A dos meses de denunciada la colocación de un terraplén en el cauce del Río Alamar, a la altura del fraccionamiento Ribera del Bosque, en Tijuana, por parte de un particular, el Ayuntamiento de Tijuana aún no da la instrucción de retirarlo, pese a que los vecinos temen una inundación.
Según vecinos del fraccionamiento, el terraplén fue colocado por un particular para que los tractocamiones que vierten escombro, desechos y llevan a cabo labores de remoción de tierra para una obra en un terreno de relleno colindante al interior del río, que le “pertenece” a esa persona, puedan pasar sobre el río para evitar rodear el terreno.
Dicha persona, quien supuestamente aún no ha sido identificada por el Ayuntamiento, no cuenta con permisos para llevar a cabo esas labores; de hecho, se le clausuró en dos ocasiones, pero siempre reanudaba su operación; la última vez fue tras la clausura del 11 de junio, pues para el 2 de julio reanudó sus actividades, provocando preocupación en los habitantes.
“No nada más es que dejaran de trabajar, sino quitar el terraplén ese por donde cruzan. Nunca hicieron intento de moverlo. Eso va a seguir y mientras no venga la autoridad directamente y tome cartas en ese asunto, y pues destruya lo que se hizo, van a seguir usándolo”, expresó uno de los vecinos.
La preocupación de los habitantes del fraccionamiento radica en que se encuentran a tan sólo unos metros del río, y aunque no ha llovido por estar en época de verano, no descartan que, con las primeras lluvias en invierno, si el terraplén todavía no es retirado, puedan inundarse.
“Están prácticamente aquí al lado las privadas, están pegaditas al río. Sí llega a subir el cauce del río, como son aguas residuales que bajan de la colonia Valle Verde, pues el flujo es diario las 24 horas y está en la capacidad máxima de los días que no llueve. Ese ducto que pusieron ahí provisionalmente sí está desfogando, no hay problema de inundación en verano, pero eso se va a multiplicar por cuatro en cuanto nos caiga una lluvia de ocho milímetros y naturalmente no va a ser suficiente”, explicaron los residentes.
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Además, el particular también usa el arroyo como si fuera un campo de tiro para que camiones vayan a desechar escombros, tierra y basura, que es incinerada durante en la madrugada todos los días, convirtiendo el área en un foco de contaminación, lo que ya comienza a afectarlos en su salud.
“Vayamos a saber exactamente qué están incinerando ahí, porque son verdaderas quemazones que tenemos que cerrar ventanas, no podemos dormir así. Toda el área se llena de ese contaminante. Son muy altas las nubes que provocan en la madrugada, que se ven a distancia”, dijeron.
Clausurado por tercera ocasión
Cuestionado sobre el asunto, el director general de la Secretaría de Gobierno Municipal, José Alonso López Sepúlveda, indicó que a la empresa -de la cual no proporcionó nombre- se le clausuraron las máquinas, por lo que a la fecha no puede continuar con lo que venía haciendo desde hace meses, hasta que no demuestre dónde tira sus desechos.
En cuanto a la falta de retiro del terraplén y por qué no se la ha ordenado a la empresa que lo quite, el director de gobierno excusó, diciendo: “Se tiene que indagar e investigar primeramente si realmente esa parte de lo que hay de escombro, tierra, realmente fue de ese contratista”.