Don Rojas era un empleado más del Centro de Control Animal. Su labor consistía en la coordinación de la captura de perros callejeros que serían trasladados a la dependencia ubicada sobre el bulevar Insurgentes, en la Tercera Etapa del Río. Sin embargo, debido a las condiciones deplorables en que se encuentra la subordinación, contrajo rickettsia y falleció el 12 de abril de 2025.
Desde que inició la administración del alcalde Ismael Burgueño, Control Animal carece de personal, insumos médicos, agua, drenaje y espacios dignos para los más de 100 perros que son resguardados en el lugar.
Al carecer de drenaje, la fosa séptica no tiene mantenimiento regular, por lo que no funciona adecuadamente, aumentando los problemas de salud, olores y daños al sistema. “Las aguas negras se desfogan hacia el bulevar; incluso han provocado accidentes vehiculares”, comentó un ex trabajador.
Con más de 15 años de servicio en Control Animal, este año Don Rojas comenzó a sentirse mal, y su estado de salud fue decayendo poco a poco. Trabajaba en condiciones de insalubridad. No fue sino hasta después de su fallecimiento que se descubrió que su muerte fue causada por una garrapata infectada, que le provocó rickettsia.
Tras su muerte, a varios empleados se les prescindió de sus servicios al no renovarles los contratos, luego de que denunciaran que trabajaban bajo condiciones de riesgo.
“Don Rojas falleció el pasado 12 de abril; tenía días sintiéndose mal, sudaba, temblaba, su aspecto físico no se veía bien. Se resistía a ir al médico; ya cuando se decidió, fue demasiado tarde. Después de que denunciamos las malas condiciones de trabajo despidieron a varios”.
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Falta de intervención; centro manejado por Voluntarios TJ
El estado del centro deriva en un estilo de vida precario para los animales y la falta de control sanitario ya ha cobrado la vida de un trabajador, por lo que ex empleados señalaron la falta de intervención de las autoridades, entre ellas la titular de la Dirección Municipal de Prevención, Control y Sanidad, Edith Viridiana Flores Flores y el Presidente Municipal, Ismael Burgueño Ruiz.
Entre 100 a 106 perros son albergados en las instalaciones, repartidos en jaulas comunitarias donde hay hasta 11 perros y jaulas denominadas individuales -donde puede haber dos-, que consisten en un espacio cúbico de alrededor de un metro y medio en cada dirección, donde los canes presentan conductas ansiosas y problemas gastrointestinales.
El centro es manejado en términos operativos por la asociación civil Voluntarios TJ, que no está debidamente capacitada para garantizar el manejo adecuado del control sanitario en el espacio. Ante esa cantidad de animales, la acumulación de desechos supera la capacidad del personal, lo que obliga a los perros resguardados a permanecer confinados en condiciones insalubres, rodeados de heces, hasta que es posible limpiar las jaulas.
De manera regular, el único momento donde los animales pueden salir es un día a la semana, alternando entre sábado o domingo, donde el público general acude a las instalaciones para pasearlos en los alrededores y las inmediaciones del Panteón Monte De Los Olivos. En el proceso, muchos de los desechos no son recogidos y no se advierte de las condiciones de salud de las mascotas.
Los voluntarios mencionaron que múltiples perros en el refugio han padecido erliquia, una enfermedad bacteriana transmitida por garrapatas, detallando que el tratamiento suministrado consistió en la administración de Bravecto, un desparasitante que debe aplicarse cada tres meses, aunque los pedidos pueden tardar más en llegar para reabastecer este y otros insumos, algunos obteniéndose apenas mediante patrocinios.
La titular de la Dirección Municipal de Prevención, Control y Sanidad, Viridiana Flores, indicó que si bien no podía precisar la cifra presupuestaria actual, se buscaría triplicar la suma de administraciones pasadas, la cual “no llegaba a un millón de pesos”, indicó. Aunque actualmente se reestructura el recurso y se modifican las partidas para poder destinar una mayor cantidad, por mientras se continuaría operando con montos cercanos a la administración previa.
“El voluntariado es ajeno a nosotros”, reconoció personal del centro, indicando que la intervención del Ayuntamiento se limita a procesos administrativos y no a la gestión diaria de la dependencia.
Asimismo, personal veterinario reveló que no contaban con jefe de despacho para el área médica, con lo que se opera bajo la intermitencia y disponibilidad de los trabajadores para el seguimiento del estado de salud de los animales.
La muerte de don Rojas
Ante esta falta de control sanitario, entre los animales como en el riesgo de enfermedades zoonóticas, el 12 de abril se presentó el fallecimiento de un trabajador: el coordinador de captura, Eduardo Rojas.
Don Rojas ingresó a Issstecali Mirador con un cuadro grave de rickettsia, el cual le produjo la muerte el mismo día que fue internado. “Dicen que cuando es la rickettsia se coagula la sangre y a él se le taparon las arterias”, explicó su familia.
Se comentó que no se percataron del momento en el que el señor Rojas pudo haberse infectado. “Fuimos a un consultorio aquí en la Roma, pero le dieron medicamento para la colitis; y no, en ningún momento le dijeron que era rickettsia, pero ya cuando él falleció, a los cuatro o cinco días llegaron los resultados”, agregaron.
En primera instancia, su viuda expresó que el servicio médico con el que contaban había sido suspendido y eventualmente los derivaron a Issstecali; las autoridades indicaron que en todo momento se contó con la disponibilidad de seguridad social.
El señor Rojas tenía un contrato trimestral con un sueldo de 9000 pesos mensuales; tras por lo menos 12 años, la Dra. Viridiana indicó que se le ofreció una plaza de confianza para que tuviera prestaciones, y dado el reciente cambio, sin antigüedad laboral, no calificó para pensión de viudez.
La directora mencionó también que no recibió atención médica a tiempo porque estuvo dos semanas enfermo y no lo notificó a la dependencia: “Lamentablemente, después de dos o cuatro meses que tenía su plaza de confianza, falleció”. Supuestamente se busca otorgarle un apoyo social de la Secretaría de Bienestar a su esposa y apoyar a su hijo para finalizar sus estudios.
Nos la dejaron algo deteriorada: Burgueño
ZETA cuestionó al alcalde Ismael Burgueño Ruiz, sobre las condiciones del centro, quien dijo haber visitado las instalaciones; sin embargo, argumentó: “Nos la dejaron algo deteriorada desde la administración pasada”.
Sobre el fallecimiento del empleado mencionó: “Desde que entré a la administración las situaciones se han estado atendiendo, de la persona que trabajaba con nosotros, en todo momento se le ha dado el seguimiento; es el dato que tengo en los reportes que me han hecho llegar”, aseguró el alcalde. Pero la viuda del señor Rojas difirió al principio: “a mí no me han dado ningún dinero de nada, de indemnización”.
La mujer narró que el día del deceso preguntó por los requisitos de la pensión de viudez en Issstecali. “Me dijeron que no tenían pensión ahí, que fuera al Ayuntamiento, que fuera al Palacio a preguntar a ver qué me decían allá”, sin embargo, inicialmente dijo no haber tenido oportunidad de presentarse. Aunque han pasado más de dos meses, en un primer acercamiento con ZETA aseguró que en ningún momento se habían puesto en contacto con ella o su familia.
La Dra. Viridiana comentó que habló personalmente con ellos y que se acompañó a la esposa de Rojas a Oficialía Mayor para asesorarla en los procedimientos correspondientes, brindándole apoyo para gastos funerarios y cremación. “No la he dejado jamás, en ningún momento”, dijo.
Tras la comunicación de la viuda con la directora, Viridiana dijo a ZETA que la señora les comunicó haberse “confundido” durante el primer acercamiento, invalidando sus declaraciones.
“Mucha gente por fuera dice cosas que no están sucediendo; nosotros tenemos a nuestros animalitos, tratándolos dignamente, tenemos más de un mes libres de moquillo, no tenemos casos de moquillo. Estamos todos los días limpiando, conviviendo con ellos, sacamos perritos que pensamos que pueden ser adoptados todos los días para que se adapten”, aseguró la funcionaria.
“Claro que siempre va a haber áreas de oportunidad, pero están abiertas las puertas para que ustedes puedan inclusive visitarnos”, concluyó Flores.
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