Silvia López López, una niña de tan solo 5 años falleció en la Clínica 1 del Instituto México del Seguro Social (IMSS) tras luchar por su vida tras ser víctima de un accidente; el domingo 17 de agosto la comunidad se reunió para realizar un homenaje en su honor afuera de las instalaciones, pues los órganos de la menor serán donados para salvar más vidas.
Amigos y familiares se congregaron a las afueras del hospital, portando camisetas blancas con la imagen de Silvia vestida de princesa, a las que tanto admiraba y con la frase: “siempre vivirá en nuestros corazones por su dulzura, amor y alegría. Fuiste una gran niña, nos enseñaste muchas lecciones, siempre dando amor”.
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Juan Carlos López, su padre, agradeció el apoyo de la comunidad, pues muchas oraciones fueron dedicadas a su familia y nunca estuvieron solos exigiendo justicia.
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Hasta ahora solo les han confirmado que las córneas de Silvia serán donadas, regalando la oportunidad de ver a otro niño, aunque su corazón no soportó el proceso, cuentan con la autorización de donar riñones e hígado.
“A dónde llegábamos, Silvia no tenía ningún tipo de problema con los niños, de hecho cuando llegamos aquí, había niños y los esperaba y cuando llegaba los abrazaba. Entonces creemos que Silvia hubiera querido eso, ayudar a más niños”, manifestó.
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Recordó que Silvia era todo lo contrario a sus padres, pues era una niña extrovertida, hablaba con todo el mundo y a donde quiera que llegaba hacía amigos: “siempre bien alegre, me dio amor un montón”.
Por su parte, Genaro López, tío de la menor, compartió que esta agria experiencia ha enseñado una gran lección a la familia:
“A veces en la vida se nos olvida la familia, lo más importante, porque vamos buscando lo material, queremos darle todo a nuestra familia y se nos olvida. Recuerden todos que, aunque no haya tanto en la casa y no haga falta un taquito de frijol o cualquier cosa, no importa tener la casa más grande, el carro más nuevo, siempre recuerden que tienen a la familia que es lo más importante, quién siempre va a estar con ustedes cómo en estos momentos estamos con mi hermana”.
Formando un círculo con casi 100 personas tomadas de la mano, los padres de Silvia se colocaron al centro junto con un pastor y una botarga de capibara, y en compañía de todos sus seres queridos, realizaron una oración en honor a la menor, quien ahora se une a su abuela.
El pasado 12 de agosto, Silvia, de 5 años, salió junto a su abuela Silvia Yáñez de 67 años, su hermano Obed de 7 años y su madre Alejandra López a comprar fresas con crema. Al transitar por la calle Catemaco de la colonia Planicie, una mujer en presunto estado de ebriedad perdió el control de su vehículo impactando contra la familia, su abuela falleció en el lugar; aunque con una lesión en el brazo su madre se encuentra estable y su hermano fue dado de alta en el hospital.
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