“Lo mataron porque nunca aceptó nada; nunca se rindió”: esposa de mando asesinado en Mexicali

El asesinato de Roberto Méndez Arreola, consternó a la comunidad mexicalense, sobre todo a los hermanos de armas de las diversas corporaciones de seguridad, los cuales rindieron honores y el último pase de lista de su compañero caído tras un cobarde ataque perpetrado por criminales fuertemente armados.

La agresión artera se cometió la noche del pasado lunes  14 de julio, a las afueras de su vivienda ubicada en el fraccionamiento Lomas Altas, de Mexicali, y tras el ataque, grandes cuestionamientos han quedado en el aire sobre la intervención policial, además de la exigencia de justicia por parte de familiares y grupos policiales organizados.

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Este lunes 21 de julio, mandos, directivos, policías municipales, estatales y estadounidenses, además de bomberos, y autoridades civiles, se unieron en la despedida al oficial caído a las afueras de su vivienda, donde la verdadera noticia fue dada por Kesia Arreola, esposa del Barney, como era conocido el oficial, quien exigió justicia, que aseguró que su esposo no era corrupto ni recibida dinero de la delincuencia organizada; y que exige a la Fiscalía General del Estado (FGE) que le permita incinerar el cuerpo para guardar las cenizas en su hogar, tal y como se lo permitieron a la familia de Sunshine Rodríguez Peña.

Notoriamente molesta y luego de emitir múltiples reclamos durante la ceremonia, exigió justicia y que se detenga a los responsables, toda vez que – aseguró- cuentan con los videos de cámaras de vigilancia donde se observa el momento de la agresión y que durante sos semanas identificaron rondines de vehículos sospechosos, que ya tienen conocimiento en la FGE.

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Respecto al celular que no ha sido recuperado y que puede ser clave para dar con el responsable, indicó que  es la más interesada en que se localice el equipo móvil, aunque reconoció que la FGE se ha obsesionado con su localización, cuando tienen cámaras de vigilancia, testimonios y otros datos claros para dar con los responsables.

Recriminó que los policías del valle de Mexicali estaban todos coludidos y que tenía pleno conocimiento de que había inconformidad de que los mandos de la ciudad hubieran llegado a poner orden.

Respecto a la salida de su vivienda a esa hora comentó que era habitual que cada semana llegara una persona que limpia el patio de su casa, para cobrarles la el servicio, por lo que era una conducta normal, lo que quiere decir que los matones tenían bien estudiado al oficial.

La fiscal María Elena Andrade Ramírez, quien se ausentó de los honores al policía caído y envió representación de su coordinador Juan Carlos Buenrostro, aseguró que toda la policía municipal de Mexicali, pero sobre todo los de su zona valle Sur, estarán bajo investigaciones de la FGE por los hechos, donde también buscan en sus círculos cercanos.

La alcaldesa Norma Alicia Bustamante se limitó a hablar sobre la petición de cremar los restos de Roberto y otorgárselos a la familia; en tanto, Luis Felipe Chan, flamante jefe policiaco, señaló que el oficial era reconocido en la corporación, que era un buen elemento y que brindaba resultados en la calle y los operativos que se solicitaban.

Todos apuntan a que el crimen tiene relación con la actividad profesional honesta del Subcomandante, lo que provocaría mayor presión a las áreas encargadas de la investigación.