A poco más de un año del homicidio de Martín Gerardo Torres Delgado, de 16 años, el pasado 10 de junio su familia continúa en la exigencia por justicia contra su agresor, pues el procedimiento judicial se encuentra en etapa intermedia; aún sin recibir una sentencia.
Lucía Griselda Torres Delgado, madre del menor, compartió a ZETA que Martín Gerardo no era un niño de andar en la calle, de andar en fiestas y muy pocas veces salía a divertirse; en cambio, constantemente hacía labor social junto con su familia, apoyando a grupos que necesitaran ayuda o a la caridad.
En la misma colonia donde residían, Camino Verde, también se encontraba quien se convertiría en su agresor, Miguel Ángel N., alias El Pipo, quien se casó con una de sus amigas cercanas. El hombre era reconocido por realizar actividades delictivas, robaba carros y asaltaba. Fue alrededor del mes de agosto de 2023, cuando comenzó a molestar a su hijo.
“Hubo un día en que mi hijo y sus dos amiguitos fueron a la tienda y los agredió con una botella de cerveza, se las aventó y empujó a mi hijo, él (Miguel Ángel) estaba borracho”, dijo. Desde entonces comenzaron los conflictos.
El 10 de junio de 2024, su hijo acudió al Conalep Plantel I, ubicado en Los Pinos; su hora de salida era a las 7:00 p.m., por lo que al llegar a las 8:30 p.m., sin la presencia de su hijo, comenzó a preocuparse. Le envió un mensaje, sin respuesta, por lo que comenzó a buscarlo. Fue cuando miró a través de redes sociales la localización de un estudiante sin vida, se trataba de Martín Eduardo, de 17 años, quien había sido asesinado de un tiro en la cabeza.
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Al pasar los días, le llegó un rumor entre sus vecinos, sobre El Pipo, quien al parecer había señalado tener miedo a sus conocidos: “Tengo miedo que se den cuenta que me chingué al morro”, decía. El viernes 14, mientras velaba a su hijo, sus vecinas le avisaron que la familia ya estaba empacando maletas, por lo que dio aviso a la Fiscalía, quienes los detuvieron ese día.
Miguel Ángel N. fue vinculado a proceso como el principal responsable del crimen. De acuerdo a información extraoficial, la principal línea de investigación sobre el móvil del crimen versa sobre los celos al menor, pues era amigo de la presunta novia del hombre de 44 años, quien también era menor de edad.
Tras ello, la familia recibió varias amenazas de muerte; sin embargo, Luisa Griselda continúa en lucha por justicia para su hijo. La audiencia intermedia fue reprogramada para el 29 de septiembre, a petición de la defensa del imputado.
“Él quería ser ministerial; de chiquito él quería ser policía como su papá. Su papá duró 16 años como policía municipal […] Asesinan a su papi, y él ahí dice: ‘Quiero ser ministerial, ma’”, manifestó.
Por lo que, su madre concluyó: “Lo justo, sólo eso pedimos; justicia para mí hijo”.