

— A mí nada. Vengo del cementerio.

Autor: Pepito.

 

Muy ebrio

Un hombre muy borracho llega y tropieza en la puerta principal de un bar y pide una cerveza; el bartender le dice:

— De ninguna manera, amigo, está demasiado borracho.

Unos minutos más tarde, el borracho entra en el baño, al rato sale y nuevamente pide una cerveza, y el bartender le dice:

— No hombre, la última vez le dije que está demasiado borracho.

Bien, el borracho sale del bar, pero cinco minutos más tarde entra por la puerta trasera y pide una cerveza; otra vez el bartender le dice:

— Estás demasiado borracho.

El borracho se rasca la cabeza y se dice a sí mismo: “Debe ser cierto, en los dos últimos lugares que visité me dijeron lo mismo”.

Autor: El bartender.

 

Efectos del alcohol

Una madre, enseñando a su hijo acerca de los efectos secundarios del alcohol, toma dos tazas, una la llena con agua y la otra con whisky. Ella dice:

— Quiero que veas esto.

Entonces pone un gusano en la taza con agua y éste anda tranquilamente dentro del agua, luego pone un gusano en la taza con el whisky y el gusano se muere inmediatamente. Entonces dice, sintiendo que ha dejado su punto esclarecido:

— ¿Qué me puedes decir acerca de lo que acabas de observar?

El niño responde:

— ¡Que si bebo whisky no voy a tener gusanos!

Autor: Una madre frustrada.

 

Llamada comprometedora

Suena el teléfono de la casa. (Llamada desconocida).

— ¿Aló?

— ¡Hola, linda! ¿Tienes novio?

— Sí, y lo amo mucho. ¿Quién eres?

— Soy tu hermano, le voy a decir a papá.

— ¡Tonto! (La chica cuelga).

Al rato nuevamente suena el teléfono. (Otra llamada desconocida).

— ¿Aló?

— ¡Hola! ¿Tienes novio?

— No. ¿Quién eres?

— Soy tu novio… desgraciada. ¿Cómo es eso de que no tienes novio?, ¿me engañas o qué?

— Discúlpame, es que mi hermano me acaba de hacer una broma para chismearle a papá. Sabes que te amo.

— Es broma, no soy tu novio, soy tu padre. Estás castigada por un mes.

Autor: El novio de verdad.

 

Pobres monstruos

¡Estoy hecho trizas!

Firmado: Frankenstein.

 

*  *  *

 

Dos vampiros se cruzan volando

— ¿Cómo te llamas?

— Vampi.

— ¿Vampi qué?

— Vampi Rito. ¿Y tú?

— Otto.

— ¿Otto qué?

— Otto Vampirito.

 

*  *  *

 

— ¿Qué pide Drácula cuando entra en un bar?

— Un vaso sanguíneo.

 

*  *  *

 

Estaba una familia de vampiros en la mesa almorzando cuando el hijo pregunta:

— Mamá, ¿puedo ir al baño?

— Sí, pero no tardes que se te coagula la comida.

 

*  *  *

 

El conde Drácula trabaja para reparar su ataúd y grita:

— ¡Vladimir!

— ¿Sí, Conde?

— Pásame el destornillador.

— Aquí tiene, señor.

— ¡Noooo! ¡El de cruz no!

 

*  *  *

 

— ¿Qué hace Drácula con un tractor?

— Sembrar el miedo.

 

*  *  *

 

Cierto día se encuentran Batman y Drácula en una exposición sobre la Luna.

Drácula se queda mirando a Batman fijamente, hasta que Batman, incómodo, le pregunta:

— ¿Le pasa algo, Conde? ¿Necesita algo de mí?

Drácula le mira con más intensidad aún y le dice:

— Batman, dime la verdad, ¿no seremos primos?

 

*  *  *

 

— ¿Qué tienen un común un fin de semana y un murciélago?

— ¡Ambos pasan volando!

 

*  *  *

 

— Mamá, mamá, en el colegio me llaman bruja.

— ¡Pero bueno! ¿Y tú que les dices, hija?

— Nada. Les convierto en sapos a todos.

 

*  *  *

 

— ¿Por qué los fantasmas nunca lavan?

— Porque corren el peligro de meter en la lavadora a sus parientes.

 

*  *  *

 

En la noche de Halloween, un niño le pregunta a su padre:

— Papá, ¿en esta casa hay fantasmas?

— No, hijo, ¿quién te ha dicho eso?

— El cocinero.

— ¡Recoge todo, que nos vamos de casa!

— ¿Por qué, papá?

— ¡¡Porque no tenemos cocinero!!

Autor: Un adelantado.

- Publicidad -spot_img

Autor(a)

- Publicidad -

Puede interesarte

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas

-Publicidad -
-Publicidad -