Activistas, académicos, abogados y sociedad civil en general se manifestaron en un frente para denunciar los riesgos y los daños que se registran en dunas sudcalifornianas, esto ante el avance de proyectos inmobiliarios que se han instalado en estos ecosistemas sin que las autoridades correspondientes pongan un freno eficiente.
El abogado John Moreno, mencionó casos reportados en Todos Santos, pero hizo especial hincapié en la situación de comunidades como Pescadero y Cerritos, donde más del 80 por ciento de las dunas presentan afectaciones que califica como irreparables.
La profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Antonina Ivanova, expuso que, ante el avance del cambio climático, estos ecosistemas son vitales para la entidad, además de que también juegan un papel fundamental en la lucha contra la crisis hídrica de la Media Península.
Detalló que las dunas son protectoras de las costas y representan la primera línea de defensa contra huracanes y tormentas, ya que estos fenómenos meteorológicos son cada vez más fuertes en plazos más cortos por el calentamiento global.
Asimismo, la investigadora precisó que también son una clave para la recarga de los mantos acuíferos de la entidad y amortiguan la intrusión salina.
A pesar de que están protegidas por Programa de Desarrollo Urbano (PDU) y por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental (LGEEPA), los activistas detectan que los esfuerzos de las autoridades encargadas de garantizarlo son ineficientes.
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Comentaron que, aunque denuncian en tiempo la destrucción de estos espacios por proyectos inmobiliarios, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no interviene adecuadamente: puede que lleguen a colocar sellos de clausura, pero las obras continúan sin que la dependencia haga valer la ley y cerciore la reparación ambiental.
“Se han hecho denuncias populares, pero los tiempos de respuesta son demasiados largos, mientras que los proyectos destruyen las dunas en un par de semanas; deben detener las obras en cuento se mete una denuncia, es importante para evitar el daño en las dunas”, compartió el colectivo en una conferencia de prensa.
La demanda es básica: una mesa de trabajo, en donde participen autoridades de los tres niveles de gobierno, sociedad civil y academia para tener certeza de que los proyectos inmobiliarios no devorarán con impunidad una de las principales zonas de defensa que tiene Baja California Sur contra huracanes y tormentas, y una entidad que concentra el 27 por ciento de todas las dunas que existen en México.