Esta novela de Charlie Heller ha tenido otras adaptaciones. Ahora, este cuarto intento por llevar la historia a la pantalla grande está fundamentado en el mismo motivo que en el pasado: es un “thriller” lineal, con un antihéroe poco experimentado en el espionaje a escala internacional, que se lanza al ruedo para vengar la muerte de su esposa a manos de terroristas.
Su nombre es Charlie Heller (Rami Malek), un decodificador de la CIA que nunca había puesto un pie en el campo de acción. Vivía en Virginia, tranquilamente, con su mujer. Un buen hombre, vaya, con una personalidad un tanto achicada que se propone superar a raíz del asesinato de Sarah y al ver que el gobierno no hace gran cosa por dar con los responsables.
Laurence Fishburne hace una buena aportación como el entrenador de Heller y el resto de la película depende de Malek con una acertada actuación que crea un personaje algo torpe: hábil en el mundo cibernético, pero nada preparado para el reto que la vida le manda.
La cinta tiene buenas subtramas y es entretenida, aunque termina siendo un filme más de acción con una temática de espionaje que no aspira a más, bajo la dirección de James Hawes. ***
Punto final.- “El diablo viste a la moda 2” ya está en proceso.