– Oye, Jorge, ¿que tu esposa tuvo un hijo?
– Sí.
– ¿Y qué nombre le pusiste?
– Aún no sé. ¿Me ayudas?
– Pues yo a mi bebé le puse María de Los Ángeles.
– ¡Ah!, ¡entonces al mío le voy a poner: “¡Daniel de Nueva York!”.
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Autor: Padre en Tijuana.
Optimismo
– ¡La economía de mi país dice está empezando a mejorar sustancialmente!
– ¿Cómo lo sabes?
– ¡Lo leí en los periódicos con los que me tapé anoche!
Autor: Un defraudado del Bienestar.
Consejo
El cura de la parroquia aconseja al borracho:
– Hermano, ¿y usted por qué no toma leche en lugar del vino?
– Con mucho gusto pastor, ¡el día en que las vacas coman uvas!
Autor: Un enólogo.
Estrella fugaz
– Mira, mi amor, una estrella fugaz. Aprovecha y pide un deseo.
– Mmmm… ¡Ya!
– A propósito, mañana viene mi mamá y mis hermanas.
– Si todo sale bien, ¡no creo!
Autor: La nuera.
Acuerdo de separación
Dos amigos conversan, uno le dice al otro en tono de tristeza:
– Cuando nos separamos acordamos entre mi mujer, el abogado y yo, que quien se quedará con el dinero también se quedaba con los niños.
– ¿Y tu mujer se quedó con ellos?
– No. ¡El abogado!
Autor: El abogado, claro.
Carrazo
Con su finísimo automóvil Porsche llega el orondo jefe a la empresa. Un empleado le abre la puerta con cara de enfado, pues gana el mísero sueldo mínimo:
– ¡Uy jefe! ¡Qué carrazo se ha comprado! No evita exclamar.
– Gracias Bermúdez. ¡Y si usted trabaja duro este año, el próximo que me compre va a ser mejor!
Autor: Un asalariado.
Break dance
– Mira mami, ¡el pez baila break dance!
– Pepito, ¡mételo de nuevo en la pecera!
Autor: Jaimito.
Enciclopedia en miniatura
– Me compré una enciclopedia en miniatura que habla de plantas aromáticas.
– ¿Y qué trae?
– Básicamente… tomillos.
Autor: Un profe.
Maravillas de la naturaleza
– ¡Mira, un político honesto!
– ¡Ssshits! ¡No hagas ruido que lo espantas! ¡Mira cómo bebe agua! ¡Precioso ejemplar!
Autor: Un elector arrepentido .
Alien
– Bitácora año estelar 2019: El alien ha mudado la piel.
– ¡Ramiro, cállate y recoge del suelo los choninos de mamá!
– Trae un palo.
Autor: Ramiro.
Inseguro
– ¿Hola?
– ¿Hola? ¿Padre?
– Sí, hijo, dime.
– Padre, es que mi mujer me abandonó, dizque porque soy un hombre muy inseguro.
– Bueno, la verdad yo te he notado.
– ¡Ah no, espere! ¡Ya acaba de regresar! ¡Sólo fue al supermercado!
Autor: Marido de remate.
La amenaza del oso
Una vez iba el señor oso por el bosque dando una caminata. De pronto se encontró con el conejo quien le preguntó:
– Señor oso, ¿es verdad que usted tiene una lista de sus víctimas?
– ¡Sí, es verdad! –contestó el oso.
– ¿Y en esa lista estoy yo? –preguntó el conejo.
– ¡Sí! ¡En esa lista estás tú! –contestó resuelto el oso.
– ¿Entonces me vas a comer? –Nuevamente preguntó muy tímido el conejo.
– ¡Sí, te voy a comer!
Fue entonces cuando el oso se comió al conejo.
Siguió caminando por el bosque el señor oso cuando se encontró con el señor burro. El señor burro le preguntó al señor oso:
– Señor oso, ¿es verdad que usted tiene una lista de sus víctimas?
– ¡Sí, es cierto! –respondió el señor oso.
– ¿Y en esa lista estoy yo? –preguntó con miedo el señor burro.
– ¡Sí, en esa lista estás tú! –contestó el señor oso.
– ¿Y entonces me vas a comer? –preguntó el señor burro aún con más miedo.
– ¡Sí, te voy a comer! –respondió el señor oso y se comió al señor burro.
Continuó por el sendero el señor oso hasta que se encontró con la señora jirafa quien al verlo se asustó mucho. La señora jirafa entonces le preguntó:
– Señor oso, ¿es verdad que usted tiene una lista de sus víctimas?
– ¡Sí, es verdad! Respondió el señor oso mientras se tragaba deseoso su saliva.
– ¿Y en esa lista estoy yo? –preguntó con mucho miedo la señora jirafa.
– ¡Sí, en esa lista estás tú! –contestó el oso mientras se saboreaba.
– ¿Y entonces me vas a borrar de esa lista? –preguntó con más miedo la señora jirafa.
– ¡Sí, te voy a borrar! –respondió el señor oso. ¡Y la borró!
Autor: Un lector persuasivo.