La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo terminó de afinar el plan para reformar el sistema electoral mexicano, enmienda que quedó pendiente en la administración de su antecesor Andrés Manuel López Obrador. Con la idea de modificar o eliminar las listas de plurinominales y reducir el financiamiento a partidos y elecciones, la mandataria apostó por delinear la iniciativa con base en una “encuesta” y bajo la coordinación de una comisión integrada por figuras del oficialismo.
La Comisión Presidencial incluye al extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez Álvarez, en calidad de presidente ejecutivo, e igualmente está integrada por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, José Antonio Peña Merino; el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Lázaro Cárdenas Batel; el coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea; el coordinador de Asesores de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuéllar.
El decreto publicado el 4 de agosto también refiere como integrante a la consejera jurídica del Ejecutivo Federal, Ernestina Godoy Ramos, quien no estuvo presente durante la instalación de la comisión, efectuada el lunes 11 de agosto de 2025.
Gómez Álvarez informó que en octubre se abrirá un período de consultas, foros y mesas de discusión, cuyos resultados habrán de presentarse a la presidenta en enero de 2026.
“Está abierta a que participen todos aquellos que deseen poner sus ideas sobre la mesa y a partir de ahí se va a hacer una propuesta”, manifestó Sheinbaum Pardo en referencia a la etapa de definición de la reforma.
“Aquí no se coarta el derecho de participación a nadie. Todos pueden participar, pero tiene que quedar muy claro también la historia de nuestro país. Aquí lo menciono y lo escribimos en el decreto de creación de la comisión y lo que hemos estado hablando, la historia de los fraudes electorales. Lo que no queremos es que nunca más en nuestro país regrese un fraude”, aseveró.
El expresidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, manifestó en declaraciones periodísticas que la tentativa reformista de Sheinbaum se reduce a cinco ejes: reducir el presupuesto para elecciones, lo mismo que para el INE y las fuerzas políticas; elegir a los consejeros electorales con el voto ciudadano y eliminar los espacios de representación proporcional.
Publicidad
En opinión del exconsejero, dados los antecedentes de la reforma judicial (con la que procedió la elección popular de juzgadores), la enmienda en materia electoral podría terminar “siendo una imposición unilateral de lo que el gobierno y el morenismo, sustentado en una ilegal y fraudulenta mayoría calificada, nos impongan a todos los demás”.
Observó que “prácticamente en los últimos 30 años” las reformas electorales se sacaron adelante a petición de la oposición y con el planteamiento de mejorar las condiciones de competencia electoral, de certeza y las garantías de equidad.
Señaló que la reforma de 2007, “que cambió radicalmente el modelo de comunicación política”, fue favorable a “todas las demandas de López Obrador”, a quien con motivo de la elección de 2006 calificó como “un candidato que no reconoció su derrota”.
En alusión a quienes se han manifestado en contra de la reforma impulsada por el oficialismo, Sheinbaum Pardo recriminó: “¿Por qué validaron el fraude electoral de 2006? ¿Por qué validaron la compra de votos del 2012? ¿Por qué no dijeron nada entonces?”.
Detalló que dependiendo de lo que proponga la ciudadanía se determinará si en dado caso, la reforma aplica para las elecciones intermedias de 2027 o para la presidencial de 2030.
“TENEMOS LA CANTIDAD DE VOTOS SUFICIENTES PARA TRANSFORMAR EL SISTEMA”
El diputado de Morena por Baja California Fernando Castro Trenti refirió que la pretensión de proceder con la reforma responde a una demanda ciudadana, consistente en transparentar los procesos electorales.
Afirmó que en razón de esa inquietud Morena y fuerzas aliadas se valdrán de la mayoría con la que cuentan para que la enmienda impulsada por la presidenta de la República sea aprobada.
“Tenemos la cantidad de votos suficientes para transformar el sistema político electoral. Lo haremos. Lo haremos en favor de que la ciudadanía tenga la oportunidad de llegar a los cargos públicos y que el proceso electoral sea transparente. Ése debe ser el principio básico democrático. Alrededor de eso es lo que vamos a trabajar”, refirió en entrevista con ZETA.
Con todo y que la reforma al sistema electoral fue uno de los proyectos que quedaron pendientes al concluir el gobierno de AMLO, aseguró que la disposición de Sheinbaum no se corresponde con la iniciativa de su antecesor.

“Es una iniciativa que no está acuñada por la agenda del expresidente López Obrador. Es una iniciativa que está acuñada en los años pasados por mucha gente que no ha estado satisfecha con la falta de transparencia de los procesos políticos electorales”, reiteró.
Ponderó el carácter oficialista con el que se irá constituyendo el proyecto de reforma: “He escuchado voces críticas alrededor de que no va a formar parte de esta consulta la oposición y, obviamente, tiene una lógica porque ésta es una etapa de construcción de una iniciativa que presentará el Ejecutivo”.
Incluso resaltó el estatus de funcionarios de quienes conforman la Comisión Presidencial (cuyo presidente, Pablo Gómez, aún forma parte de la estructura del gobierno federal, ocupando la plaza de Asesoría de la Presidencia que dejó vacante Sergio Salomón, quien pasó a dirigir el Instituto Nacional de Migración).
“Son funcionarios del poder público, en este caso del Ejecutivo, porque va a ser una iniciativa que se va a construir a partir de la experiencia de los actores políticos que forman parte de esta comisión”, mencionó.
Sostuvo que el sello institucional atribuible al esbozo de reforma no se traducirá a que las fracciones de Morena ignoren los modelos de enmienda que puedan emanar de la oposición, una vez que se presente la iniciativa: “Vamos a escuchar y recibir opiniones de los organismos que se acerquen al Poder Legislativo para discutir los puntos de vista, y vamos a hacer una reforma escuchando a todos”.
De cualquier manera, el oficialismo tendrá “muy claro los compromisos que se asumieron desde el proceso de construcción del movimiento de transformación”, expuso el legislador federal, quien arribó a la LXVI Legislatura por la vía de la representación proporcional.
El diputado federal de Morena por el distrito 6 de Baja California, Gilberto Herrera Solórzano, observó que en la discusión de la Reforma Judicial no se soslayaron los puntos de vista de la oposición.
“Una demanda de la oposición es que dijo que se podría poner en riesgo que se eligieran todos los cargos del Poder Judicial, llámese jueces, ministros y magistrados en una sola elección y por eso se decidió hacerlo en dos bloques. En la primera elección elegimos la mitad de los jueces federales, de los magistrados y la totalidad d los ministros. Para 2027 vamos a elegir la otra mitad”, ejemplificó vía telefónica.
Sugirió que con todo y la apertura, la reducción o eliminación de las listas de plurinominales o la disminución del presupuesto para partidos no se sujetarían a negociación con las fracciones opositoras.
“Yo creo que esos dos puntos son los dos puntos principales, por los cuales se hace la reforma”, asentó.
Estableció que las fuerzas aliadas al partido en el poder no deberían, en dado caso, manifestarse en contra de la pretensión de llevar a cabo tales ajustes: “Yo creo que si son parte de un movimiento y hay un reclamo genuino del pueblo para que los partidos no reciban tantos recursos y para que los pluris no lleguen por lista, van a tener que tomar en cuenta esas demandas”.
Se quejó de que los partidos sigan recibiendo “fuertes cantidades de dinero” en los períodos libres de campañas electorales, y se pronunció por que en lugar de los candidatos de lista los espacios de representación proporcional sean ocupados por quienes queden en segundo lugar en la contienda, “como funciona” en la Cámara Alta.
“Hay que recordar que, en su momento, los primeros diputados de Morena llegaron por lista. No ganábamos ninguna elección. Entonces hay que buscar un mecanismo para que las personas que si bien no ganan una lección, pero tiene la simpatía de un gran espectro de la población puedan llegar a las cámaras”, opinó.
Desde su punto de vista, la tentativa de la presidenta de llevar a cabo una reforma electoral es compatible a pretensiones de AMLO en la materia. “Esta reforma ya estaba contemplada en el Plan C que había dejado el presidente López Obrador el 5 de febrero antes de retirarse. Ya estaba contemplada, solamente pues no teníamos los votos”, afirmó Gilberto Herrera.
“ÚLTIMO CLAVO EN EL ATAÚD”
De acuerdo con el diputado del Partido Acción Nacional por Baja California César Damián Retes, el planteamiento de la mandataria responde a “la visión de una sola persona” y constituye un intento de hacer notar “poder absoluto”, lo cual resulta ser “todo lo contrario” a un modelo democrático.
“Ya lo dijo incluso la presidenta Sheinbaum y es algo que yo repruebo y reprocho: que los partidos políticos no van a estar contemplados en la discusión de la elaboración de la iniciativa, que incluso exconsejeros electorales, que opinen como cualquier persona, pero que no se les va a reconocer que tengan más capacidad o más habilidad”, refirió a este Semanario el legislador federal.
Calificó el proceso encaminado a elaborar la iniciativa como “mero circo” y consideró que la Reforma Electoral, tomando en cuenta la Reforma Judicial y la falta de contrapesos en el Congreso de la Unión podría constituir “el último clavo en el ataúd de la democracia” mexicana.
“Es una reforma absolutista que nos quiere regresar a un país en donde exista una sola persona, un solo grupo político que tome las decisiones por, en este caso, más de 120 millones de mexicanas y mexicanos”, asentó.
Acusó que la idea de reducir el financiamiento a los institutos políticos redunda en simulación.
“Vimos las campañas financiadas en Morena, la de la propia Claudia Sheinbaum, años antes con espectaculares”, especificó.
“Me parece que vale la pena reconocer la realidad y regularla, no seguir simulando en materia de fiscalización, en materia de financiamiento. Acción Nacional está de acuerdo con que se revise y se ajuste, pero que sea un ajuste parejo, no abusivo. Morena va a seguir utilizando un financiamiento favorecedor para ellos y no solamente eso, los programas sociales para estar movilizando el voto”, mencionó.
Se dijo afín a un esquema de asignación de espacios de RP en el que se tome en cuenta candidatos de lista y segundos lugares en la contienda.
En alusión al Instituto Nacional Electoral, Sheinbaum Pardo refirió que de cristalizarse la reforma el INE se mantendrá como un órgano autónomo, visión con la que el entrevistado se dijo en desacuerdo.
“Me temo que es pirotecnia verbal de la presidenta de la república, porque lo que pareciera que están proponiendo es que los consejeros se elijan por voto popular”, expresó Damián Retes.
Acusó uso de programas sociales para influir en el voto; infiltración del crimen organizado en las elecciones; “dinero sucio” en candidaturas oficialistas e incluso aludió a las guías de votación distribuidas para la elección del primero de junio, en la que resultó victoriosa la mayor parte de quienes figuraron en los denominados acordeones.
“Entonces, mientras no tengamos un voto libre garantizado y si existen todas estas condiciones evidentemente el INE no va a ser autónomo, sino una extensión más del Ejecutivo y del partido en el poder”, finalizó.