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lunes, junio 23, 2025
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Desafíos de la Feria del Libro de Tijuana

“Más de 47 mil personas asistieron a la Feria del Libro de Tijuana”: Secretaría de Cultura de la ciudad. “La Feria  requiere continuidad, estabilidad y construir sobre lo que ya se logró”: Unión de Libreros

 

Tras realizarse por primera vez en el Museo Interactivo El Trompo, entre el 6 y 15 de junio, “más de 47 mil personas asistieron a la Feria del Libro de Tijuana”, de acuerdo con Illya Haro, secretaria de Cultura de Tijuana.

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Producida y organizada por la Secretaría de Cultura de Tijuana en un 90 por ciento, en coordinación con la Unión de Libreros de la ciudad fronteriza y Museo Interactivo El Trompo, la Feria del Libro de Tijuana fue llevada por primera ocasión a la Tercera Etapa de la Zona Río, justo en el inicio de la Zona Este de la ciudad fronteriza, prácticamente atrás de Macroplaza que, según sus propios espectaculares aledaños, recibe 33 mil visitantes diarios.

Hacia el final del evento librero, domingo 15 de junio, los organizadores compartieron con ZETA su balance preliminar e impresiones del evento libresco al realizarse por primera ocasión en El Trompo, así como los desafíos de la Feria tras 45 años y 40 ediciones.

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ILLYA HARO, SECRETARIA DE CULTURA DE TIJUANA: “CONSIDERO QUE LA FERIA FUE UN ÉXITO”

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En un balance preliminar compartido con ZETA hacia el final del evento librero, la Secretaria de Cultura de Tijuana, Illya Haro, refirió que “hoy domingo 15 de junio, el primer corte que hicimos es de alrededor de 47 mil asistentes”. Aunque la expectativa era alcanzar 60 mil visitantes, argumentó: “Considero que la Feria fue un éxito. El departamento de Finanzas y Administración de esta Secretaría está considerando que el objetivo se cumplió”, expresó la promotora cultural.

Informó que el XXV Ayuntamiento de Tijuana produjo el 90 por ciento del evento libresco y destacó que el costo de la XL Feria del Libro de Tijuana, “yo creo que (la cifra) va a cerrar en alrededor de siete millones de pesos”.

“La Secretaría de Cultura del Ayuntamiento de Tijuana puso 3.5 millones, más dos y cachito que puso la Secretaría de Desarrollo Económico a través de Fondos Tijuana, directamente a la A. C. de la Unión de Libreros; si tú sumas eso pues son cinco millones y cacho. En total, alrededor de 7 millones y cacho, más toda la infraestructura de todas estas secretarías del Ayuntamiento, pues ya tenemos un número bastante amplio, más los patrocinadores, porque tuvimos muchas cosas que fueron patrocinio”, desglosó.

¿Cuál sería el desafío o compromiso para el próximo año en cuanto a la Feria del Libro de Tijuana realizada por la Secretaría de Cultura de Tijuana, en colaboración con Unión de Libreros de la ciudad y Museo Interactivo El Trompo?

“Nosotros estamos aquí para apoyar a la Unión de Libreros, si así lo consideran conveniente ellos. Nosotros estamos muy satisfechos de los resultados. Y si seguimos organizando la Feria, pues obviamente buscaremos seguir ofreciendo un evento que sea de calidad, incluyente, un espacio para todos y todas y, sobre todo, y si así lo considera la curaduría de la Unión de Libreros, tener una agenda más ambiciosa en donde podamos traer quizás a autores internacionales o proyectos editoriales desde otras latitudes”.

 

UNIÓN DE LIBREROS: “LA FERIA  REQUIERE CONTINUIDAD, ESTABILIDAD”

También en entrevista para ZETA, la Unión de Libreros de Tijuana que preside Vladimir López Ontiveros, compartió su balance general de la edición número 40 de la Feria del Libro de Tijuana. Para empezar, cabe recordar que en los últimos dos sexenios federales, entre 2013 y 2024, la Feria del Libro de Tijuana tuvo como sede el Centro Cultural Tijuana (CECUT), organismo dependiente de la Secretaría de Cultura del gobierno de México. Incluso, en el sexenio federal 2012-2018, el CECUT aportó tres millones de pesos anuales para la realización de la Feria del Libro de Tijuana, además, por supuesto, de infraestructura, instalaciones y personal del organismo al servicio del evento editorial; pero la administración 2018-2024, con Vianka Robles Santana en la dirección, eliminó el recurso gestionado. De hecho, más allá de la pandemia, las ediciones de 2021 y 2022 fueron canceladas por la falta de apoyo económico del CECUT,  ya que “no ha sido posible encontrar dicho apoyo para su realización este año”, expuso en su momento la Unión de Libreros de Tijuana, en 2022.

Luego, Vladimir López confirmó a ZETA que efectivamente fue “entre octubre y noviembre” de 2024, que Vianka Robles Santana le manifestó su negativa de darle continuidad a la Feria del Libro de Tijuana en el CECUT:

“Que ante el cambio administrativo que se avecinaba, no era posible comprometer las fechas o recursos para eventos que estuvieran más allá del 2024”, le respondió Robles Santana, de acuerdo con Vladimir López.

Incluso, este año, en la XL Feria del Libro de Tijuana también se notó obviamente la ausencia del stand del CECUT, dirigido actualmente por Miriam García, institución cultural que siempre había participado con su fondo editorial, cuyo acervo literario concentra ediciones de autores de la región.

En ese tenor, Vladimir López reconoció la labor de Illya Haro, secretaria de Cultura del XXV Ayuntamiento de Tijuana; Samantha Luna, coordinadora operativa; y Mara Maciel, en la coordinación del programa literario, al asumir la organización de la XL Feria del Libro de Tijuana:

“Todo el mérito y todo el reconocimiento para la Secretaría de Cultura de Tijuana. Desde  un inicio, en cuanto llegamos (en noviembre de 2024) con la secretaria Illya Haro, de inmediato se entusiasmó por la Feria, asumió el compromiso y le ha dedicado estos últimos meses todo el tiempo, el esfuerzo y los recursos para hacerla realidad. Estamos, la verdad, muy agradecidos, porque, si no, la Feria hubiera sido posiblemente de nuevo pospuesta o suspendida. Estamos muy agradecidos y contentos con la gestión y pues esperamos continuar así”.

Luego se expresó en cuanto al público en general, que respondió a la convocatoria de la cuadragésima edición de la Feria del Libro de Tijuana realizada por primera ocasión en el El Trompo:

“Ha sido una sorpresa grata que sí hubo una buena respuesta del público. Había cierta incertidumbre por el cambio de sede, porque todo era un poco nuevo, incluso la organización con el IMAC (Instituto Municipal de Arte y Cultura), con el que trabajamos muy de cerca y de buena manera. Estamos gratamente sorprendidos de que hubo una muy buena respuesta del público. El programa y las actividades se llevaron a cabo con una buena asistencia y creemos que ha dejado un buen sabor de boca, una buena impresión y un buen resultado final”.

Asimismo, comparó el flujo de ventas de libros en Librería El Día, de la cual es heredero de tercera generación, cuyo establecimiento fue fundado por su abuelo, don Alfonso López Camacho, en 1963. De hecho, reveló que hubo mejores ventas este año que en las ediciones de 2023 y 2024, cuando el evento libresco se desarrolló en las instalaciones del CECUT.

“La venta fue bastante positiva, hubo un incremento en comparativo con los previos dos años; fue bastante bien comparado con los últimos dos años después de la pandemia, que se llevó a cabo la Feria. Porcentualmente, quizás como un 50 por ciento de venta por encima (de 2023 y 2024 en el CECUT)”.

¿Cuál es el desafío de la Feria del Libro de Tijuana en cuanto a su sede para los próximos años?

“Lo que platicamos aquí internamente es que los últimos dos años, después de la pandemia, la Feria ha tenido diferente tipo de organización, modelo o esquema de organización. Hace dos años (2023) el CECUT puso el espacio, pero no hubo presupuesto ni de IMAC ni del CECUT, y la Unión de Libreros hizo la Feria prácticamente por su propia cuenta con una empresa de eventos privada, con patrocinios y apoyos de otras partes. Y el año pasado, el CECUT tomó las riendas de nuevo e hizo la Feria con los libreros. Este año, fue con IMAC. Entonces cada año la Feria ha ido cambiando de estructura -que es necesario por las circunstancias, así se ha dado-, pero no es lo mejor para la Feria. La Feria  requiere continuidad, estabilidad y construir sobre lo que ya se logró, para que el próximo año la Feria pueda crecer un poco más”.

Su reflexión también respondió a las quejas sobre la limitada exposición de editoriales o universidades:

“Hay muchos comentarios de que no hay muchos expositores en la Feria, pero los tiempos condicionaron mucho a cómo se realizó la Feria este año. Para el próximo, con más tiempo y mayor conocimiento de cómo las cosas se estructuran, se llevan a cabo, creemos que la Feria va a crecer más; habrá tiempo para una convocatoria en el programa, para que más expositores se puedan programar y asistir. La idea es que la Feria continúe aquí en El Trompo y crezca un poco más y darle esa estabilidad que no ha tenido en sus últimos años; que le permitan establecerse un poco mejor y crecer y que sea un poco más inclusiva, más grande, con un poco más de actividad en el programa y en los expositores”.

¿Cuál la postura de la Unión de Libreros de Tijuana en cuanto a las críticas que apuntan a que a la Feria del Libro de Tijuana no vienen las editoriales o fondos de universidades o que todo se concentra en las librerías locales?

“Entendemos la crítica. Entendemos que la Feria puede crecer, se puede mejorar. Hay cosas que se pueden hacer mucho mejor. Parte de la razón por la que no se ha dado ese crecimiento o ese desarrollo ha sido la falta de una estructura organizativa que tenga una continuidad. Pero también hay, digamos, conceptos equivocados o no muy informados quizá, sobre las editoriales. En las ferias del centro del país todo queda mucho más cerca; aquí en la frontera, el traslado, el hospedaje, el costo del piso y demás gastos es en muchos casos prohibitivos para muchas editoriales. El costo no es muy accesible y eso evita que editoriales se animen a venir a la Feria”.

“Por ejemplo, la de Mexicali (Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California) tiene algunas editoriales que vienen, pero es una feria que está muy consolidada, que tiene un apoyo de la Universidad, que cada año tiene un presupuesto de no sé cuántos millones y  dan ciertas facilidades a las editoriales en cuanto a los envíos, dan ciertas facilidades para el hospedaje, o sea, apoyan para que las editoriales vengan. Eso falta que se pueda lograr aquí en Tijuana, porque también se puede eso reproducir. Las editoriales prefieren que las librerías, que son clientes de muchos años generalmente, las representen, porque para ellos  ese gasto general de fletes, hospedaje, alimentación, evitan esos costos, que para ellos también son altos. En la Feria del Libro de Tijuana se busca traer editoriales independientes, pequeñas, traer un fondo más amplio, un acervo más diverso; se busca darle ciertas condiciones que les facilite venir y que permita que la Feria también crezca y tenga esa diversidad que mucha gente reclama”.

¿Cuál ha sido la respuesta de las editoriales del centro del país cuando se les invita a la Feria del Libro de Tijuana a tres mil kilómetros de distancia?

“En muchos casos ha pasado. En muchos años previos, con el CECUT se había hecho ese tipo de gestión de invitar a las editoriales consolidadas, que ya tienen años trabajando con las librerías locales; entienden que ése es el canal más conveniente para ellos, es lo más práctico y útil, pero sí se ha invitado a editoriales y muchas veces ha sido ésa la respuesta: o no asisten o buscan que se les represente por medio de alguna librería local, algún distribuidor. Incluso, hay también gente que se dedica precisamente a visitar ferias del libro con los fondos. A veces piensan que la editorial acude directamente, pero son intermediarios que también trabajan con las editoriales y que visitan las ferias en representación de la editorial, pero no necesariamente es la editorial misma la que va; o sea, son gente que se dedica a eso, a ir a ferias y representan algunos sellos. Entonces, a veces la gente confunde eso, con que la editorial es la que está directamente ahí, pero son modalidades distintas que manejan las editoriales para facilitar su participación”.

ROSARIO RUIZ, DIRECTORA DE EL TROMPO: “LLEGAR A UNA COMUNIDAD LECTORA SIEMPRE ES UN RETO”

Finalmente, la directora del Museo Interactivo El Trompo, Rosario Ruiz Camacho, también compartió con ZETA sus primeras impresiones sobre el Museo como sede del evento libresco.

“Estamos muy contentos de ser la sede de la Feria del Libro de Tijuana, de este tan importante acontecimiento para todos, para todo el grupo de libreros, para todos los autores que participaron, pero sobre todo para la comunidad tijuanense que, para nuestro punto de vista, se sintió atendida. En este lado de la ciudad, poca oferta tenemos, pero en este caso, el ser o que hayan contemplado la sede del Museo, no fue una decisión a la ligera; ya se había contemplado desde hace un tiempo la posibilidad de que la Feria del Libro de Tijuana fuera en las instalaciones de El Trompo, pero ahora que se concretó, realmente estamos muy contentos, muy satisfechos”, compartió para empezar.

Asimismo, resaltó las instalaciones de El Trompo para un evento de la magnitud de la Feria del Libro de Tijuana: “Estamos convencidos de que las instalaciones del Museo son las adecuadas para la Feria, sobre todo por la accesibilidad, por la construcción propia de las instalaciones que son realmente para eventos masivos”.

¿Cuál es el gran desafío de la Feria del Libro de Tijuana para las próximas ediciones? Sobre todo para 2026 y 2027, años para los que se firmó el convenio tripartita entre Secretaría de Cultura de Tijuana, El Trompo y Unión de Libreros de Tijuana para la realización de la Feria en El Trompo…

“Traer más lectores, traer más comunidad, que participe todavía más, somos ambiciosos. El número (de asistencia) llegó a cifras importantes, pero creemos y estamos convencidos de que podemos traer a más público. Poder hacer la Feria con oportunidad, con mayor tiempo, con programa también. El programa estuvo excelente para nuestro gusto, pero llegar a una comunidad lectora siempre es un reto: hay que traerla, convencerla, que se sienta atraída por esta Feria, que sientan esta Feria como propia; es la Feria de la ciudad, del libro, que se sientan parte de esta Feria de letras, porque estuvo realmente muy atendida. Los tres entes estuvimos atentos a la comunidad para que tuvieran una Feria única, diferente, que tuvieran variedad. Cerráramos con música local porque tenemos a muchos valores en Tijuana. Creemos que todavía se puede hacer más”.

“La Feria del Libro de Tijuana fue un éxito para nosotros. Estuvimos como anfitriones muy halagados de tenerla y poder recibir a toda esta comunidad, eso fue algo muy reconfortante para nosotros”, sentenció.

LAS ESTADÍSTICAS DE LA FERIA DEL LIBRO DE TJ

 

 

En su Reporte General sobre la XL Feria del Libro de Tijuana presentado en conferencia de prensa este viernes 20 de junio de 2025, la Secretaría de Cultura de Tijuana que titula Illya Haro informó que durante evento librero, llevado a cabo por primera vez en el Museo Interactivo El Trompo del 6 al 15 de junio, asistieron 46 mil 203 personas.

 

“Una asistencia acumulada de 46,023 personas –compuesta por 37,603 visitantes generales y 8,420 estudiantes–, lo que representa +53% de crecimiento en asistencia (30,000 visitantes en 2024). Este incremento refleja un interés sostenido por parte del público general y una respuesta positiva a la programación integral que incluyó literatura, artes, gastronomía y espacios de formación”, emitió la Secretaría de Cultura de Tijuana.

 

En un análisis realizado por ZETA basado en las estadísticas presentadas por la Secretaría de Cultura de Tijuana, una de las conclusiones es que en el primer fin de semana se concentró gran parte de la asistencia; por ejemplo, en el primer día, viernes 6 de junio, acudieron alrededor de 7 mil personas; aproximadamente 9 mil 300 el segundo día, sábado 7; y más de 12 mil 500 visitantes el domingo 8 de junio. Posteriormente, entre semana, entre el lunes 9 y viernes 13, sólo acudieron entre mil y mil 500 personas diarias, de acuerdo con el informe. En el penúltimo día, sábado 14, el reporte fue de 3 mil 929 asistentes, y de 2 mil 350 el domingo 15 de junio. Es decir, de las aproximadamente 46 mil personas que asistieron durante los diez días del evento librero, poco más de 28 mil acudieron en los primeros tres días.

 

“Este comportamiento es clave para la planeación futura, ya que permite identificar los momentos de mayor concentración de público y ajustar programación, logística y servicios para maximizar la experiencia del visitante”, comunicó la Secretaría de Cultura de Tijuana.

 

De acuerdo con las láminas presentadas por la Secretaría de Cultura de Tijuana y analizadas por ZETA, la inversión del XXV Ayuntamiento en la Feria del Libro de Tijuana 2025 fue de 5 millones 666 mil 337.96 pesos; de los cuales, 3 millones 261 mil 132.96 pesos fueron aportados por la Secretaría de Cultura de Tijuana y 2 millones 405 mil 205 pesos fueron designados al evento librero a través del Fideicomiso Fondos Tijuana de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDETI), “lo cual representa un esfuerzo significativo en términos de recursos públicos”.

 

Comunicó que, durante los 10 días del evento libresco, del viernes 6 al 15 de junio, se realizaron 244 actividades, entre ellas 140 talleres, 75 actividades literarias y 29 presentaciones artísticas (danza, música, interpretación).

 

Asimismo, emitió que la Unión de Libreros de Tijuana reportó la venta total de 16 mil 200 libros, los cuales representaron en ventas 3 millones 641 pesos 300 pesos; además, las librerías y expositores independientes no agremiados a la Unión de Libreros de Tijuana reportaron 495 mil 834 pesos en ventas; en total, en su informe la Secretaría de Cultura de Tijuana anotó “un registro de más de 4.1 millones de pesos en ventas de libros”.

 

En cuanto a “derrama económica estimada, considerando el impacto directo e indirecto en sectores como hospedaje, transporte, alimentación y consumo local, 13 millones de pesos”, estimó.

 

En su informe, la Secretaría de Cultura local reportó la participación de más de 50 editoriales, entre ellas enlistó los sellos de Penguin Random House, Pleneta, Urano, Era, ILCSA, Trillas, Patria, Larousse, Frente y Vuelta, Gema, EMUSA, SICOBEN, Berbera, Océano, UNAM, Madre Editorial, Godot, Perla Ediciones, EI Colegio Nacional, UANL, Malpaso Ediciones, EI Naranjo, Alboroto, Lapicero Rojo, Nitro Press, Círculo de Poesía, CLIE, Tyndale, Vida, Broadman & Holman, UNILIT, Prats, Mundo Hispano, entre otras.

 

“Uno de los ejes fundamentales de esta edición de la Feria fue el Pabellón Infantil, concebido como un espacio formativo, lúdico y creativo, dedicado a la niñez y orientado al fomento temprano del hábito lector, la imaginación y la expresión artística. Más de 140 talleres infantiles realizados a lo largo de los días de la feria, diseñados para diferentes edades. Participación activa de escuelas públicas, privadas, bibliotecas comunitarias y organizaciones enfocadas en educación básica, media superior y superior”, comunicó la instancia cultural de la ciudad fronteriza.

 

“Durante diez días se estableció un espacio de encuentro plural entre lectores, autores, editoriales, instituciones educativas e investigación y comunidad, lo que permitió el intercambio de ideas, la promoción de la lectura y el acceso a diversas propuestas creativas. La activa participación de estudiantes, voluntarios, empresas y medios de comunicación fortaleció el impacto social y cultural del evento”, concluyó la Secretaría de Cultura de Tijuana.

ESCRITORES REFLEXIONAN SOBRE LA FERIA

En su paso por la XL Feria del Libro de Tijuana, a la que acudieron para participar en diversas actividades, algunos autores compartieron con ZETA sus reflexiones en torno al evento librero.

Desde sus perspectivas, Jorge Ruiz Dueñas, Rosina Conde y Ruth Vargas Leyva reflexionaron sobre la Feria del Libro de Tijuana que en 2025 cumplió 45 años y 40 ediciones, al realizarse por primera vez en el Museo Interactivo El Trompo entre el 6 y 15 de junio.

Para empezar, Rosina Conde Zambada recordó que la Feria del Libro de Tijuana fue fundada en 1980, bajo la iniciativa de don Alfonso López Camacho, secundado por libreros de la ciudad fronteriza:

“Esta Feria la iniciaron hace 45 años los libreros, por iniciativa de los libreros de Tijuana. Es una feria que no había sido organizada por las instituciones culturales o las instituciones educativas. Cuando empezó la Feria del Libro de Tijuana hace 45 años no había CECUT, no había Secretaría de Cultura, no había Instituto Municipal de Arte y Cultura, o sea, no había esos proyectos culturales. Entonces qué padre que siga siendo una Feria colaborativa (Secretaría de Cultura de Tijuana y Museo Interactivo El Trompo), o sea, entre varias instituciones, y que no hayan dejado fuera a los libreros también. ¿Por qué te lo digo? Porque los libreros ofrecen un catálogo muy abierto de editoriales. En cambio, si tú invitas a las editoriales, la editorial viene con su cataloguito y párale de contar. En cambio, los libreros pues traen un catálogo de muchas editoriales, no de una sola. Si no fuera por los libreros en estas ciudades del norte, pues no tendríamos la riqueza cultural que tenemos ahorita”.

Conde Zambada también se refirió al Museo Interactivo El Trompo como sede por primera vez de la Feria del Libro de Tijuana y del público aledaño a esa zona: “Pues, no está así como que tú digas: ‘¡Wow, qué padre la arreglaron!’. A lo mejor está medio desangeladona, pero tiene ese plus: que tiene dos centros comerciales a los lados y la gente ya está acostumbra a venir los fines de semana con sus hijos al Trompo, la ubicación es estratégica. La gente va a la Feria del Libro ex profeso a la Feria del Libro del CECUT; en cambio, aquí hay todo un público que dice: ‘¡Ah, mira, hay una feria de libro, vamos a asomarnos!’. Entonces, como que hay un público que a lo mejor no tenía planeado o no sabía que existía la Feria del Libro y que se están enterando porque la vieron, les quedó de paso y se asomaron. Y claro, hay ya también aparte un público asiduo que se trasladó hasta acá a la feria, independientemente de donde esté ubicada. Aquí, El Trompo le está dando un servicio a una comunidad enorme, porque esta zona ha crecido terriblemente, está dando servicio a una comunidad que no iba o que no iría ahorita al CECUT”.

En cualquier caso, Rosina Conde que presentó “Peninsular” (Desliz Ediciones, 2024), puso en valor el hecho de que la Feria del Libro de Tijuana se haya abierto a otra posibilidad de sede, más allá del CECUT: “Yo sé que representa inversión y representa esfuerzo, pero lo interesante es que la Feria del libro no estuviera concentrada nada más en un solo sitio, si no que tuviera diferentes sedes en la ciudad. Lo ideal sería que hubiera varias sedes, aunque no fueran al mismo tiempo. Mientras más sedes haya de la Feria, si se pudiera tener en diferentes lugares cada año, pues sería fabuloso. Ojalá hubiera cada año otras sedes de la Feria del Libro, ojalá, en la Altamira, en El Trompo, en la 5 y 10, en la Mesa de Otay, que son comunidades a las que no hay oferta cultural para esas comunidades. Entonces, qué padre que se haya abierto la Feria del Libro en esta ocasión aquí, porque le están brindando un servicio a un sector de la población que no tiene acceso a otros espacios. Ojalá hubiera más participación también de otros sectores, también de los sectores empresariales”, concluyó.

Asimismo, el poeta, narrador y ensayista Jorge Ruiz Dueñas que acudió a la Feria, entre otras actividades, para presentar su más reciente poemario, “Vesperal” (Desliz Ediciones, 2025), expresó a ZETA sobre la situación económica en los dos últimos sexenios federales, el de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) y el que inicia, de Claudia Sheinbaum Pardo (2024-2030), donde “no son fáciles los financiamientos” para el arte y la cultura:

“Yo he estado en varias posiciones respecto a esta Feria del Libro de Tijuana, a la que yo le tengo un cariño muy especial. Es decir, he estado como editor, he estado como funcionario público apoyando y he estado como escritor. Entonces, la he visto en diferentes momentos: algunos inicios fueron un poco tristes, difíciles, pero así son los inicios y así son los tropiezos. La vida no es un pasillo plano, a veces suele ser pedregoso. ¿Qué sucede en este momento? Los financiamientos no son fáciles. La ausencia de presupuestos también tiene que ver con una impronta política; si tú quieres hacer mayorías políticas tienes que dar presupuesto. Bueno, eso es lo que se ha hecho en los últimos 7 u 8 años: se ha dado presupuesto a la formación de esas mayorías. Esto ha llevado a que se reduzcan otros presupuestos, otras cuestiones, llámese la ausencia suficiente de medicamentos o de hospitales, o bien de recursos para la cultura. No es algo volitivo, no es algo que signifique: ‘el funcionario no quiere dar o aportar’, porque nada hay más gozoso para un funcionario que poder decir: ‘Fuimos parte de ese esfuerzo, un esfuerzo que tiene impacto en toda la sociedad de manera transversal, lineal, horizontal. Entonces, creo que es en los momentos que nos encontramos”.

En ese sentido, Ruiz Dueñas resaltó el hecho de que la Secretaría de Cultura del XXV Ayuntamiento haya salido a “salvar” a la XL edición de la Feria del Libro de Tijuana: “Me parece que lo que se ha hecho ahora de saltar al ruedo para salvar este esfuerzo que ya lleva 45 años, también me parece muy loable. Lo estamos haciendo de manera nueva (en El Trompo), parece como que se regresó un poco en el tiempo, pero lo importante es que lo estamos haciendo, eso es lo importante”.

En cuanto a por qué a la Feria del Libro de Tijuana no vienen las grandes editoriales como en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), por ejemplo, Dueñas refirió a este Semanario:

“He leído algunas críticas desafortunadas constantemente: ¿Por qué no la hacen los editores? Porque los editores tampoco tienen recursos para hacer. No va a venir una gran editorial a ponernos la Feria. Si no vienen las editoriales, pues la hacen los libreros, que eso los mantiene cautivos sacando sus existencias, bueno, pues que saquen sus existencias. Lo importante es que la gente compre y lea libros, ¿cuál es el problema de que saquen sus existencias? El mejor libro es el que está al alcance de los lectores, en sus casas, en las aulas”.

Concluyó Jorge Ruiz Dueñas: “Yo creo que hay que quejarnos menos y estar más satisfechos de que, a pesar de la situación, de lo endeble de la economía, de que de alguna suerte no se ha podido seguir en los mismos espacios, pero se buscaron otros y se lograron. Eso es lo que me parece rescatable. Que la próxima va a ser más grande, sería excelente. Que si vuelve a mudarse de espacio, bueno, no lo sé. Lo importante es salvar el proyecto y el proyecto es tener una feria del libro”.

Finalmente, la poeta y narradora Ruth Vargas Leyva también valoró el hecho de que la Secretaría de Cultura de Tijuana y el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC), del XXV Ayuntamiento de la ciudad hayan asumido el reto de organizar la Feria del Libro de Tijuana:

“Me parece muy interesante que, en el 40 Aniversario, el IMAC haya asumido el reto de continuar con la Feria del Libro de Tijuana, porque se pudo haber suspendido. Se pudo haber suspendido la Feria, sin embargo, el IMAC dijo: ‘Pues vamos a sacarla adelante’”, reconoció.

Por último, Ruth Vargas Leyva que presentó una reedición de su primer poemario “Celeste y ocho poemas” (Metaletras Editorial, Editorial Halfbreed, 2025), recomendó a los organizadores “diversificar la oferta editorial” en los próximos años de la Feria del Libro de Tijuana:

“Una crítica que se ha hecho contantemente es que la Feria del Libro de Tijuana es una feria de libreros de Tijuana, que no hay presencia de otras editoriales. Entonces, yo digo que habría que promover, ya sea a través del IMAC o de quien sea, que vengan, aunque sea en número reducido, otras editoriales. También se podrían incluir libros binacionales, invitar a autores de Estados Unidos, porque aquí mucha gente habla inglés. Entonces habría que diversificar más la oferta editorial”, concluyó Ruth Vargas Leyva.

 

 

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Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Enrique Mendoza Hernández estudió Comunicación en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en la categoría de Periodismo Cultural, otorgado por la Secretaría de Cultura de Baja California; Premio Nacional de Periodismo Cultural FILEY 2025, otorgado por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), a través de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, y Manos Libres Periodistas. Ha sido incluido en diversas antologías, entre otras, en “Relatos de frontera y otras costumbres. Crónica joven de Tijuana”, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y el Centro Cultural Tijuana (CECUT) en 2013. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”, publicado por la Secretaría de Cultura de Baja California en 2024. Es periodista cultural en Semanario ZETA, en Tijuana
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