Asociaciones civiles se han unido en un frente de protesta y acción ante el nuevo riesgo que aparece para la biodiversidad marina en el Golfo de California, esto por la nueva Central de Combustión Interna (CCI) anunciada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para el municipio de Los Cabos en Baja California Sur.
Fue a principios de este año cuando al CFE y el Gobierno Federal en conjunto anunciaron esta nueva CCI, que tiene el objetivo de incrementar la capacidad de generación de energía de Baja California Sur hasta en 240 Megavatios (MW).
Las autoridades prevén una inversión de 370 millones de dólares para la obra, que contempla la instalación de 13 motores de combustión interna de alta eficiencia, que no necesitan agua para enfriamiento.
Aunado a esto, se informó que esta CCI funcionará mediante el de Gas Natural Licuado (GNL) y, aunque pudiera parecer lo ideal para satisfacer la demanda de energía en la entidad y a la vez reducir la contaminación por quema de combustóleo, asociaciones de la organización civil advierten sobre diversos riesgos para la vida en el “Acuario del Mundo”.
La coalición “Ballenas o Gas”, conformada por más de 40 asociaciones, señalan que esta CCI representaría impactos similares a los que ya han denunciado por otros proyectos de GNL desde hace casi un año.
Primero porque un proyecto que funcione a base de GNL implica la movilización de buques metaneros por el Golfo de California, que arribarán al Puerto Pichilingue, en la ciudad de La Paz.
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“Las ballenas y la vida marina como hoy la conocemos en el llamado Acuario del Mundo no son compatibles con la exportación o importación de GNL”, anticiparon las asociaciones.
Esta planta operará con un porcentaje de combustóleo, por lo que el GNL tendría que llegar por medio de estas embarcaciones de 300 metros de largo.
Como lo explicaron desde que iniciaron las manifestaciones en contra del “Proyecto Saguaro”, que busca usar el Golfo de California para mover el mismo combustible en buques metaneros para llegar a Asia, estas unidades generan un riesgo de colisión para ballenas y otras especies, así como afectaciones por el ruido.
Otro problema que se avecina es que también implica una amenaza para el tiburón ballena, ya que su santuario se ubica en la Bahía de La Paz, mientras que el puerto de Pichilingue está relativamente cerca de la zona.
Como tal, enfatizan que son diversos los sectores los que saldrían afectados, como prestadores de servicios turísticos que de octubre a abril viven del avistamiento y nado con el tiburón ballena, el pez más grande del mundo.
Además, subrayan que los pescadores del Golfo de California también tienen riesgos, sin dejar a un lado la salud de la población sudcaliforniana.
En este escenario, hicieron un exhorto a la titular de la CFE, Emilia Esther Calleja Alor, para que no se repliquen proyectos de Estados Unidos que ya representan un riesgo para el “Acuario del Mundo” en el que, según la coordinadora de vinculaciones de Conexiones Climáticas, Claudia Campero, habitan 900 especies de peces, de las cuales el 90 por ciento son endémicas.
A esto sumó que en la zona se pesca más de la mitad de la captura total de productos marinos en todo el país.
Por ello insistieron a CFE para que se apegue a las propuestas de energía de los compromisos climáticos y ambientales de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
“Hoy más que nunca se requieren cambios claros en las políticas de energía en favor de la población y el entorno que sustenta la vida; esperamos que el paradigma de energía de esta administración para Baja California Sur se convierta en ejemplo de justicia climática”, exhortaron.
LA LICITACIÓN NO SE HA PUBLICADO
Tras el anuncio de esta nueva central, las asociaciones han marcado una vigilancia precisa de las responsabilidades gubernamentales.
Uno de los puntos donde han fallado y que subrayan en la protesta a nivel nacional es que hasta el momento no se ha publicado la licitación de este proyecto.

Lo anterior confirmado por Nancy Carmina García Fregoso, abogada del área de normatividad del Centro de Energías Renovables y Calidad Ambiental (CERCA) y también parte del colectivo “Ballenas o Gas”.
A decir de la especialista, el hecho de que la licitación de la nueva CCI no se haya publicado, a pesar de que existía un compromiso de que se daría a conocer el 11 de junio, habla de un retraso de los planes de la CFE.
Precisó que en la licitación deben establecerse todas las características técnicas del proyecto; el que no esté publicada se traduce como la primera falta de las autoridades, que pudiera dar herramientas a las personas que se dedican a litigio o a habitantes de Los Cabos que se oponen a la nueva CCI para poder emprender acciones legales.
“Detona una serie de acciones la licitación, que hasta ahorita todo está parado. La más básica para nosotros es el acceso a la información pública del proyecto, que no la tenemos; tenemos muy poca y por eso también no podemos hablar más que en suposiciones y hablar en ello de todas las afectaciones que pudiera tener”, expuso.
En este sentido, García Fregoso hizo hincapié en que conocer la parte técnica podría dar un norte para entender cómo va a funcionar esta planta y qué infraestructura secundaria necesita para operar.
Por ejemplo: hasta ahora Baja California Sur sólo cuenta con Puerto Pichilingue, pero es importante saber si este proyecto prevé la construcción de nueva infraestructura portuaria industrial que esté para dar abasto únicamente a esta central.

La abogada reiteró que para todos los efectos técnicos, Baja California Sur es una isla y que la única manera de que lleguen insumos es por barco, ya que por tierra se descarta porque la Media Península está muy alejada del territorio nacional.
“Este gas estaría llegando a través de buques metaneros al puerto de Pichilingue, que están aquí en La Paz”, dijo.
“Esto aumentaría el tráfico en el Golfo de California y estaría poniendo en riesgo a los mamíferos marinos que habitan ahí, que están en tránsito o que están migrando, y habría riesgo de colisiones con ballenas; como generan sonidos muy fuertes, afectan también a delfines y a otros que dependen del sonido para buscar su alimento o reproducirse”, agregó.
Recordó que no sólo es el santuario del tiburón ballena, sino que Puerto Pichilingue también está muy cerca de la zona de contención del Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Balandra.
“Los daños no se concentran a sólo el trayecto de los buques metaneros, sino que también van afectando a las zonas de mitigación que están previstas para proteger al tiburón ballena cuando viene y también al Área Natural Protegida de Balandra”, sostuvo.
Desde los primeros pronunciamientos en contra de esta nueva CCI, el gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, manifestó que respeta la libertad de expresión de las asociaciones, especialistas y activistas.
No obstante, también ha hecho énfasis en la necesidad energética de Baja California Sur que desde hace más de seis años reporta apagones programados en el verano, esto ante el déficit de generación de energía.
Además, Claudia Sheinbaum anunció que en su Programa Nacional de Vivienda proyectan más de 35 mil casas nuevas para la entidad, la gran mayoría para el municipio de Los Cabos, por lo que necesitan alternativas para cubrir la demanda energética.
ALTERNATIVAS
Las asociaciones civiles reiteraron que hay proyectos enfocados en la energía solar que evitarían la dependencia de gas fósil.
Las condiciones de Baja California Sur, que califican como idóneas para la implementación de alternativas renovables, sirven para iniciar una transición energética y así sacar la vuelta a la contaminación y a los riesgos a la biodiversidad marina en el Golfo de California.
“Es posible cubrir la demanda con alternativas renovables y baterías; este modelo puede solucionar el problema actual, sin comprometer la seguridad del sistema, a menor costo y con mayores beneficios”, comparten.
Tras subrayar que las energías renovables son la solución, Nancy Carmina García Fregoso detalló que el estado, por sus condiciones geográficas, climáticas y naturales tiene todo para ser un puntero en energía fotovoltaica, aunque tiene implicaciones y retos de logística.

“Pero creemos que se puede transitar a energías limpias y renovables; las energías fósiles no son el futuro y la energía generada con gas natural tampoco es viable como una política de transición energética”, sostuvo.
Explicó que si bien a corto plazo el gas natural genera menos dióxido de carbono que un combustible fósil tradicional, a la larga el efecto que provoca de calentamiento global, por el metano que se produce en el proceso de combustión del gas natural, es mucho más alto que el dióxido de carbono.
“Esa no es una opción. Una transición energética basada en una política de gas natural no es la opción; creemos que en el estado tenemos todo el potencial para desarrollar infraestructura con base en energía solar”, finalizó.
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